La leyenda del castillo hundido
Cuenta la leyenda que el gran conquistador Alejandro Magno se encontraba viajando por tierras asiáticas cuando encontró una ciudad con un magnífico castillo, a las orillas del Mar Caspio, el mayor lago interior de la tierra. Los pobladores del lugar se negaron vehementemente a rendirse ante los pies y se acuartelaron en su ciudad, protegida por la poderosa construcción. Alejandro acudió entonces a su maestro, Aristóteles, quien le hizo notar que la ciudad se encontraba bajo el nivel del mar y que solo una gran roca protegía al lugar de la inundación. Con la ayuda de sus mejores científicos, desarrolló un líquido capaz de derretir la roca, que entonces cedió ante el mar e inundó la ciudad… junto con su castillo.
Otra leyenda habla de la reina Sabayil, gobernante de la ciudad, quien un día vio un apuesto hombre nadando en dirección a la ciudad y se enamoró de él. El hombre, quien se llamaba Zegh, se enamoró a primera vista de la reina y el amor entre ambos creció durante algún tiempo. Este amor le daba su fuerza al esposo de la reina. Pero un día, Zegh se enamoró de otra mujer y esto le quitó toda su fuerza. Un día, mientras nadaba en dirección a la ciudad, el oleaje lo consumió ante los ojos de Sabayil, quien jamás pudo superar su pena y decidió ahogarse en el mar, junto a su prometido. La fortaleza se nombró tras su reina perdida, y eventualmente siguió el destino de su gobernante (aunque no se aclara cuando)
El castillo en cuestión se ubica en las costas azerbaiyanas del Mar Caspio, lugar en el que se han ubicado centenares de sociedades diferentes, desde los nómadas turcos y mongoles al nororiente hasta los persas y armenios al sur, pasando por los mercaderes rusos que desde el norte recorrían las rutas comerciales del gigantesco lago. Quizás por esto en la región abundan los relatos alusivos a ciudades perdidas en las costas del mar.
En esta ocasión se trata del Castillo de Sabayil, una construcción medieval que posiblemente se terminó en torno al año 1222 y que, se calcula, duró algo más de un siglo antes de hundirse bajo las aguas por causa de un terremoto. La isla en la que se encontraba desapareció bajo los mares por varios siglos y el castillo se perdió en lo profundo de las aguas: hoy apenas si quedan algunos vestigios que recuerdan su magnificencia.
El misterio de la construcción
Lo más interesante es que no se sabe realmente quién construyó el castillo, ni con qué objetivo. Una inscripción (de las pocas que permanecen) indica su fecha de construcción, aunque podría ser anterior. Pese a una extensa investigación, de más de 30 años, el Instituto de Historia y la Academia de Ciencias de Azerbaiyán fueron incapaces de determinar la procedencia y el uso de la estructura. Hasta el día de hoy, el castillo permanece un completo misterio.
Alrededor del castillo se encontraron una serie de grandes paneles con inscripciones persas y arábigas e imágenes de humanos y animales (caballos, perros, bueyes, camellos e incluso criaturas mitológicas). De acuerdo con las inscripciones que pudieron encontrarse, Fariburz bin Garsasb y Xassif An-Nasir fueron los Sirvanshahs o gobernantes en los tiempos en los que se construyó la fortaleza, pero algunos académicos afirman que las inscripciones fueron malinterpretadas.
Al final, el castillo de Sabayil terminó por hacer honor a todas sus leyendas: ni sus orígenes, ni su objetivo ni su desaparición están del todo claros. ¿Qué otra estructura misteriosa conoces?
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