El Pensante

¿Por qué necesitamos dormir?

Ciencia - febrero 11, 2016

Imagen 1. ¿Por qué necesitamos dormir?

Un hábito fundamental

Muchos de mis lectores seguramente suelan acostarse tarde en las noches, ya sea trabajando, estudiando, procrastinando en internet o realizando cualquier tipo de actividad que, en su momento, consideren más interesante que dormir. Muchos, seguramente, se arrepientan de haber tomado esa decisión en la mañana siguiente… y más si leyeron el artículo dedicado a las consecuencias de dejar de dormir.

Pero ¿qué nos lleva a dormir? En términos biológicos, resulta un tanto extraño el dedicar un porcentaje importante del día (en los humanos fluctúa entre el 25% y el 45%, aproximadamente) a hacer absolutamente nada, o mejor, a realizar labores de reparación que, en teoría, podrían ocurrir en la vigilia. Entonces, ¿por qué dormimos?

En los dominios de Morfeo

La respuesta es: no lo sabemos. Por supuesto, está claro que el cerebro gasta una gran cantidad de energía regulando el cuerpo y que el sueño ayuda a restablecer su estado original, así mismo, al dormir se reduce ligeramente la temperatura reduciendo los recursos que gasta el cuerpo en vigilia.

Muchos otros procesos ocurren durante el sueño. En general, los tejidos se reparan, puede aumentar la producción de endorfinas y el cuerpo encuentra el descanso que necesita. Pero esto solo explica el problema, no lo resuelve. ¿Por qué dormir cuando podríamos tener otras maneras de recuperarnos?

En un cuento del magnífico escritor Isaac Asimov“Yo creo que matando soldados o policías al final de la guerra, eso no le quita ni le pone. Eso no hace al Gobierno más débil. Ni lo otro, matando más guerrilleros se debilita al ELN. Este tipo de ecuaciones en las que se cree que uno llega más fuerte y otro más débil es el camino equivocado”, le dijo a este portal Carlos Arturo Velandia, exmiembro de la dirección nacional del ELN. la humanidad, paso a paso, ha conquistado el espacio. Se ha encontrado con que no era suyo, con que lo compartía con otras razas con las que ha llegado a tener una relación pacífica, estable, un tanto idílica si tenemos en cuenta la naturaleza violenta que nos caracteriza.

Y estas razas, claro, no duermen.

Se trata de seres que se mantienen despiertos permanentemente y entran en un estado de meditación cuando necesitan reponer su cuerpo. Pueden hacerlo a voluntad y durar así el tiempo que deseen, siempre y cuando, claro, no sientan hambre o frío. Se trata de una adaptación que les permitía decidir el momento en el que estaban más seguros y descansar entonces, con sus sentidos siempre alerta por si aparecía el peligro.

Esto, si lo pensamos, tiene más sentido. Sin embargo, no ha sucedido y seguramente no ha sido por azar. Hay algo en el sueño que beneficia a los hombres, algo que de ninguna otra manera podría suplirse, pero… ¿qué es?

Imagen 2. ¿Por qué necesitamos dormir?

¿Un fenómeno natural?

El asunto tampoco es del todo natural. Gran cantidad de animales no duermen, por ejemplo, todos los artrópodos que conocemos (aunque entran en un periodo de hibernación, más parecido al de los alienígenas ficticios del mundo de Asimov).  Algunos mamíferos duermen cantidades extremadamente cortas de tiempo y lo hacen en pequeños “microsueños”: por ejemplo, la jirafa puede dormir menos de 2 horas al día y lo hace en sueños de menos de 20 minutos. En general, es difícil vincular esto con el sueño de los humanos.

Es más interesante aún el caso de los delfines y ballenas. Como no pueden dormir, pues correrían el riesgo de ahogarse, han adaptado su cerebro a dormir por mitades: primero duerme el hemisferio derecho, luego, el izquierdo.

En general, sin embargo, los vertebrados (y en particular anfibios, reptiles, mamíferos y aves) necesitamos dormir, así sea en pequeñas cantidades.

Imagen 3. ¿Por qué necesitamos dormir?

¿Por qué?

Explicar esto ha sido increíblemente difícil, y aún hoy no hay consenso sobre el tema. Hasta el momento se manejan varias hipótesis:

  • El sueño como una adaptación para que los animales permanecieran quietos en un lugar seguro, lejos de los depredadores. Esto, aunque podría tener sentido, no tiene en cuenta que mientras duermen los animales son, de hecho, más vulnerables.
  • El sueño como un mecanismo para modificar la memoria: fortalecer los recuerdos importantes y destruir aquellos que no lo son. Esta, en efecto, es una de las cosas que ocurre mientras dormimos, ¿pero podría ser la causa primaria de nuestra necesidad de dormir?
  • El sueño como regeneración física y neuronal, única manera de reponer las conexiones neuronales. En este caso, la pregunta real es ¿por qué sigue siendo necesario el sueño? Una segunda variante habla de la importancia del sueño en la expulsión de las toxinas que afectan al cerebro.

Onírico

Algunas teorías tienen sentido, pero no encajan del todo con las evidencias. Por ejemplo: si el tema de las conexiones neuronales fuera prioritario, los animales con cerebro más grande dormirían más tiempo. Y muchos animales como los felinos, los koalas o los perezosos duermen mucho más que nosotros. Si el tema fuera de adaptación para permanecer quietos o seguros, deberían dormir más animales pequeños, pero esto tampoco es necesariamente cierto. Al final, podría ser una mezcla de todos los factores.

Pero ¿y si no? Sería interesante por un momento olvidar el papel del sueño y pensar en el papel de los sueños, aquellos eternos compañeros que siempre están con nosotros en la noche, así no siempre podamos recordarlos. ¿Y si el objetivo del sueño fuera, más bien, ejercitar aquella parte del cerebro, entrar en contacto con lo incomprensible?

En el caso de los seres humanos, algunas evidencias le apuntan al posible aprendizaje que logramos en medio de la noche. Esto, claro, no sería la causa primaria del sueño sino una consecuencia afortunada, pero podría haberlo convertido en algo más importante de lo que era, en un portal a nuevas ideas y, ¿por qué no?, a mundos que no conocemos.

No sabemos cuáles son las causas del sueño animal, biológico, pero no sobra recordar que el sueño humano es y siempre ha sido un contacto con lo divino, con lo trascendente. Quizás hemos buscado mal y es allí donde está su verdadera importancia.

Fuente de imágenes: 1: mirror.co.uk, 2: medscoopdaily.com, 3: livelovefruit.com