Un serio problema ambiental
En vista de la dramática sequía que sufre el estado del occidente norteamericano y de la imposibilidad de solucionarla por ningún método tradicional, los agricultores californianos han optado por recurrir a la sabiduría tradicional de los “zahoríes”, también conocidos como magos del agua.
El estado de California se caracteriza por una legislación bastante laxa que no regula los pozos subterráneos, por lo que los granjeros pueden recurrir a esta última reserva de agua para evitar perder sus cultivos. Sin embargo, perforar un pozo es costoso y se requiere saber con certeza donde se encuentra un buen acuífero para que el costo valga la pena. Tras 4 años de sequía, el conocimiento que los granjeros tenían de su territorio resulta cada vez más limitado y la necesidad de agua se vuelve cada vez más acuciante. Por esta razón, muchos decidieron recurrir a esta poco ortodoxa fuente de conocimiento.
Los desesperados intentos por encontrar agua
Uno de los casos es el de Bronco Wine, el cuarto mayor productor de vino de todos los Estados Unidos. Poseedor de 400 hectáreas sembradas de vid, utiliza regularmente todo un ejército de zahoríes para garantizar la sostenibilidad de sus cultivos. Y no es el único: docenas de productores de vino en la región contratan a estos personajes periódicamente con la intención de obtener reservas de agua para el futuro.
Uno de estos productores, quién también es zahorí, explica la situación: “es algo extraño. Los científicos no creen en estos métodos, pero yo, como muchos de los agricultores de la región, si lo hacemos”. Llamado Marc Moldavi, es dueño de una finca familiar que ha producido vino por más de 50 años y cuenta que aprendió el arte de detectar agua del padre de su novia quien, en su juventud, descubrió que tenía talento para ello.
El “arte” de los zahoríes consiste en caminar sobre la tierra en busca de agua con dos pequeños palitos de madera, los cuales “sienten” la presencia del agua y vibran, se mueven o se atraen con fuerza el uno al otro. Los académicos afirman que el método de los zahoríes no solo no tiene ningún sustento científico, sino que no se ha comportado bien en estudios bajo la mira de los investigadores. De acuerdo con la postura de los científicos, los zahoríes tienen “suerte” cuando revisan zonas en las que, a priori, se supone que hay agua.
La eficiencia de los zahoríes
Pero esto no ha hecho mella en la inmensa demanda que sus servicios tienen entre los cada vez más desesperados granjeros del occidente estadounidense. Moldavi relata que cada vez recibe más llamadas a pesar de que cobra 500 dólares por visita, y más si el pozo ofrece más de 50 galones por minuto. Evidentemente, pese a los reclamos de los científicos, los granjeros están angustiados y el éxito de los zahoríes – se deba a las causas que se deba – les permite un pequeño alivio.
Entretanto, la sequía no para. Y es bueno detenerse a pensar que al retirar el agua de los sistemas subterráneos, el nivel freático disminuye y las fuentes se secan a un ritmo aún más alto. La displicente legislación norteamericana haría bien en no pasar por alto este pequeño detalle que ya ha generado protestas en California. Incluso si afecta a los zahoríes.
¿Creen posible encontrar agua con estos sistemas? ¿O al igual que los científicos, consideran que se trata de “suerte”?
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