La pasta es una comida autóctona de Italia. A muchos les encanta la buena pasta, y más si tiene bastante queso. Pero cuando vas pasando por al frente de la fábrica y notas que en la vitrina hay un féretro con un difunto en su interior, de seguro el apetito se borra inmediatamente. Esta es la historia de “el ataúd con un cadáver que apareció en una fábrica de pastas”.
El féretro estaba abierto y se veía un difunto
En julio de 2016, en la ciudad de Barracas, Argentina, los transeúntes del barrio porteño se llevaron una gran sorpresa, cuando al pasar por el frente de una industria de espaguetis y otro tipo de pastas, se encontraron con que un cadáver yacía en un ataúd, exhibido en la vitrina del local. La puerta del féretro se hallaba abierta, se podría decir que en cámara ardiente, como si fuera un velorio.
Entonces los vecinos y curiosos comenzaron a amontonarse frente al establecimiento, que un tiempo atrás había cerrado sus puertas. La aglomeración fue tal que los medios de comunicación se vieron atraídos a este sitio y lograron entrevistar a la hija de la señora que yacía en aquel ataúd. Lo primero que advirtió, fue que el velorio duraría un año y ahí sí procedería a enterrar a su difunta madre.
Pastas Don Cosme
La fábrica llevaba por nombre “Don Cosme” y fue muy famosa durante muchos años en aquella región argentina. Fue creada por un italiano que llegó en el siglo XX a esos territorios y era precisamente, el esposo de la mujer que estaba siendo velada en público. De hecho, cuando este hombre murió, también tuvo un velorio idéntico al que se estaba realizando.
De acuerdo con la hija, estaba cumpliendo con la última voluntad de su progenitora y prosiguiendo con una tradición familiar. La mujer solicitó a los medios ocultar su identidad, por el respeto a su dolor y a la familia.
Sin embargo, fueron varios días los que estuvo expuesto el ataúd y el cadáver, hasta que por la cantidad de curiosos y finalmente una denuncia, las autoridades policiales ingresaron en un operativo a la fábrica, de donde sacaron el occiso y le dieron cristiana sepultura. «Somos gente honesta, trabajadores. Mi papá trajo un gran capital a la Argentina», exclamaba indignada, la hija de la anciana fallecida.
Imagen: diario25.com