Los genitales son una de las zonas más sensibles del hombre y cualquier golpe le afecta potencialmente produciéndole intenso dolor, razón más que suficiente para que ninguno quiera recibir algún golpe ahí.
Estas mismas razones harían creer que es imposible que algún hombre, con sus propias manos, se arranque los testículos. Sin embargo, algo así fue lo que sucedió a mediados de 2013 en el estado de Michigan, en Estados Unidos.
Se trata de un hombre, para entonces de 41 años de edad, que fue hallado a las afueras de un colegio gritando y sangrando. La policía logró dar con el paradero del hombre porque éste había roto algunas ventanas del colegio, lo que disparó las alarmas de la entidad.
El sujeto fue hallado en estado crítico y, según informan los agentes, gritaba cosas incoherentes. Se encontraba muy débil y podía haber muerto desangrado.
El hombre, se había literalmente, arrancado los testículos luego de comer algunas setas alucinógenas. Sin embargo, al parecer, los hongos habían sido contaminados con otros tipos de drogas, lo que llevó al hombre a un estado de enajenamiento y desesperación tan agudos que lo llevaron a acometer tal acción.