Entre los distintos actos comunicativos, se conoce con el nombre de Debate a la comunicación expositiva que ocurre entre dos hablantes, a fin de intercambiar sus argumentos, generalmente opuestos, sobre un tema determinado, a fin de dejar en claro su postura, y con el objetivo de fortalecer sus capacidades discursivas, así como de análisis y argumentación.
Formatos de debates
Aun cuando el debate por sí solo no está atado necesariamente a aspectos o contextos formales, sino que puede surgir de forma espontánea, entre dos o más hablantes, en torno a un tema específico, su ejercicio si tiende a ser normado, a fin de enseñar a los participantes las técnicas de discusión y argumentación más efectivas. Igualmente, algunas áreas de la vida como la Ciencia o la Política usan el debate como una técnica de comunicación fundamental, en el intercambio de saberes y el abordaje de temas sobre los cuales no hay una postura única y mayoritaria.
Es así como a partir de estas experiencias formales, los involucrados u organizadores se dan a la tarea de escoger cuál será el método formal más adecuado para la realización del debate, usándose casi siempre dos formatos o métodos básicos de debate, los cuales se explican brevemente a continuación:
Formato Karl Popper
Es uno de los métodos más usados, sobre todo en el área escolar o en procesos de formación, en los cuales se busca fortalecer la capacidad comunicativa y expositiva de los involucrados. Básicamente se trata de dos grupos, cada uno de los cuales asume el reto de defender u oponerse ante una proposición o tema específico. En consecuencia, una vez iniciado el debate, cada uno de los participantes tendrá la oportunidad de plantear su posición básica. Igualmente, en tiempos que no deberían superar los ocho minutos de duración, los participantes entran en un intercambio de ideas, en donde cada uno aborda, a fin de contradecir o refutar, los argumentos del contrario.
Finalmente, la audiencia tiene oportunidad de establecer preguntas, dirigidas al participante o grupo que desee. Este debate no busca llegar a ninguna conclusión, siendo cada persona del público, quien saca su propia conclusión en privado. Sin embargo, de estila considerar como ganador al grupo que mejor haya podido defender su argumento, sin que esto quiera decir que su posición sea la que se imponga. Este formato de debate fue bautizado en honor al filósofo Karl Popper.
Formato Lincoln-Douglas
Por otro lado, se encuentra este formato de debate, el cual por lo general es usado en contiendas políticas o filosóficas. De hecho su nombre refiere a su origen, pues fue el formato utilizado en Estados Unidos, en el año 1858, entre los candidatos presidenciales Abraham Lincoln y Stephen A. Douglas, y en donde ambos políticos sostuvieron una discusión argumentativa y pública sobre sus propias posturas hacia temas como los valores patrios y morales, así como sobre la esclavitud. A pesar de que Douglas fue el candidato ganador en las elecciones presidenciales, realmente el ganador de ese debate fue Abraham Lincoln, quien tuvo una excelente argumentación de sus posturas antiesclavistas.
En cuanto a este método o formato de debate, los especialistas indican que la primera característica es que prescinde de grupos, sino que se basa en el debate entre dos personas. Así mismo, el debate no abarca temas científicos o filosóficos, sino que se desarrolla en base a los valores de cada uno, y su capacidad de defenderlos y justificarlos. Así mismo, las fuentes especializadas indican que este tipo de debates consta de al menos siete partes, divididas de la siguiente forma:
- Las dos primeras: dedicadas a que cada participante, en un tiempo previamente acordado exponga su discurso argumentativo, en el cual dé cuenta de su postura sobre el tema.
- Las tres siguientes: posteriormente, cada participante tendrá la oportunidad de exponer también un discurso de refutación, que venga a señalar los argumentos de su contrario a los cuales se opone.
- Las dos últimas: finalmente, el debate que se lleve a cabo con este formato tendrá dos partes, en las cuales los participantes tienen la oportunidad de hacerse preguntas cruzadas.
¿Cómo se organiza un debate?
Siendo un ejercicio apasionante para algunas personas que disfrutan de poder organizar un discurso contundente en base a sus argumentos, los debates pueden organizarse en distintas circunstancias, siempre y cuando se sigan algunos pasos que pueden garantizar su feliz desarrollo. En este caso, se podrían señalar los siguientes como las fases que deben seguirse a la hora de realizar un debate:
- Los interesados en participar deben decidir cuál será el tema objeto de debate.
- Posteriormente, el número de interesados se dividirá en dos grupos, según las afinidades o intereses de cada uno.
- Seguidamente, cada grupo –que no debe ser mayor a cinco participantes para no hacer tan extensa la discusión- decidirá de qué lado quiere estar, si apoyando o refutando una postura.
- Decidido esto, cada equipo entra en la tarea de prepararse para el debate, lo cual consiste en investigar el tema, repartirse los puntos, y generar las hipótesis y tesis de cada uno de ellos.
- Superado esto, y con ayuda y guía del coordinador (quien también debe prepararse en el tema y hacer una breve exposición sobre el tema, de forma general y sin fijar posiciones) y en presencia del auditorio, se da inicio al debate, el cual se guiará según el método que haya elegido.
Es importante señalar que pese a ser un intercambio de ideas entre posiciones opuestas, el debate es una técnica comunicativa civilizada, que busca desarrollarse en el más estricto respeto de las normas del buen hablante y el buen oyente, así como respeto a cada uno de los presentes, tanto participantes como personas del público. En este sentido, las exposiciones y refutaciones deben hacerse siempre con un tono de voz adecuado, sin buscar herir al oponente, apegado a las normas cívicas de convivencia y sin darle un matiz personal a un ejercicio intelectual y comunicativo. Así mismo, se debe ser consciente de que el objetivo último del debate no es ganar, pues ninguna de las dos posiciones puede hacerlo, pues es cada uno de los individuos del público los que sacan sus propias conclusiones.
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