El Pensante

Cuando China casi conquista el mundo: historia de la Dinastía Song, parte 2

Biografía, Personas sorprendentes - septiembre 30, 2017

Imagen 1. Cuando China casi conquista el mundo: historia de la Dinastía Song, parte 2

Mandarines chinos (de rojo) en el Palacio

El gobierno de los Mandarines

Terminamos nuestro artículo pasado narrando la historia de Taifu (antes conocido como Zhou), quien limitó por primera vez el alcance del ejército chino y evitó así golpes de estado como los que habían sido comunes en el pasado.

Sin embargo, esta no fue la única decisión del Emperador. Bajo su gobierno se reanudó el gobierno de los Mandarines: representantes estatales elegidos por exámenes generales entre la población, los cuales serían los ojos, oídos y manos del Emperador en las regiones. Zhao estaba comprometido con este sistema y bajo su gobierno alcanzó niveles nunca antes vistos.

El gobierno de los Mandarines es algo inexistente en el resto del mundo. Consistía en un proceso universal y meritocrático de selección que representaba la esencia misma de la promesa china a su población. Cualquier hombre, sin importar lo humilde de su origen, podría llegar a ser un Mandarín si estudiaba lo suficiente. Los exámenes constaban de tres fases, deliberadamente hechas difíciles por el Emperador: una fase escrita, una oral y una de interrogación. En ellas el sujeto debía mostrar un profundo conocimiento de los clásicos, un respeto por la historia, un manejo impecable del lenguaje y una moral incorruptible que garantizase su idoneidad como candidato.

Al hacer un examen tan complejo, los gobernantes esperaban que cualquiera que buscase presentarse por razones egoístas (como la oportunidad de una fácil corrupción) optaran por buscar riqueza en otra parte y sólo quienes deseasen servir genuinamente a su gente llegaran al puesto de Mandarín. El examen no sólo era más difícil que en tiempos pasados, sino que Taifu por primera vez lo abrió a toda la población: ya no hacía falta ser aristócrata para aspirar al honor de ser un Mandarín.

El experimento fue un éxito rotundo. Los mejores hombres venían de las esquinas del Imperio a servir al Emperador. Mientras que en el año 1.000 se presentaron unos 30.000 candidatos, dos siglos más tarde los exámenes atendían más de 400.000 personas al año.

El gobierno de los Mandarines también limitaba al mismísimo Emperador. Al llegar al poder, éstos le recitarían como un verso las siguientes palabras para recordarle que él no era un rey todopoderoso, sino un gobernante con deberes para su gente:

El mundo pertenece al Gran Song, a nuestros ancestros, al Gobierno, a la Gente y a los Militares. No te pertenece a ti.

Comercio, economía y la ruta de seda

El confucianismo (filosofía base del gobierno chino) nunca fue particularmente afín a los comerciantes, a quienes consideraba desprovistos de valor en la sociedad porque su trabajo no creaba nada. Sin embargo, durante la Dinastía Tang el control de las regiones clave en la Ruta de Seda trajo prosperidad al Imperio, por lo que Taifu y sus sucesores aceptaron a los comerciantes e intentaron controlar, de nuevo, la Ruta de Seda. Sin embargo, ello implicaba invadir vastas regiones al norte y al occidente que por ahora estaban fuera de su alcance.

Imagen 2. Cuando China casi conquista el mundo: historia de la Dinastía Song, parte 2

La «Ruta marina de Seda» que gobernaron los Song

Por esta razón la Dinastía Song optó por concentrarse en el comercio marítimo, fortaleciendo su presencia en los mares y construyendo gigantescos sistemas de canales y ríos que comunicaban las ciudades. A la par con esto, comenzaron a adoptar actitudes de Laissez Faire ante la sociedad, impulsando la economía de una manera que nunca había sido vista anteriormente en el mundo. La clase comercial creció y se generaron inventos como el papel moneda, el cual sería usado bastante hasta el final de la dinastía; así mismo, los ingresos como pago de impuestos crecieron de manera importante y el gobierno, dirigido por los eficaces mandarines, pudo realizar las obras necesarias y mantener la satisfacción de sus súbditos.

Bajo la dirección de la Dinastía Song, China llegó a representar un 50% de la economía mundial, siendo de lejos la región más próspera, avanzada y poderosa de la Tierra. Se convirtió en un centro filosófico y de debate, semejante a lo que sería la Europa del siglo XVII, y su desarrollo tecnológico no tenía parangón.

La tecnología Song

Bajo el gobierno de la Dinastía Song, el impulso a la iniciativa privada también llevó a la invención de innumerables tecnologías que mejoraron la vida de la gente. En este periodo la productividad agrícola llegó casi a doblarse al desarrollar nuevas variedades de arroz que daban dos cosechas anuales. Así mismo, se desarrollaron métodos para extraer de manera más eficaz el acero, llevando a una producción tan grande que no sería igualada por Europa hasta finales del siglo XVIII, esto es, ad portas de la Revolución Industrial. Así mismo, en este periodo se inventó la Imprenta Móvil (que llegaría a Europa en el siglo XV), se desarrolló la pólvora, se inventó el reloj mecánico, la brújula y la publicidad.

Estas tecnologías le permitieron no sólo construir las ciudades más grandes del mundo (Kaifeng tenía entonces un millón y medio de habitantes, el doble que Constantinopla) sino una impresionante población de 118 millones de personas (según el censo de 1120), o un 40% del total del mundo. Ninguna región preindustrial tuvo un desarrollo semejante, y hay razones para pensar que de no haber caído la dinastía.

Imagen 3. Cuando China casi conquista el mundo: historia de la Dinastía Song, parte 2

El desarrollo económico de la dinastía impulsó el comercio del Imperio

La caída de la Dinastía

Existe un concepto en China que hace su historia muy diferente a la de Occidente: el concepto del Mandato del Cielo. De acuerdo con esta tradición milenaria, un Emperador existe únicamente para traer bienestar a su pueblo y si no lo hace puede ser destituido. El concepto del Mandato del Cielo combina fundamentos políticos (gobierno transparente, justo y eficiente) con religiosos (los dioses beneficiarán a un buen gobernante y castigarán uno malo con catástrofes), y en esencia ha llevado a innumerables revueltas a gran escala en el Imperio.

La caída de muchas dinastías estuvo asociada a la pérdida, por su parte, del Mandato del Cielo. Pero este no fue el caso de la Dinastía Song, que siempre tuvo el apoyo de gran parte de su población. No, su caída fue mucho más dramática e inesperada… y vino de fuera.

Pero de ello hablaremos en un próximo artículo.

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Imágenes: 1 y 2: quora.com, 3: absolutechinatours.com