La personificación es un figura literaria y poética que consiste en atribuirse a seres inanimados (como piedras, cosas, mesas, sillas, etc.), así como a animados (como plantas o animales) características que, por su condición, no pueden realizar y que es más bien propio de las pesonas.
10 ejemplos de personificación
En este sentido, personificar, significa hacer semejante a una persona, o como una persona. En este orden de ideas, las piedras pueden hablar, las plantas pueden cantar, etc. En las fábulas, en los cuentos para niños, en la literatura infantil es muy común el uso de estos recursos.
Pero vemoa algunos ejemplos de ello:
La tierra está llorando.
Vamos callando.
(Pablo Neruda)
En este caso se le ha atribuido a la tierra la capacidad de llorar, algo que realmente no puede hacer, y que sólo lo hacen los seres humanos (bueno, y a veces los animales también lloran cuando tienen un dolor… sí los he visto llorar por la pérdida de su ser querido).
Cómo canta la zumaya
¡ay, cómo canta el árbol!
(Federico García Loca).
Similar cosa ocurre ne este caso, pero ahora ya no llora la tierra sino que canta el árbol.
Pero si la cuestión es de crear nuestras propias personificaciones, está muy fácil ¿que cosas puede hacer un humano? Por ejemplo: cepillarse los dientes, peinarse el cabello, hablar, gritar, correr, descanzar. Pues bien, intentemos ahora poner esto en cosas inanimadas, en plantas o animales:
La tortuga me dió entonces este sabio consejo:
La felicidad no está en el exterior, sino en el interior.
Entonces nos abrazamos y lloramos.La piedra ignea se cepilla los dientes,
cada mañana al salir el sol se cepilla y luego danza.
¡Cómo me gusta ver esa danza y su risa blanca!
En ambos parrafos hemos dispuesto de doble personificación ¿si puedes identificar cuales son?
Asi corren los árboles por el viento, así corren, con sus cabellos henchidos de aire.
¿Hermosa personificación, verdad?
Vemos las tres faltantes:
El perro se sentó a la mesa y se puso a comer. Estuvieron hablando como dos grandes amigos.
El banano se puso dichoso cuando la piña le dijo que era hermoso.
El viento le hizo una venia y dejo de soplar para cederle el paso.