Océano
El océano, por su gigantesco tamaño, es sin lugar a dudas el territorio de nuestro planeta que más sorpresas esconde. Además de los gigantescos animales que en él habitan, contiene formas de vida que podrían casi parecernos venidas de otro planeta.
El fondo oceánico es la región menos conocida de la Tierra, y de hecho sabemos más de la superficie lunar que de ella. Por esta razón, cada vez que un submarino desciende a los fondos oceánicos suele encontrarse con nuevas especies, nuevos grupos animales y en ocasiones con procesos biológicos completamente desconocidos en el pasado.
Esto fue precisamente lo que ocurrió en el año 2002, cuando un submarino que se encontraba a tres kilómetros de profundidad se encontró con una nueva especie de gusanos nunca antes vistos por la ciencia.
Fondo oceánico
La mayor parte de la cadena alimenticia marina comienza en la superficie. Únicamente allí las plantas, algas y organismos fotosintéticos pueden obtener la luz que necesitan para realizar sus procesos metabólicos. A partir de este momento aparecen animales pequeños que se comen estos organismos, animales más grandes que se comen los animales pequeños, y así sucesivamente.
Las profundidades, al estar aisladas de la luz solar, no tienen acceso a estos recursos. Algunas “islas submarinas” sobreviven con base en bacterias que convierten sustancias provenientes de erupciones volcánicas en productos útiles para la vida, pero son escasas y se encuentran únicamente donde la actividad volcánica garantiza la emisión constante de estas sustancias. El resto de las criaturas que habitan las profundidades necesariamente dependen de lo poco que caiga de arriba.
En ocasiones, un verdadero titán se precipita desde la superficie. Se trata de las grandes ballenas, que pueden pesar decenas de toneladas y servir de alimento a millones de seres el fondo marino. El descubrimiento que mencionamos hace unos minutos está relacionado, precisamente, con un gusano que ha evolucionado para alimentarse específicamente de los huesos de las ballenas.
El gusano zombie marino
Se trata del único animal conocido capaz de obtener nutrientes y energía exclusivamente a partir de los huesos.
En efecto, los huesos son quizás la parte más durable de cualquier animal. No es casual que la gran mayoría de fósiles que llegan a nuestros tiempos sean restos de huesos. Esto se debe a que la estructura de calcio es extremadamente dura y tiene muy pocos nutrientes dentro de ella, por lo que ninguna especie terrestre (ni siquiera los hongos, caracterizados por conseguir alimento en cualquier lado) se ha especializado en consumirlos.
Pero nada es imposible y los gusanos zombies consiguieron desarrollar las enzimas necesarias para disolver el calcio. Una vez ocurre esto, el hueso libera la grasa que se encuentra en su interior y unas bacterias que viven en la piel del gusano se encargan de digerirla. No está claro como el animal absorbe los nutrientes de las bacterias (pues no tiene estómago), pero se cree que encuentra alguna manera de digerirlas.
Los únicos que “taladran” el hueso son las hembras de la especie. Los machos, microscópicos, viven sobre la hembra para facilitar la reproducción. Cada uno de estos gusanos puede liberar millones de huevos al océano que durarán años a la deriva hasta que, por casualidad, terminen sobre el hueso de otra ballena.
Se calcula que estos gusanos aparecieron hace unos 100 millones de años, pues los huesos de reptiles marinos gigantes en esta época presentan perforaciones muy parecidas a las que actualmente aparecen en los huesos de ballena.
Fuentes:
- https://ocean.si.edu/ocean-life/invertebrates/zombie-worms-crave-bone
Imágenes: 1: ocean.si.edu, 2: vampyrefangs.wordpress.com