Gusano pulmonar de las ratas
Angiostrongylus cantonensis es un parásito nematodo (esto es, un gusano plano) que habita en varios organismos a lo largo de su ciclo de vida: caracoles y babosas en etapa larval y un sinnúmero de mamíferos (aunque, como su nombre lo indica, principalmente ratas) en etapa adulta. El ser humano no es un huésped común y el parásito no puede abandonar su cuerpo, por lo que llegar a convertirse en un serio problema de salud.
El parásito puede habitar en diversos lugares del cuerpo, desde el abdomen hasta los ojos, pasando por los pulmones, el tracto digestivo e incluso el cerebro. Su tratamiento es complejo, pero posible siempre y cuando se haga un diagnóstico acertado: suele requerir la extirpación manual de las larvas en los casos más extremos.
El asunto es que recientemente los casos de angiostrongiliasis (como se denomina a la infección con este parásito) se han incrementado de manera dramática, generando profunda preocupación en las autoridades sanitarias en todo el mundo (y en particular en América Latina).
Angiostrongiliasis
En Hawái, por ejemplo, se presentaron en apenas tres meses el triple de casos que habían sido diagnosticados las dos décadas anteriores. La enfermedad además parece haber saltado de la isla a toda la zona costera de los Estados Unidos, con la aparición de nuevos casos en California, Alabama, Florida y Louisiana.
En América Latina se han presentado unos pocos casos, pero lamentablemente el sistema de salud no está pensado para tratar o siquiera diagnosticar esta enfermedad y no se sabe si habrá ido en aumento, de manera silenciosa, en los últimos meses.
La enfermedad se transmite por manipular o consumir caracoles (en este último caso, si no están bien cocidos). En Hawái se ha llegado al extremo de dejar del todo el consumo de frutas o verduras por miedo a minúsculas babosas que pasen desapercibidas o incluso a que en trazos invisibles de baba queden escondidos huevecillos del parásito.
No cabe duda de que la enfermedad (que puede causar intensos dolores, serios daños en los tejidos e incluso la muerte) resulta temible. ¿Será un parásito quien cause la siguiente gran epidemia?
Imagen: slideshare.net