El proyecto (llamado, puntualmente hablando, Chang’e 3, ya que había tenido 2 predecesores) consistía en el lanzamiento a la luna de una nave con un rover lunar (un vehículo capaz de moverse libremente en la superficie de aquel satélite). El 14 de diciembre de 2013 a las 13:12 de la hora mundial la nave logró un alunizaje controlado en la superficie, algo que no se realizaba desde la misión Luna 24 de la Unión Soviética, en 1976.

No hablaremos aquí de los descubrimientos o análisis de este alunizaje, únicamente de las imágenes del mismo que parecen mostrar un suelo… rojizo. Si recordamos, las imágenes brindadas por las misiones de Apolo nos indican un suelo completamente grisáceo (tal y como vemos la luna al telescopio): ¿por qué, entonces, es el suelo rojo en las imágenes del Chang’e 3?

¿Fue todo una mentira?

En las imágenes del Apolo, como esta, aparece un suelo gris. En las del Chang’e, como la presentada al principio, el suelo es rojo. ¿A quién deberíamos creerle? Muchos han tomado esta como la prueba suprema de que el Apolo fue poco más que una vil falsificación y que los norteamericanos jamás llegaron a la Luna.

Otros, por su parte, consideran que la falacia está del lado chino, que está desesperado por mostrar resultados luego de sus primeras dos misiones que, aunque exitosas, no alunizaron. Por esta razón habrían creado una fachada ficticia.

Lo cierto es que la luna se ve más grisácea que rojiza, pero de acuerdo con algunas fuentes puede tornarse roja por alta presencia de hierro en el suelo. Quizás esto explique la diferencia, aunque muchos no se ven convencidos ya que lo máximo que se puede esperar es un tono leve y no el rojo nítido que se ve en la imagen.

Por ahora no hay más información al respecto, y de haberla es posible que mucha ya no esté disponible. Les dejo a ustedes la decisión sobre qué consideran más plausible.

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