El Imperio de los Medios
Aunque la era digital ha permitido el surgimiento de incontables medios minoritarios e independientes, así como de noticias completamente virtuales, los gigantes de la televisión y los grandes periódicos siguen teniendo muchísimo poder. No sólo han logrado sobrevivir a las nuevas tecnologías, sino que las han convertido en un excelente negocio… exactamente como antes.
Uno de los grandes peligros de los medios es su monopolio. El hecho de que una única persona sea capaz de controlar un gran porcentaje de canales, periódicos y emisoras de radio importantes permite que esa persona decida lo que millones de personas escuchan. En muchas ocasiones, utilizará ese poder para “retroalimentar” el sistema, es decir, para generar credibilidad a partir del uso de fuentes diversas. Como es lógico, algo parecerá más cierto si lo dicen 10 medios que si lo dice únicamente 1.
Y es precisamente al monopolio a lo que más nos hemos acercado en el último siglo. Ya sea por gigantescos imperios empresariales o por el estado, en muchos lugares del mundo una sola persona (o un grupo pequeño) controla la mayor parte de los medios. Aunque esto no necesariamente signifique que estos sean manipulados, sin lugar a dudas favorece que así sea.
Rupert Murdoch, magnate de los medios en Estados Unidos
National Geographic
Por esta razón, muchos miramos con preocupación el hecho de que National Geographic, una de las revistas más prestigiosas en temas científicos a lo largo de los 127 años de historia que leva con nosotros, haya sido adquirida por Rupert Murdoch, el dueño de la cadena FOX que a lo largo de las últimas dos décadas se ha hecho con decenas de medios importantes en Estados Unidos y en el mundo.
Más que su aire científico o sus características fotografías, National Geographic estaba caracterizado por ser una organización sin ánimo de lucro y, por lo tanto, completamente independiente de los intereses económicos. Ahora que Murdoch controla el 73% de la revista, esta autonomía ha desaparecido.
Aunque muchos (incluyendo a Gary Knell, CEO de Nat Geo) aseguran que el movimiento fue netamente estratégico y que nada va a cambiar, lo cierto es que casi 50 personas fueron despedidas en julio, mes en el que se formalizó la transacción. Esto parece deberse a la mala situación financiera de Nat Geo que ha visto disminuir de manera dramática el número de suscriptores a su importante revista.
Hacer de la revista un negocio implica dejar de lado temas importantes, pero que pueden no atraer tanto público. Esto, sin embargo, palidece ante los temores de muchas personas con respecto al uso que Murdoch le dé a la revista en cuanto al tema del cambio climático.
Pues es bien sabido que este magnate de los medios en los Estados Unidos es uno de los principales hombres en dudar del cambio climático y que dicha percepción aparece claramente en todos sus periódicos, usados para cuestionar ante el público general la realidad del calentamiento global.
Parodia de cómo se vería la portada de la revista
Aunque considero que el clima es un tema extremadamente complejo, negar a priori la posibilidad de que lo estemos afectando no sólo no es correcto, sino que brinda tranquilidad para seguir por un camino que, al paso que vamos, terminará devastando los recursos del planeta. Nat Geo es uno de los medios que más objetividad ha tratado de analizar este, entre otros temas espinosos, y no es bueno que quede en manos de una persona que tiene una postura tan cerrada al respecto.
En cualquier caso, después de comprar a National Geographic, Robert Murdoch, un conservador norteamericano, tiene el control de una importante revista de ciencia, quizás de la más prestigiosa del mundo. Personalmente, se me ocurren mil maneras de cómo podría esto salir mal.
¿A ustedes no?
Fuente de imágenes: 1: images.nationalgeographic.com, 2: thebureauinvestigates.com, 3: s3.amazonaws.com