Valle de la Muerte
Ubicado en California (Estados Unidos) se encuentra uno de los lugares más calientes, áridos e inhóspitos del mundo: el Valle de la Muerte. Considerado por la comunidad científica como el lugar más caliente y árido del mundo, el Valle de la Muerte es un desierto en el que nunca llueve y en el que la vida prácticamente no existe.
Pero aún en medio del infierno – o lo más parecido a él que tenemos en la Tierra – sobrevive una criatura. Conocido como “Cachorrito del hoyo del diablo”, se trata de un pez que tiene el dudoso honor de ser el pez más raro del mundo
El cachorrito del hoyo del diablo
El pez en cuestión habita en unas diminutas cuevas que de manera casi milagrosa mantienen constantemente una reserva de agua. Se trata de una estructura de piedra caliza conocida como el “Hoyo del Diablo”.
En ella habitan un puñado de peces de la especie Cyprinodon diabolis. En la actualidad quedan unos 50, pero se calcula que en el pasado – cuando el nivel del agua era ligeramente superior – podían existir hasta 400. Los análisis que se han realizado indican que todos y cada uno de estos pececillos han nacido, procreado y muerto en un pequeño charco de apenas 3 metros de ancho y 6 metros de largo. Podríamos compararla con la salita de una casa relativamente pequeña.
El pez, de acuerdo con las evidencias geológicas, habría aparecido cuando una población de peces quedó aislada en esta cueva hace unos 60.000 años. Aunque por algún tiempo se pensó que quizás la especie había sido introducida en un tiempo más reciente por los aborígenes, los estudios del ADN de la criatura revelaron que, en efecto, se separó de sus parientes más cercanos aproximadamente hace 60 milenios. Esto indica que, en efecto, lleva viviendo todo este tiempo en una diminuta cueva.
En el pasado, la conservación del pececillo llevó a enconados debates que terminaron con sentencias de la Corte Suprema de los Estados Unidos en las que aquella criatura terminó por primar sobre los intereses empresariales y se prohibió cualquier tipo de extracción de aguas subterráneas que pudiesen amenazarla. Fue un caso inédito en los Estados Unidos (ocurrió en 1966) y sirvió para que posteriormente se comenzara a proteger a otras especies en peligro.
En la actualidad los conservacionistas se esfuerzan por evitar que los peces desaparezcan del todo, ya que de por sí su población es preocupantemente pequeña. Queda por ver si el cambio climático que se cierne sobre el mundo será el final de esta criatura tan poco común.
Imágenes: 1: coldsplinters.com, 2: reef2rainforest.com
