Al hablar de Humanismo no se puede tener en cuenta un solo concepto o corriente, puesto que en realidad este término engloba varias corrientes de pensamiento, e incluso es usado para nombrar toda una serie de sistemas filosóficos y religiosos, que se caracterizan tanto por el estudio de las antiguas culturas clásicas, como por un pensamiento que opta por colocar en la palestra los valores humanos.
Definiciones del Humanismo
En ese sentido, puede ser útil revisar de forma breve algunas de las definiciones que han sido atribuidas por la Academia a este polisémico concepto, que desde el siglo XIX ha sido usado para referirse a distintas posturas filosóficas e intelectuales. A continuación, algunas de ellas:
Humanismo
De acuerdo a lo que indican las distintas fuentes teóricas, el término Humanismo puede rastrearse hasta el remoto siglo XV, cuando durante el inicio del Renacimiento, Europa comenzó a leer los clásicos griegos y latinos, a raíz del Siglo de las Traducciones, despertándose un nuevo interés por estas corrientes de pensamiento, así como sobre la Literatura de estas civilizaciones, surgiendo a su vez toda una nueva corriente de pensamiento, en donde pueden citarse grandes filósofos como por ejemplo Michel de Montaigne, y el propio Erasmo, quienes ven en el pensamiento grecolatino una importante fuente de valores y conocimiento.
Studia humanitis
Durante el mismo período, pero una centuria después, en el siglo XVI en donde era usado por algunos estudiantes de las Universidades europeas, específicamente las italianas, para nombras aquellas materias o profesores que se dedicaban al estudio de las culturas y autores latinos y griegos. De esta forma, el término studia humanitatis era designado entonces a esos programas académicos que se inclinaban por el estudio de las culturas clásicas, independientemente de su corriente o tendencia. En consecuencia, se puede inferir cómo el propio término Humanista no guarda relación con una corriente filosófica, sino con una postura académica, que sentía interés por los valores clásicos.
Humanismus
Más adelante, en el siglo XIX, el pedagogo de origen alemán, Friedrich Immanuel Niethammer, basándose en el uso que daban los antiguos universitarios italianos, usó nuevamente el término humanismo, esta vez en su forma Humanismus, para referirse nuevamente a un programa académico que colocaba su principal interés en el estudio de las culturas y autores clásicos. Esta vez, no fue la universidad el receptáculo del término sino la Educación secundaria o media. Por consiguiente, desde 1808, las instituciones secundarias designaban con el término humanista, aquellas materias que tenían como objeto de estudio aquellos autores y pensadores grecolatinos.
Concepto actual del Humanismo
No obstante, más allá de sus acepciones académicas, el término Humanismo es también usado en la actualidad para dar cuenta de una corriente de pensamiento que coloca su acento en el Humano, así como en sus grandes capacidades intelectuales, asumiendo igualmente que es precisamente el cultivo del conocimiento el que hace del hombre un ser libre y preparado para asumir el mundo. Por ende, el Humanismo actual, como herencia de aquel humanismo propio del Renacimiento, guarda una visión antropocéntrica, colocando al hombre en el centro del universo, y otorgándole gran preponderancia al uso que hace éste de su razón.
Sin embargo, tal como en su Historia, el término Humanismo sigue englobando gran cantidad de corrientes filosóficas, aun cuando siguen prevaleciendo como bases de las corrientes humanistas: el interés por las culturas grecolatinas, la concepción del humano como un ser pensante y creador de realidades, el hombre como centro del universo, el valor del entendimiento humano como factor indispensable en la construcción de una sociedad equitativa, entre otras posturas a las que responden todas aquellas escuelas, reconocidas como pertenecientes a la carrera humanística.
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