El Pensante

Einstein tenía razón: se detectan por primera vez las ondas gravitacionales

Ciencia - febrero 12, 2016

Imagen 1. Einstein tenía razón: se detectan por primera vez las ondas gravitacionales

Un Gran Día para la Ciencia

Albert Einstein fue un hombre magnífico que terminó por convertir su apellido en sinónimo de genio. No es para menos: su obra reconstruyó nuestra percepción del mundo y nos abrió la puerta para comprender la verdadera naturaleza del Universo… y de la materia.

En esencia, Einstein realizó el experimento que demostró que Planck tenía razón y que la materia, eventualmente, se vuelve indivisible… y empieza a comportarse de manera muy, muy extraña. Es lo que se conoce como Física Cuántica (y lo que lo hizo acreedor al Premio Nobel). Pero el científico también construyó lo que se conoce como la Teoría de la Relatividad, que explica a grandes rasgos el funcionamiento del Universo y lo que se conoce como el “Espacio – Tiempo”.

Dentro de su Teoría de la Relatividad, realizada hace un siglo, Einstein predijo la existencia de algo llamado “Ondas gravitacionales”. Imposibles de detectar en aquel entonces, han sido usadas para dar solidez a las teorías físicas del último siglo… y parece que hoy, por fin, han sido detectadas.

Se trata de uno de los hallazgos científicos más importantes de la Historia.

¿Qué son las ondas gravitacionales?

Es extremadamente complicado intentar comprender (y no digamos explicar) lo que son las ondas gravitacionales. Se trata de “fluctuaciones” en el espacio – tiempo generadas por la masa de los objetos que allí existen y que modifican a su paso las características del llamado “Espacio – Tiempo”.

De acuerdo con Einstein, el emisor más importante de ondas gravitacionales se correspondería con un choque entre dos agujeros negros, un fenómeno raro que difícilmente detectaríamos desde la Tierra. Sin embargo, en teoría todos los objetos deberían emitirlas.

Imagen 2. Einstein tenía razón: se detectan por primera vez las ondas gravitacionales

LIGO

El hallazgo se realizó en el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO por sus siglas en inglés) el pasado 14 de septiembre del año 2015, pero los científicos esperaron a tener la certeza absoluta para hacer pública la noticia.

Las ondas gravitacionales son extremadamente leves, y detectarlas requiere dispositivos grandes… y sensibles. Lo que LIGO detectó fue precisamente el producto de una de estos impresionantes impactos entre dos agujeros negros, que ocurrió hace unos 1.300 millones de años liberando en una fracción de segundo el equivalente a tres masas solares en forma de ondas gravitacionales.

Fue esto lo que detectó el satélite y lo que hoy, un siglo después de que Einstein lo predijera, nos permite tener acceso a información del espacio que nunca antes habíamos detectado.

Imagen 3. Einstein tenía razón: se detectan por primera vez las ondas gravitacionales

Los Telescopios de LIGO

“Sonido espacial”

En varios sentidos las ondas gravitacionales pueden entenderse como “sonidos espaciales”: son tenues en la distancia, pero si podemos detectarlos nos brindan una gran cantidad de información sobre objetos que de otra manera no podríamos ver, en particular, los agujeros negros.

Para detectarlos, el LIGO utiliza dos haces de luz láser ubicados a 3.000 kilómetros uno del otro y con una longitud de 4 kilómetros cada uno que pueden detectar a su paso anomalías del tamaño de la décima parte de un núcleo atómico. Se trata, según los científicos que lo manejan, del dispositivo de medición más preciso del que dispone la humanidad.

No es el único. VIRGO, detector ítalo – francés, está ubicado en Pisa, TAMA, japonés, en las cercanías de Tokio y GEO, alemán, en Hanover. Con el anuncio de LIGO, estos 4 detectores comenzarán a concentrarse en ondas con las características por aquel detectadas y a buscar evidencias de nuevos objetos que se encuentren en las cercanías, brindándonos información invaluable sobre una parte del Universo que, gracias a este descubrimiento, se hizo visible ante nuestros ojos.

Fuente de imágenes: 1: emiliosilveravazquez.com, 2: elmundo.es, 3: ligo.caltech.edu