Desde edades muy jóvenes, todos queremos elegir y practicar la firma que nos va a identificar en cualquier documento. Así que hay libertad de elegir esa marca personal que se plasma con un bolígrafo y la que diversos expertos en psicología, afirman que describe mucho de la personalidad del individuo. Este es el caso de Jared Hyams, quien se aferra a firmar dibujando un pene.
Todo comenzó con un chiste
Primero, todo comenzó como un chascarrillo, pero luego se convirtió en toda una obsesión y un pleito legal. Un día en que Hyams tuvo que firmar un formulario para un procedimiento con la “Comisión Electoral de Australia”, se le ocurrió que sería muy gracioso si firmaba pintando un miembro viril masculino.
Al poco tiempo recibió diversas notificaciones de las autoridades, amonestándolo por su firma burlesca y prohibiéndole rotundamente, usarla de nuevo en cualquier documento oficial. De tal modo que Jared se empeñó en luchar por su derecho a la libertad total de elegir cuál firma lo identifica, batalla que duró cerca de 5 años enteros.
Toda una batalla que finalmente ganó
Pero él mismo quería ser su mismo abogado, así que se inscribió a una carrera universitaria en Derecho y luego, retó al gobierno de Australia. Intentaba defender el hecho de haber firmado diversos documentos con un pene, como su licencia para conducir, distintos carnés estudiantiles, la tarjeta de identidad, entre otros tantos.
“No entendía por qué estaban ofendidos o se lo habían tomado de forma tan personal”, confesó el hombre en varios medios. Además dijo que en un principio lo hacía porque le daba mucha risa al pensar la cara del que observara su identificación y que con el tiempo dejaría de hacerlo. Pero ante la imposición del gobierno, se aferró obsesivamente a mantener el pene como firma y hasta se hizo profesional en leyes para lograrlo finalmente.
Imágenes: trome.pe