En un documental, un hombre declarado como caníbal, explica y detalla a qué le supo la carne humana, cuando cocinó el cadáver de un hombre y luego se lo comió. Veamos su historia.
“Sabe bien. A cerdo, aunque un poco más ácida y fuerte”
Se trata de Armin Meiwes, natural de Rotemburgo, Alemania. En el año 2001, recibió una fuerte condena por haberse comido literalmente, a otro ser humano. Cuando los medios lo entrevistaron, él se inclinó por contar los detalles del sabor de la carne de aquella víctima mortal “Sabe bien. A cerdo, aunque un poco más ácida y fuerte”. De ese modo lo definió.
El documental, subudo en Youtube, explica los pormenores del horrible asesinato caníbal, cuya víctima fue un hombre identificado como Bern Brandes, mismo que se ofreció en la web para que Armin hiciera eso con él, en marzo de 2001.
Brandes sufría de fuertes depresiones, frecuentemente. Entonces, se enteró por internet de los experimentos caníbales que realizaba Armin Meiwes, y le manifestó que quería morir y que una buena forma, sería como cena de un caníbal. De tal modo que acordaron una cita en una casa. Posteriormente, Brandes bebió a voluntad, pastillas que lo hicieron dormir, con algo de licor antes de él mismo, cortar su propio miembro viril.
Una carnicería completa en una «eutanasia asistida» a modo caníbal
En seguida de haberse amputado el pene, Armin lo puso a freír en un sartén y luego se lo comieron entre los dos. Así hicieron con otras partes del cuerpo de Brandes. “Freí un un trozo de carne, una pieza de su espalda hecha con lo que llamé patatas princesa y coles. El primer bocado, por supuesto, fue muy extraño. Fue un sentimiento que no puedo describir. Había pasado más de 40 años esperando por él, soñando con él”, narró con total naturalidad este caníbal de la modernidad.
Después de haber cortado varios pedazos, todavía estando vivo Brandes, Meiwes decidió apuñalarlo e introducir el cadáver a la bañera, donde fue cortando trozo por trozo hasta devorarlo. Pero el banquete no fue sólo ese día, sino que duró cerca de 10 meses para comérselo por completo.
La confesión ante los medios
Para Meiwes todo se trató de una gran hazaña, que quiso que todo el mundo lo supiera. Por esa razón, colaboró naturalmente con todos los medios de comunicación interesados en ese caso, visto por muchos como demoniaco y demencial. Inclusive, facilitó a la prensa diversas imágenes sangrientas del proceso de desmembramiento del occiso, que todos los medios prefirieron obviar por el alto impacto que producen.
Finalmente, Meiwes fue condenado a pasar 8 años de prisión desde 2004, saliendo en libertad en 2012. Recién fue capturado, negó todos los cargos, pero luego pareció relajarse al extremo, entusiasmado de que el mundo lo conociera. Su abogado alegaba que la ingesta del cadáver era una “eutanasia asistida”, ya que Brandes quería morir. Para aquel entonces, el caníbal contaba con 40 años de edad y manifestaba que había cumplido al fin, una de sus más deseadas fantasías.
Imagen: criminalisticarufinocuervo.blogspot.com