Si hay una mascota que sea a la vez tierna, dócil, inteligente, juguetona, mimosa y simpática, es la cobaya. Por eso cada día crece más, la tendencia por adoptar uno de estos animalitos de compañía. En seguida, algunas curiosidades del “roedor más adorable del mundo”:
Su nombre científico es “Cavia Porcelus”, o también conocido como conejillo de Indias. Procede de territorios latinoamericanos, donde originalmente le llamaron cuy, debido al sonido que emite este pequeño animal.
Estos pequeñines pueden llegar a pesar por mucho un kilogramo y alcanzan una edad promedio de ocho años. No son carnívoros, sino que necesitan vegetales que les otorguen grandes cantidades de vitamina C como limones, naranjas, mandarinas, pimientos, etc. Aunque su comida favorita es el heno y todas las frutas. Los expertos recomiendan basarse en una dieta suministrada por el veterinario.
En muchas partes de Sudamérica suelen comerlos y también se han usado en grandes cantidades para investigaciones médicas farmacéuticas.
Pero como mascota ha sido mucho más acogida, puesto que casi no necesita de lugares espaciosos o de cuidados exigentes que gasten un tiempo significativo. Aunque obviamente requiere su dedicación pertinente, es mucho menor que la que piden otras mascotas. Su carácter se adapta tanto a la población adulta, como la infantil. A muchas familias les encanta.
Son muy inteligentes
Los trucos que se les enseñan los captan con gran agilidad y entendimiento. Claro está que se necesita paciencia como todo entrenamiento animal, pero suele ser sencillo con estos roedores. Hay sitios de adopción de cobayas y promueven campañas donde exhortan a llevarse totalmente gratis una de esas frágiles criaturas, en vez de comprarlas.
De esa manera, también se reduce de modo importante, la cacería y comercio indiscriminado que pone en peligro a las especies.
Son demasiado sociables
Pareciera que hubiesen sido hechas para vivir en grupo y jugar con todos. Cuando están varias juntas, sobresale la cobaya alfa, que adopta el papel de proteger a toda la manada. En el momento de movilizarse, acostumbran a caminar en fila india, detrás de la líder.
Cerdo de Guinea
Otra de las denominaciones que ha recibido, es el de “cerdo de Guinea”, pero no por pertenecer a esta zona andina, sino por su nariz. En la actualidad, se dice que los laboratorios han cambiado a los conejillos de Indias por ratas y ratones, en los estudios y experimentos.
Orinan para protegerse
Cuando una cobaya está fastidiando a otra con gran insistencia, lo más seguro es que la que está siendo molestada reaccione defendiéndose con un lanzamiento de orines a propulsión.
Un súper oído
Estos roedores que son adoptados como mascotas de compañía, tienen la habilidad de captar sonidos de hasta 50 mil hercios y de emitir vibraciones por encima de los 20 mil hercios.
Una reproducción exótica
Los bebés cobayas nacen totalmente cubiertas de pelo y con los ojos abiertos. Cuando cumplen tan sólo dos meses de vida, ya están aptas para procrear. Al poco rato de haber nacido ya están bebiendo agua y comiendo heno. La gestación dura alrededor de 65 días.
El crecimiento de sus dientes no se detiene
Los veterinarios recomiendan que siempre se les permita acceder al heno, con el fin de que se limen su dentadura, ya que al igual que los conejos, los dientes de las cobayas no paran de crecer y crecer.
Se comen sus propios excrementos
Debido a que la naturaleza de su organismo exige ciertos nutrientes específicos, que sólo se encuentran en su materia fecal, están diseñados para que se devoren uno de los dos excrementos que producen.
Son una comida típica en algunas naciones
Tanto en el sur de Colombia, como en Perú y Ecuador, la carne de cuye es muy famosa. Pero en realidad son otra clase cobayas, más grandes y de cola alargada. Buena parte de quienes las comen aseguran que el sabor es exquisito.
Cuyes angoras
En cuanto las mascotas de compañía, las más apetecidas son los cobayas “tipo III”, que son muy peludos y lacios. Sólo se crían para ser animales domésticos, porque el proceso de su reproducción se complica demasiado a causa de tanto pelo.
Por muy bonitos que sean y sencillos sus cuidados, no quiere decir que se descuiden, puesto que por su mismo tamaño no hay que abusar de su fragilidad.
Imagen: wikipedia.org