Para nosotros el baño es un lugar casi sagrado: parece que incluso los espectros así lo respetaran. Pero en Oriente no es así, Japón tiene su propio fantasma que habita exclusivamente en el baño y en Bangladesh parece ser que las almas en pena prefieren morar en estos lugares.

Algunos casos de baños encantados

El caso más reciente ocurrió en mayo del presente año. Las consecuencias fueron bastante serias: una niña de 11 años fue trasladada a un hospital poco tiempo después de usar el baño, y diez niños pronto seguirían sus pasos. Aunque la niña fue la única en morir (para tragedia del colegio) de inmediato se cerraron las instalaciones y comenzó una investigación.

Cuando las autoridades fueron incapaces de determinar el origen de los problemas, algunos locales recordaron que años antes había un fantasma que habitaba una palma justo en el lugar donde se edificaron los baños. Un ritual para limpiar el sitio bastó para que el incidente jamás volviera a repetirse.

Algo semejante ocurrió dos años antes, aunque a una escala un tanto mayor. Todo comenzó cuando una trabajadora enfermó tras ingresar a un baño: aunque no pareció particularmente asustada, comenzó a asegurar que había sentido algo allí que era la causa de su enfermedad. Pronto, más trabajadores se contagiaron de esta “gripe fantasmal” y el asunto derivó en una huelga y una turba que destruyó los baños que consideraban culpables. La cosa no se calmó hasta que los dueños de la fábrica contrataron algunos líderes espirituales para que “limpiaran” el lugar.

Aunque aquí nos parezca cosa de risa, en Bangladesh se toman muy en serio el asunto de los inodoros fantasmales. Pero ¿por qué los fantasmas de aquella región prefieren estos lugares tan… peculiares?

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