¿Alguna vez te has preguntado cómo refrigeraban los alimentos nuestros antepasados? Los refrigeradores son necesarios para la conservación de alimentos y para que se mantengan frescos y conserven las propiedades nutricionales por más tiempo.
El frio y el calor son necesarios para la supervivencia de la raza humana por lo que desde la antigüedad se usaban métodos que hoy en día se desconocen pero que deberíamos volver a poner en práctica para no seguir abusando de la electricidad.
Antiguamente existía la casa de hielo que era una construcción creada única y exclusivamente para almacenar grandes cantidades de hielo y nieve tenían la apariencia de edificios que eran construidos cerca de lugares donde hubiera mucho hielo invernal como en lagos o montañas.
El hielo era almacenado durante el invierno y podía durar hasta un año congelado usando aserrín y paja para compactarlo. Estas edificaciones podían albergar hasta 3 toneladas de hielo.
El yakhchal es un recurso de origen árabe que aún es utilizado y es muy parecido a la casa de hielo porque sirve para almacenar nieve durante el invierno pero además de esto el yakhcal está construido con materiales que aíslan el calor por lo que la temperatura exterior no afecta su funcionamiento. Este método no solo podía almacenar comida en la parte superior sino que también era usado el suelo porque contaba con un gran hueco cavado a gran profundidad.
La nieve era una gran herramienta para la población que contaba con estaciones a lo largo y ancho del mundo, esta era transportada y comercializada para brindar bienestar y comodidad pero era asequible solo para la gente que tenía como pagarla.
Por otra parte uno de los métodos más antiguos para la conservación de alimentos es la sal que permite “momificar” la comida para que se conserve fresca por más tiempo. La sociedad en la que vivimos ha vivido grandes transformaciones y esto es solo una muestra de la inmensa creatividad de los humanos.