El cráter de Patomski
La gran región perdida de Rusia
La vastedad de Siberia está más allá de la imaginación humana. Miles y miles de kilómetros de taiga y tundra, de sabanas y bosques boreales apenas con un puñado de seres humanos para habitarlos. Se trata de una de las regiones más alejadas del planeta, comparable solo a los océanos o a la gran selva del Amazonas.
En un mundo en el que todo parece estar en algún mapa, regiones como estas siguen demostrando que el futuro aún nos depara misterios y que el mundo es mucho más grande de lo que creemos. En Siberia se encuentran muchos misterios, uno de los más interesantes siendo el gigantesco cráter que se encuentra en la remota región de Irkutsk.
El descubrimiento del cráter gigante de Siberia
La historia del cráter (al menos, en los anales humanos) comienza en 1946, cuando el geólogo soviético Vadim Kolpakov comenzó una larga travesía para cartografiar y estudiar las regiones más remotas de Rusia y crear un mapa geológico de la región. Cuando llegó a las estribaciones más septentrionales de la región de Irkutsk los nativos comenzaron a advertirle sobre un lugar maligno, escondido en las forestas, que era conocido por el pueblo Yakut como “el nido del Águila de Fuego”. De acuerdo con las historias que le narraron al geólogo, la maldad del lugar se sentía a tal distancia que incluso los animales lo evitaban: era una región desprovista de vida.
Kolpakov era un hombre de ciencia y difícilmente iba a verse disuadido por los relatos de los habitantes rurales, por lo que enfiló pronto hacia el lugar descrito con curiosidad más que temor. Al llegar a las inmediaciones ascendió a una colina para encontrarse con algo que lo dejó sin habla:
“Cuando vi el cráter por primera vez pensé que había enloquecido debido al calor. Pues, indudablemente, un monte de forma casi perfecta y del tamaño de un edificio de 25 pisos con un corte en la parte superior es, sin duda, un descubrimiento inesperado”.
El cráter en cuestión tiene 80 metros de altura y 150 de diámetro, y consiste más en una montaña con un anillo en la parte superior. Aunque parecía ser un volcán, un rápido análisis reveló que este no era el caso y con el tiempo se supo que en la región no hay volcanes activos desde hace varios millones de años. El cráter se bautizó como Patomski, por un río cercano a la región.
Las personas ilustran el tamaño del cráter
Más información misteriosa del cráter de Patomski
Los árboles aún no habían colonizado las orillas del cráter cuando Kolpakov llegó a él, y el viento no había terminado de asentar la tierra. Por esta razón el geólogo calculó que la estructura no podía tener más de 200 o 250 años. Sin embargo, poco más fue capaz de elucubrar con respecto a su construcción.
Es poca la información que se tiene sobre la región. En 2005 otro académico decidió llevar una expedición al lugar: se trataba del profesor Eugeny Vorobiev, quien organizó un viaje con el objetivo de obtener muestras y desvelar de una vez por todas el misterio del cráter. Sin embargo, mientras se encontraba caminando hacia el lugar el hombre sufrió de un masivo ataque al corazón y cayó muerto en el acto. Sus compañeros no pudieron más que recogerlo para llevarlo a un hospital cercano (a donde llegó sin vida), y la expedición se canceló. Por supuesto, los doctores afirmaron que se trató de un infarto ordinario, pero este suceso aumentó los rumores que existen sobre este lugar.
Algunos estudios han indicado aparentes sinsentidos. El más importante fue un análisis realizado hace ya una década en el que aparecía un objeto increíblemente denso a unos 200 metros de profundidad del cráter. El material y el tamaño preciso del objeto no fueron determinados, por lo que estas conclusiones no hicieron más que aumentar el aura de misterio que rodea este lugar. El objeto no solo es muy denso, sino que parece generar una leve anomalía magnética en los alrededores del cráter.
Estructuras extrañas en el cráter
Otra evidencia intrigante le apunta al rápido crecimiento de los árboles en torno al cono. Un análisis de los anillos indicó etapas de crecimiento anormalmente rápido, un fenómeno muy poco común y que ha sido documentado en pocos lugares alrededor del mundo… entre ellos, Chernóbil. Por supuesto, la hipótesis principal habla de una fuente de radiación oculta bajo la tierra y de la posibilidad de que, sea lo que sea que hay allí, tenga una fuente de energía que funcionó a toda potencia hace un siglo o más, pero hoy está agotada.
Las teorías sobre el cráter de Patomski
Igor Simonov, del Instituto de Problemas Mecánicos de Moscú, ha realizado varias simulaciones para determinar cómo podría haberse creado un cráter así. Sus conclusiones han sido polémicas, pues de acuerdo con el científico la única manera de crear un cráter así por un impacto es mediante el choque de un objeto extremadamente denso a una gran velocidad. Cuando le preguntaron qué objeto podría haber causado algo así su respuesta fue la siguiente:
“En la tierra este material no está disponible, pero podría estarlo en algún lugar del espacio”.
Por supuesto, muchos dan por hecho que se trata de un Ovni o de una antigua construcción alienígena. Otros, por su parte, hablan de proyectos secretos de la Unión Soviética que se ocultaron bajo una montaña de tierra, y un grupo más habla de la explosión del bólido de Tunguska como la posible causa: el cráter se encuentra al oriente y podría ser consecuencia de un trozo remanente de este objeto misterioso.
Nadie sabe realmente qué hay debajo del gigantesco como. ¿Qué teoría propondrías tú?
Fuente de imágenes: granmisterio.files.wordpress.com, 2: i.dailymail.co.uk, 3: hague6185.files.wordpress.com