El escándalo de Daraprim
Hacia finales de septiembre del 2015 (en este artículo) hablamos del asunto relativo a la avaricia de Turing Pharmaceutical al elevar el precio de Daraprim de alrededor de 13 dólares por cápsula a 750 porque, bueno, porque podían hacerlo.
El asunto tocó las fibras de ricos y pobres por igual. Martin Shkreli, CEO de Turing Pharmaceuticals, compró los derechos de Daraprim y casi de inmediato decidió subir escandalosamente los precios con el objetivo de aumentar de manera ridícula los ingresos de la compañía. Sus excusas parecían, tanto por su actitud como por los argumentos, como meras pantallas retóricas para justificar un obsceno aumento de su cartera.
Esencialmente, Shkreli afirmaba que 1) el dinero recaudado iría a aumentar la investigación orientada a la búsqueda de medicinas mejores por lo que eventualmente implicaría una mejora en la calidad de vida de los enfermos y, 2), aseguraría (por medios que no reveló) que ninguna persona que no pudiera pagarla pondría en riesgo su vida… al menos, en los Estados Unidos. Ambas promesas parecen haber quedado en el aire mientras Shkreli se convertía en el personaje más odiado del país y comenzaban investigaciones en el Senado con miras a evitar aumentos semejantes en el futuro.
Un caso de justicia poética
Todas estas acciones parecen haber causado poca mella en la actitud de Shkreli. Sin embargo, no pasó inadvertida la propuesta de comienzos de noviembre (es decir, mes y medio luego del anuncio de Turing Pharmaceutical) por parte de una pequeña empresa competidora llamada Imprimis de producir un medicamento que podría tener el mismo efecto… a menos de un dólar por cápsula.
Mark L. Baum, CEO de esta compañía aseguró que su empresa “está comprometida con la producción de medicamentos accesibles a todo el público” y que espera que su alternativa pueda dar un alivio al bolsillo de miles de enfermos y del sistema de salud estadounidense. Aunque la droga no es exactamente la misma (la mezcla de Imprimis incluye otro producto que supuestamente disminuye los efectos secundarios de la pirimetamina, principal componente del Daraprim) sus efectos sí podrían serlo.
Por ahora Baum acaba de asestar un duro golpe al cuestionable modelo de negocios de Turing Pharmaceutical, pero pasará algún tiempo antes de que pueda sacar su producto al mercado (por las regulaciones que tiene que pasar). De triunfar, Imprimis demostraría que jugar a la disminución de precios en las medicinas es una estrategia que funciona, algo que tendría grandes implicaciones en el campo de la Industria Farmacéutica.
Fuente de imagen: photos.prnewswire.com