Quién no quisiera hallar la fórmula para saber con exactitud, cuáles serán las acciones de la bolsa que se capitalizarán y harán millonarios a sus inversionistas. Algo así como una máquina del tiempo con la cual regresar a fechas estratégicas y apostar todo el dinero a los activos que se sabe con certeza, llegarán a la luna como Facebook, Apple, Microsoft, entre otras. Esta es la historia del “hombre que viajó desde el año 2256 para volverse rico”:
La fantasía millonaria de muchos
Las autoridades estadounidenses, arrestaron a un sujeto en el año 2003, porque sospechosa y milagrosamente, se volvió millonario con unas cuantas operaciones en la bolsa de valores. Los argumentos del hombre eran que venía del futuro, específicamente del año 2256 y por eso, sabía con precisión lo que ha de acontecer.
Varias revistas lo publicaron en primera plana en ese loco mes de marzo de 2003. Según el reporte que entregó la SEC, que es la Comisión de Seguridad y Comercio, Andrew Carlssin de 44 años de edad, habría realizado movidas fraudulentas que violan las reglas del trading establecidas en el país norteamericano. Carlssin habría iniciado con sólo 800 dólares y en menos de 15 días ya tenía casi 400 millones de dólares. Cada compra fue perfecta, porque al instante se multiplicó su valor exorbitantemente.
Todo el mundo estaba sorprendido, pues la hazaña que realizó no se logra así de fácil, de hecho, nadie había ganado tanto de esa forma. Llamó demasiado la atención, incluso a nivel internacional. Ni si quiera porque contara con información ilegal, habría podido acertar con tanta exactitud. Prácticamente, no había otra explicación más que la que ofrecía este enigmático individuo: según él, proviene de dos siglos y medios después.
Esto suena muy similar a lo sucedido en la película “Volver al Futuro II”, cuando el personaje malvado de la historia, Biff, obtiene un almanaque con todas las fechas deportivas y al viajar al pasado, con esa información gana todas las apuestas y se convierte en el hombre más rico del mundo. En el caso de Carlssin, la sorpresa fue abrupta, porque todas esas acciones que él compró, parecían no tener suelo y caían sin cesar.
En total realizó 136 transacciones, 100% exitosas, por tal motivo, el FBI junto con la SEC no creían ni una sola palabra que este hombre decía. Lo tildaban de un delincuente loco que seguramente habría conseguido información de vital importancia acerca de operaciones ilegales y todos sus secuaces. Sin embargo, en el interrogatorio no escucharon más que todos los detalles de un viaje en el tiempo.
Andrew Carlssin manifestó que la codicia fue su peor enemigo, porque lo delató. Al principio tenía claro que sólo debía comprar un poco de cada cosa de manera moderada, pero lo mordió el gusano de la avaricia y no hubo quién lo detuviera en amasar una enorme cantidad en unos cuantos días. Obviamente, los agentes federales lo interceptaron.
Serios problemas con las autoridades
Bien se sabe que las formas de interrogar de los federales o de la CIA, son bastantes eficientes, cueste lo que cueste. Y ni aún así, le cambiaban la versión de su procedencia futura. Por el contrario, más se aferraba y llorando les solicitaba que lo dejaran tranquilo, que contaba con varias pruebas, como eventos mundiales de gran relevancia como la verdad de Osama Bin Laden, la cura contra el cáncer, contra el SIDA y hasta mostró un material fotográfico. Como es obvio, nunca se supo en concreto, qué les develó.
Carlssin estaba desesperado. No hallaba el momento de salir libre de tamaña situación. Sólo anhelaba retornar a la supuesta nave interdimensional y transportarse al futuro. Expresó que jamás debía revelar información del paradero de esa máquina del tiempo, para que no cayera en malas manos. Otra cosa que a las autoridades estadounidenses les parecía insólito, es que no había información de este sujeto, antes del año 2002.
La tensión se incrementaba luego de que se oficializara su captura, pero de repente, apareció un misterioso hombre quien pagó el valor de su fianza, nada más ni nada menos que: un millón de dólares. Al poco tiempo, a pesar de que Carlssin debía seguir presentándose a algunas audiencias en la corte, desapareció de la faz de la tierra y nunca más dieron con su paradero.
Muchas teorías se han tejido al respecto. Unas, afirman que el protagonista de esta historia estaba involucrado en negocios oscuros y fue exterminado por los mismos que en principio lo contrataron. Las otras versiones proponen que todo lo dicho por Andrew Carlssin era verídico y que al final, pudo regresar a su tiempo.
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