Hablar tanto de alma como de espíritu es un tema espinoso porque ni bien se ha demostrado en forma oficial su existencia y se pasa a decir que tiene peso. La ciencia ni afirma ni niega su existencia, cosa que no ocurre con la religión que denodadamente afirma que existe, y no sólo que existe sino que, en algunas religiones, hasta se habla de determinados lugares a los que podría ir, tras la muerte del cuerpo.
Más allá de todo esto, desde la década del 90, oficialmente se ha corroborado que el alma posee un peso y que se trata de Energía. Aunque realmente, la Antropología se había percatado de que las civilizaciones antiguas y los pueblos indígenas ya lo sabían milenios atrás, pero en lo que respecta a nuestra civilización moderna, no hasta hace mucho iniciaron los experimentos científicos sobre el alma humana.
Un experimento realizado en el año 1996, en la Universidad de Michigan, demostró cabalmente que un recién fallecido pierde 21 gramos de peso al instante de morir. Para ello utilizaron a 540 personas que agonizaban, en unas camillas con balanzas electrónicas de extremada precisión.
Así que de esa manera, todo parece indicar que el alma pesa 21 gramos. Un científico llamado Duncan McDougall, a principios del siglo XX se dedicó obsesivamente a tomar el peso de los moribundos, en instantes previos del deceso y posteriores. Así fue que McDougall desde 1907 ya sabía de la existencia y peso del alma, obteniendo como resultado siempre 21 gramos de diferencia.
Los físicos que se han pronunciado al respecto, aseveran que para que 21 gramos de masa se transformen en un instante en energía, debe producir un haz de luz. Lo curioso de todo esto, es que el famoso doctor McDougall dice haber observado una luz brillante salir del cuerpo de 12 personas agonizantes.
Versión de video: ¿Cuánto pesa el alma?