En el reino animal, encontramos especies sorprendentes, con habilidades asombrosas. Sin embargo, hay unos mejor dotados que otros para la subsistencia, que los hacen vivir con tranquilidad. Entre ellos y por sus condiciones, se ha seleccionado al “animal más feliz del mundo”. Veamos de cuál se trata:
Dotado de un cuerpo hábil y resistente
Es un marsupial cuyo tamaño es similar al de un gato, llamado el quokka, pariente de la familia de los canguros, cuyo cuerpo tiene una apariencia rechoncha, pero en realidad tiene una agilidad muy desarrollada. Su habitad es en Australia occidental, en lo que corresponde a la isla de Rottnest. Su dieta es completamente vegetariana y le encanta la noche para vivir y dormir en el día.
Mide en promedio, 50 centímetros de largo y tiene un peso aproximado de 4 kilos. El tamaño de su cola es de 27 a 31 centímetros. Su pelaje tiene un color grisáceo y varía con castaño oscuro, algunos con reflejos rojizos. Tiene la capacidad de soportar varios días sin comer ni beber absolutamente nada, pues puede almacenar una considerable cantidad de sus desechos, de los cuales extrae más energía como un modo de reciclaje.
La cola y las patas lo ayudan a trepar y a escabullirse en túneles
Con los movimientos y la contextura de la cola, les es muy fácil trasladarse por medio de unos túneles que escava, mismos que le permiten huir de sus depredadores y encontrar alimento. Sus patas también son muy hábiles y lo ayudan a trepar por los árboles pequeños.
El quokka vive en comunidades que oscilan entre los 30 y 160 de estos marsupiales, comandados por los machos alfa, en los que se presentan continuamente peleas por la territorialidad. Se gestan en la hembra en un periodo de un mes, pero esta solo puede concebir dos veces por año. Más o menos viven de cinco a seis años.
A lo largo de las primeras 27 semanas de su existencia, el pequeño permanece en el marsupio y la madre lo amamanta por dos meses y medio más, luego de que sale de la bolsa. Lamentablemente, hoy se consideran en peligro de extensión, debido a la cantidad de depredadores que cada vez aumentan más, como dingos, perros, gatos, zorros, entre otros.
A veces sonríe
Prefieren sobre todo, las zonas húmedas y de climas cálidos, intentando permanecer cerca de fuentes hídricas, dentro de bosques y grandes selvas. Aparte de hierbas les gusta también las frutas y tienen un sistema digestivo, que se basa en la regurgitación, en el que tragan entero, procesan la comida, luego la devuelven y comen el bolo resultante.
Debido a sus circunstancias adversas, las autoridades ambientales han intentado proteger a estos animales en la Isla de Rottnest, imponiendo fuertes multas a los australianos que los lleguen a molestar. Este pequeñín es muy amistoso con las personas y pareciera vivir feliz todo el tiempo, pues incluso a veces sonríe. Vive sin temor a la gente y se le acerca a curiosear. Por ese motivo, ha sido muy fácil tomarle fotografías.
Imagen: wikipedia.org