Un gran psicólogo
Carl Gustav Jung fue un prestigioso psicólogo suizo que incluso colaboró en muchas de sus investigaciones con el reconocido Sigmund Freud. En 1915 este hombre comenzó un interesante proyecto denominado imaginación creativa en el que plasmó en una obra todo aquello que su inconsciente le dictaba. La obra permaneció oculta hasta el año 2001, cuando salió a la luz por primera vez… revelando los caminos de la locura que este gigante de la psicología habría recorrido por su cuenta.
El libro relata la historia personal del renombrado psicólogo y lo que muchos consideran su insidioso descenso en los dominios de la locura, así como su eventual (y triunfante) retorno al mundo como un hombre renovado. Este proceso – que muchos no dudan en calificar de “alquímico” – tomó cerca de 20 años y comenzó poco después de la ruptura de las relaciones de Jung con Sigmund Freud y con toda la escuela freudiana.
De acuerdo con Jung, esta pérdida catalizaría una seria crisis en su vida, en la que sus energías “se retiraron del mundo exterior y se dirigieron y concentraron en mi vida interior”. Antes de su particular viaje, Jung había tenido éxito en todo aquello que se había propuesto – matrimonio, hijos, riqueza, prestigio – pero, de alguna manera, sintió que su éxito en este ámbito le había negado una parte vital de su ser. Quizás esto no solo no era suficiente, sino que no era lo que buscaba en primer lugar.
El camino hacia la locura
Jung, no en vano un psicólogo, comenzó a considerar que en la búsqueda de todas estas satisfacciones de alguna manera le habían hecho perder el contacto con su alma. Decidió comenzar una nueva obra, dedicada a ilustrar esos demonios que carcomían su conciencia y a comprender las razones detrás de su desasosiego. Decidió llamarla Liber Novus (Libro Nuevo), pero debido a su marco de cuero rojo sería bautizado, años más adelante, como el Libro Rojo.
La naturaleza del libro resulta intrigante para legos y profanos por igual. Algunos consideran que se trató de un periodo de “enfermedad creativa”, otros, de introspección. Muchos afirman que se trató de un periodo de simple locura, ambientada por episodios psicóticos que el psicólogo plasmó de manera magistral en sus páginas. De una u otra manera, el libro se probaría fundamental para el futuro de la carrera de Jung.
El Libro Rojo
En sus páginas aparece una especie de diálogo introspectivo: Jung habla consigo mismo, con su inconsciente, sus complejos, dirían algunos que sus “demonios” y su alma. Aparecen allí aspectos arquetípicos de su personalidad y lo que él denomina el “espíritu de las profundidades”. En su libro, analiza todos estos aspectos de su personalidad que hasta entonces habían permanecido ocultos.
Pero, tanto o más que el contenido, el método es en sí mismo una alegoría a la locura. Jung ideó un sistema llamado imaginación creativa en el que se dejaba llevar por los pensamientos de su mente y entraba en ellos como un personaje más, en una especie de drama novelesco. Una de las figuras más comunes en estos escenarios era la visita de una mujer joven y de un anciano, acompañados a veces por una gran serpiente negra.
A la muchacha Jung (o el subconsciente de Jung) la bautizó Salomé. Al anciano, Elías. Con el tiempo, Elías habría de convertirse en una especie de espíritu guía, de sabio (ahora bautizado Filemón) que guiaba el camino de Jung. Salomé, por su parte, siempre fue identificada como un ánima. Estos dos personajes brindaron a Jung una de las principales revelaciones de este periodo: la existencia de “almas” o conciencias diversas en la mente de una sola persona.
En efecto, Jung afirmaría que sus reuniones con estos personajes lo convencerían de la existencia de varias “identidades” en su interior qué no son creadas por la persona, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. Con el tiempo, Jung aprendería a lidiar con sus propios demonios y aplicaría estos conocimientos en lo restante de su carrera como psicólogo.
Él mismo afirmaría:
“los años en los que perseguí estas imágenes interiores fueron los más importantes de mi vida. Todo lo demás se deriva de esto [… Mi vida entera consistió en elaborar lo que había estallado desde mi inconsciente y me había inundado, como un enigmático río que amenazaba con destruirme [… Todo lo que vino después fue simplemente la clasificación, elaboración científica e integración de estos conocimientos en mi vida”.
Varios autores refieren este periodo como uno de episodios psicóticos, pero con ello no buscan minimizar los grandes aportes de Jung. El psicólogo Stephen A. Diamond, por ejemplo, considera que “en lugar de ser destruido por su desesperación y sus serias desviaciones psicóticas, Jung enfrentó la psicosis cara a cara, con impavidez confrontó y exploró lo que allí se encontraba, y en última instancia salió por la otra puerta, más fuerte, más sabio y más completo que nunca”. Su obra no solo interesa a los psicólogos, sino que ha adquirido fama mundial por su belleza y su impresionante contenido.
El libro está enteramente realizado a mano, con ilustraciones y texto por igual. Contiene 205 páginas y su original está escrito en alemán, algo lamentable para los lectores hispanohablantes. Me fue imposible encontrar una copia digital del libro en inglés o español, pero quien desee ver el original en alemán puede hacerlo en este enlace.
Entretanto, el llamado Libro Rojo sigue fascinando a sus lectores. Quizás se encuentren allí palabras de sabiduría que solo alguien preparado será capaz de entender. ¿Te gustaría leerlo?
Fuente de imágenes: 1: g4.psychcentral.com, 2: 40.media.tumblr.com, 3: conversationswithdonmachingaandotherbeings.files.wordpress.com