Por internet, han surgido muchas historias fantásticas sobre viajes en el tiempo, a otras dimensiones, a otros planetas, otros mundos, etc., muchos de ellos con un buen nivel de credibilidad por los nuevos descubrimientos de la Ciencia Cuántica. Pero también, muchos son grandes fraudes, aunque con tono creíble. Una de esas historias es la del “hombre que viajó a otra dimensión”. Verdad o no, este es su relato:
Un genio prodigio
Realmente, no es la única historia de hombres que pueden entrar a otra dimensión, pero sí una de las más famosas. La protagoniza un sujeto llamado Gustav Ferdinand Voc Kelps, un brillante físico que desde pequeño era todo un genio en las matemáticas, la física y en casi todo en la vida.
Supuestamente, nació en Nuremberg, en 1905, en medio de una familia adinerada, que desde temprana edad lo estimuló a desarrollarse en esos campos de la Ciencia. En el colegio siempre fue el mejor académicamente. Su abuelo también era experto en matemáticas y cada día lo ilustraba en esa área, de modo avanzado. El joven siempre quería aprender más y más, pues era un niño genio.
De acuerdo con el relato que se viralizó, cuando tenía 14 años de edad, diseñó un objeto que era capaz de arrojar una bola luminosa, 50 metros a la distancia. Una noche, sus padres temiendo que este aparato fuera un peligro para todos, lo robaron de su habitación y lo destruyeron.
Era un personaje solitario y gozaba pasando el tiempo en su propio laboratorio en la casa. Casi no contaba con amigos y la lectura era su mayor placer. Cuando llegó a cumplir los 25, sabía más que cualquiera de sus docentes universitarios, mismos que muchas veces fueron desafiados y corregidos por Gustav, sin la capacidad de refutarle nada, porque todo lo que indicaba era correcto.
Casi pronto a cumplir los 27, estaba totalmente obsesionado con la Mecánica Cuántica, la Filosofia, la materia, el tiempo y el espacio. Descubrió que se podía combinar perfectamente, el electromagnetismo con la relatividad general.
Su partida extranormal
Pero en 1942, llegaría su hora final en este mundo. De acuerdo con los reportes, Ferdinand al salir un día de su trabajo, se encerró en su laboratorio privado, por donde se emitieron rayos fulgurantes sin precedentes de color violeta, ocasionando todo un estruendo supernormal alrededor de ese lugar y desapareció de la faz de la tierra.
Los vecinos del sector testificaron el tremendo acontecimiento, detallando que se había escuchado un fuerte zumbido que les dejó doliendo la cabeza y como en otro estado, al mismo tiempo que la explosión los lanzó volando varios metros. Las autoridades no podían creerlo. Cuando ingresaron a su vivienda, el laboratorio estaba intacto, con tan sólo unos cuantos vidrios rotos, pero el cuerpo del físico no aparecía por ningún lado. Desapareció por completo.
Pero meses más tarde, los nuevos habitantes de esa vivienda, denunciaron que a través de las paredes aparecía una cabeza que les hablaba y cuando vieron las fotos del físico, lo identificaron como el mismo que se les presentaba en la pared y a veces les decía: “buenos días” y desaparecía al instante.
Habría descubierto la clave para entrar a otro plano
En vista de todo lo ocurrido, las autoridades decidieron llamara un grupo de científicos para desentrañar una explicación lógica a lo que estaba aconteciendo. Ese equipo investigativo concluyó que Gustav, de alguna forma, pudo encontrar la clave para ingresar a otra dimensión y que por ello, no se había hallado su cuerpo.
Estos científicos aseguraron que el físico genio está vivo en otro plano dimensional y que juega a aparecerse en su antigua casa. Cierto día, uno de esos investigadores resultó viéndolo con sus propios ojos y hasta Gustav le preguntó: “ ¿Lindo día para descubrir cosas nuevas, no? Y se esfumó en un segundo. En otra oportunidad que lo vieron, le alcanzaron a preguntar por su localización, ante lo cual respondió: “no se preocupen por mí, yo estoy en un lugar que ustedes tarde o temprano descubrirán y una vez que lo visiten… no querrán volver”.
La realidad de la historia
Pero la verdad es que esta historia fue relatada a través de un foro, en el año 2008 y el autor del mismo, identificado como Draco, expresa que ni si quiera sabe de dónde obtuvo esa información, pues dice que no recuerda la página donde lo leyó. Inclusive, la foto que puso como si fuese el físico protagonista, era en realidad un músico llamado Jean Sibelius. Todos estos detalles indican claramente un fraude, pero que fue creído por cientos de usuarios en la web.
No existen datos que prueben que en alguna parte haya existido Gustav Ferdinand Von Kelps. Por su parte la Comunidad Científica rechaza totalmente, la veracidad de este cuento y algunos dicen que de haber existido una máquina capaz de transportar a alguien a otra dimensión, por lo menos se hubieran encontrado los planos, pero también hay quienes afirman que lo hacen ver como un fake, para encubrir el proyecto secreto y que no sólo existe un aparato de esta índole, sino varios y en diferentes partes del mundo, por onde militares y otras personas viajan en las dimensiones del espacio.
Imagen: despiertacordoba.wordpress.com