Muchos científicos se encuentran analizando e intentando descubrir el vasto espacio infinito, así como el fondo misterioso de los océanos, pero un biólogo llamado Rob Dunn, se dedicó a escudriñar “los secretos que esconde el ombligo” y esto fue lo que encontró:
“La biodiversidad de los ombligos”
Dunn estuvo acompañado de un equipo selecto de la “universidad estatal”, de Carolina del Norte. Su misión: qué se esconde dentro de los ombligos. Para ello, reunieron cientos de muestras para poder llevar a cabo su proyecto intitulado “La biodiversidad de los ombligos”. Los encontraron de diversas formas: salidos, hundidos y varían según el género.
Cada persona participante debía dejarse introducir un hisopo o copito en su región umbilical. Tan pronto como se introduce en esa parte del cuerpo y se toman todos los residuos que se esconden en el ombligo, como cera, sudor, restos de piel, polvo, algodón, bacterias, pelusas, etc., se deja en un plato diminuto, en el que se proporcionan los elementos necesarios para que las bacterias presentes crezcan y de ese modo, los biólogos puedan ver con precisión qué clase de bacterias son.
Las bacterias innumerables del ombligo
Dos tipos de bacterias son las más comunes que se hallaron en todas las muestras. Se les denomina “Staphylococcus epidermidis” y “Micrococcus luteus”. Pero también hallaron una muy extraña, que hasta ese momento descubrió la Ciencia y en el mismo ombligo del cuerpo de Rob Dunn; la bautizaron: “Enterococcus mundti”. «La hemos encontrado en mí, en la soja y en las mariposas de la seda. ¡Quién sabe por qué!», exclamó Dunn en aquella oportunidad.
Pero aun encontrando esa alarmante cantidad de microorganismos y seres vivientes en el ombligo de un ser humano, una enorme cifra se queda sin aún ser descubierta, según lo que afirmaron estos expertos biólogos, puesto que la metodología de la placa que se utilizó en este análisis, es muy limitada.
Imagen: bbc.com