Para los soviéticos, esta fue la máscara de la muerte+
Pasado campesino
El gran francotirador de la “Guerra de Invierno” (que enfrentó a Finlandia contra la URSS desde 1940) nació el 17 de Diciembre de 1905 en Rautjävi, una provincia helada donde su padre le enseñó desde pequeño a sobrevivir por medio de la caza. Su familia era extensa y tenían que sobrevivir con los medios que tenían a mano.
El invierno nórdico es muy fuerte y las personas para sobrevivir tienen que salir de caza y enfrentarse a lobos, osos y otros animales salvajes. Su padre, un agricultor llamado Juho le enseñó cómo sobrevivir en el bosque, le enseñó a camuflarse y a disparar con gran puntería.
Pero como Simo era de complexión débil comparado con sus hermanos (sólo medía 1.60m) tuvo que especializarse mejor en la puntería que en la fuerza bruta. De adolecente aprendería esquí y tiro deportivo, convirtiéndose en campeón regional a los 15 años.
Su profesión en la Guardia Blanca
Finlandia había luchado fuertemente contra los comunistas en 1918, logrando preservar su unidad política, por ello su ejército tenía que ser muy bueno, ellos veían la posibilidad de una invasión por parte de los soviéticos. Fue cuestión de tiempo para que Simo se enlistara en 1925 y demostrara sus habilidades de francotirador.
Asombrando a todo su batallón, fue ascendido como reservista en la Guardia Blanca, una élite militar que había luchado contra los bolcheviques, de la cual Mijail Bulgakov escribió un libro llamado “La guardia blanca”. Este grupo militar era encargado de operaciones de riesgo y el entrenamiento era completamente secreto.
Cuando Simo fue recibido ahí no creyó que tendría que participar en ninguna acción bélica. Así, los años antes de 1939 vivió cazando en los bosques y llevando una vida de soltero la cual pasó en relativa calma.
Regimiento Jaeger 34
Con la terrible invasión del Wehrmacht a Polonia, la ofensiva rusa se desplegó contra Finlandia. La declaración de guerra venía precedida de que Finlandia no tenía un gobierno comunista y además tenía unas relaciones hostiles con los rusos. Los rusos habían resuelto invadir el país nórdico para hacerse con posiciones que consideraban necesarias para lo que se venía.
Simo fue enlistado para participar en la defensa del pueblo finés. Se le llevó al Regimiento Jaeger 34 donde tenía que defender la entrada del ejército ruso en el río Kolla. La superioridad numérica de los rusos era de cien a uno: las hostilidades iniciaron muy pronto.
La guerra comenzó en invierno, las temperaturas eran unas de las más bajas de la tierra y el ejército finés se preparó con lo que disponía. Lo primero fue hacer que los soldados fineses se camuflaran entre la nieve y buscaran acabar con el mayor número de rusos posibles. También se encargó a la Guardia Blanca defender a toda costa la entrada del enemigo.
Simu sorprendentemente armado con un rifle M/28 con mira telescópica empezó a cazar rusos como si fueran gacelas. El ejército ruso a pesar de su superioridad manejaba técnicas militares obsoletas y no comprendían bien la guerra en Finlandia. Creían que los fineses sucumbirían fácilmente pero la lucha fue atroz.
La Guardia Blanca rechazó las acciones militares rusas desde el primer día: saboteaban las redes de suministros, eliminaban a los oficiales con balas de francotirador y además no dejaban avanzar. Las ametralladoras finesas también hacían su trabajo y mermaban el trabajo de avance enemigo.
Pero además contaban con el poder de Simu, este hombrecillo se cargó más de 700 enemigos rusos con su rifle, diario mataba más de cinco unidades y empezó a volverse una leyenda para los fineses y un monstruo para los rusos.
Su puntería lo era todo. Simu no utilizaba tanto la mira telescópica pero tenía un pleno dominio de la mira normal del rifle, además no revelaba jamás su posición y se quedaba inmóvil sin respirar para no ser interceptado por la infantería. Las fuentes mencionan que se metía pedazos de hielo en la boca para que no vieran su respiración.
“Belaya Smert” (Muerte Blanca)
“Muerte Blanca” era el nombre por el que los rusos conocían a Simu. Las técnicas de combate de él eran distintas a sus compañeros, sabía preservar muy bien su vida y fue ascendido rápidamente por su oficial hasta llegar a ser Teniente. Él comenzó siendo un soldado raso más.
Sus condecoraciones lo hicieron conocido y los rusos crearon una estrategia para darle caza. Mandaban escuadrones de “Snipers” para matarlo, pero todos eran destruidos por las balas de Simu, sus reflejos le ayudaban a protegerse y su astucia y conocimiento del terreno hacían difícil para un francotirador encontrar su posición.
El día que le dieron de baja
En uno de los muchos enfrentamientos y cien días después de iniciadas las hostilidades, los rusos interceptaron la posición del héroe finés. Sólo le quedaban 13 compañeros y aún así defendieron tenazmente, sin dejar que se acercaran. Mataron a muchos hasta que una bala le voló la cara a nuestro Simu.
Aún así era una batalla épica. Más de 4000 rusos se enfrentaron a 32 fineses siendo acribillados por la excelente estrategia nórdica. Muchos de los soldados rusos intentaron acercarse a Simu pero no lo consiguieron por los refuerzos que acababan de llegar. Simu logró conservar la vida.
Lo malo fue que la bala le destruyó media cara y tuvo que pasar el resto de la guerra en el hospital. Muchas balas lo buscaban y él no se pudo defender de todas. Aun así vivió hasta sus 97 años en un hogar de veteranos en Helsinki (2002). Y cabe señalar que en el
Nunca se arrepintió de lo que hizo y siempre creyó firmemente que lo que hizo valió la pena, pues así salvó su país de un desastre eminente. Finlandia firmó luego la paz con Rusia perdiendo el 10% de su territorio, pero sin más vidas.
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