En el cuerpo humano, se hallan los órganos vitales, mismos que como su nombre lo indica, son supremamente necesarios para la vida, como el corazón, riñones, pulmones, hígado, cerebro, etc. Pero fue descubierto un hombre que vive sin el 90 % de su cerebro. Esta es la historia:
Tenía líquido en vez de cerebro
En el año 2003, en Francia, la Ciencia oficial quedó atónita al descubrir un caso de un hombre que vive en unas condiciones que francamente, no pueden explicar por completo. Aquel sujeto un día fue al médico, aquejado por un dolor de pierna. El doctor le ordenó unos exámenes cerebrales y grande fue sorpresa, al notar que aquel paciente, de manera literal, casi no tenía cerebro.
Lo que rellenaba su cráneo era en su mayoría, líquido. El cerebro que posee es diminuto y abarca si acaso un 10% de su cabeza. De inmediato, tal caso atrajo la atención de científicos de todo el mundo, quienes analizaron al hombre durante más de cuatro años. Descubrieron entonces, que la causa de este fenómeno, se debía a que cuando el individuo era un bebé sufrió de hridrocefalia, acumulación de líquido en la zona craneal.
Pero con el pasar del tiempo, el cráneo se fue llenando poco a poco de líquido nuevamente, disminuyendo considerablemente el cerebro y arrinconándolo en las paredes craneales. Pero lo más asombroso, es que el sujeto puede vivir como cualquier otro ser humano común y corriente. Se desempeña como funcionario público y es el padre de una familia, con su esposa y sus dos hijos.
Pero los expertos en la Medicina moderna no hallaban explicación lógica, del por qué este señor podía vivir plenamente sin problema alguno, en esas condiciones cerebrales. Todo esto ha llevado a pensar que muy seguramente, la Conciencia no se halle propiamente en el cerebro, por lo cual el paciente puede tener un comportamiento sin problemas.
¿La consciencia no está en el cerebro?
Uno de los más convencidos expositores de que la conciencia puede adaptarse a cualquier región del cerebro, es Axel Cleeremans, investigador de la “Universidad Libre de Bruselas”. Las hipótesis que presenta Cleeremans, van en línea con lo que ya se conocía como “plasticidad cerebral”, misma que propone que el cerebro de cualquier adulto, es capaz de acondicionarse a diferentes cambios y tiene la habilidad de asumir un nuevo rol, en caso de que suceda una lesión.
El científico siguió profundizando y llegó a la conclusión de que el paciente en cuestión, poseía la suficiente materia gris en la cavidad craneal, que pudo crear una “imagen de sí mismo”, lo cual se traduce en que se trata de una persona que es consciente de sus actos y del mundo que lo rodea.
No obstante, las deducciones del doctor Cleeremans son tan sólo consideradas como hipótesis, ancladas a la famosa teoría de “plasticidad neuronal”, pero no se ha podido comprobar de manera concreta y veraz. De hecho, se ha formado toda una controversia dentro de los profesionales de la Ciencia. Lo que sí queda claro, es que los misterios del cerebro y de la conciencia, son mucho más enigmáticos de lo que se pensaba.
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