La Guerra por el Comercio
Ubiquémonos en contexto. Estamos a principios del siglo XVI, digamos, en 1510. Somos los herederos de un poderoso Imperio en medio de las rutas comerciales y, en particular, de la Ruta de Seda. Todo el contacto que pasa entre Oriente y Occidente, necesariamente, pasa por nuestros dominios.
Esta era la situación del Sultán Selim I, líder máximo de los turcos otomanos, hacia principios del siglo XVI, pero el gobernante sabía que su situación peligraba. Hacía algunas décadas los portugueses habían cruzado el Cabo Buena Esperanza y atravesado las costas del continente africano para lograr un contacto directo, por primera vez, con las regiones de India. Esto había supuesto un duro golpe para los turcos y, en general, para el mundo árabe: sería un impacto del que jamás podrían recuperarse y que sellaría la progresiva decadencia del Medio Oriente.
Pero Selim I vivía en los tiempos de gloria del Islam. No creía en la decadencia de su nación (que por lo demás se tardaría al menos otros 3 siglos) y estaba dispuesto a todo con tal de mantener el predominio turco. En vista de los acontecimientos, temía la aparición de un enemigo desde el Oriente y, puntualmente, la llegada de los europeos a las costas de Asia atravesando el gran Mar Océano, lo que habría llevado a la ruina el comercio de Estambul.
Por esta razón el gran Selim encargó a un cartógrafo de confianza, el sabio Ahmed Muhiddin Piri, la creación de un equipo de espionaje que a toda costa le permitiera crear un mapa donde aparecieran las regiones recién descubiertas de Occidente. El resultado, tras años de trabajo, fue el enigmático mapa de Piri Reis: el mapa original más antiguo en mostrar las costas de América.
La Ruta de Seda, epicentro de la prosperidad turca y que los portugueses habrían sorteado dando la vuelta a África
El Mapa de Piri Reis
No se conoce con exactitud si Piri Reis basó su obra en un solo mapa o en varios y de haber sido la segunda, no se conoce más que uno: un mapa perdido de Cristóbal Colón que el hombre habría obtenido por medios desconocidos. De acuerdo con el documento mismo (cuya veracidad no podemos probar) su autor se habría basado en unos 20 mapas robados a barcos españoles y portugueses.
Tras servir a los objetivos del Sultán Selim I, el mapa de Piri Reis desapareció de la Historia y fue prácticamente hallado por casualidad en 1929 por un alemán llamado Gustav Adolf Deissman quien estaba encargado del catálogo de los ítems no – islámicos de la Biblioteca del Palacio Topkaki.
El hallazgo causó sensación. No sólo se trataba del mapa más antiguo de América hasta entonces (y hasta ahora) descubierto, sino de un verdadero tesoro ya que era el único mapa que mostraba las costas de América del Sur en su posición verídica con respecto al continente africano. En Turquía se convirtió en un verdadero tesoro nacional, y en el resto del mundo en motivo de especulación con respecto a su procedencia: ¿cómo podía ser turco el mapa más antiguo de América?
Al día de hoy, Piri Reis sigue fascinando al mundo. Su mapa abunda en detalles que otrora pasaron inadvertidos y que muestran indicios que parecen indicar que nuestro conocimiento de la Historia no está completo.
Características del Mapa
El mapa se divide en dos costas: África y Europa a la derecha (o al oriente) y América hacia el occidente. La posición relativa de las costas de Brasil coincide de manera muy precisa con su ubicación real, y la precisión sigue hasta, casi, las costas de Colombia. A partir de este momento, hacia el norte, las Antillas y las costas de América del Norte ya no son tan precisas.
El Mapa de Piri Reis
El debate de Norteamérica
Sin embargo, dichas costas están allí y una de las islas parece ser Nueva Escocia, la cual hasta el momento había sido visitada, si acaso, de manera muy superficial. La aparición de dichas islas al norte del mapa parece indicar un fallo en la cartografía de las regiones de México y Florida (bien conocidas) y un “salto” a las costas de más al norte que, se supone, aún no había sido cartografiadas.
Esta primera anomalía no es más que la apertura a los misterios del mapa de Piri Reis, cuyas fuentes parecen a veces más avanzadas que los mismos europeos que recién visitaban las costas americanas. Un dato particular: la ausencia del Océano Pacífico, descubierto por Vasco Núñez de Balboa en 1513, parece indicar que esta fue en verdad la fecha de elaboración del documento, por lo que en este punto los europeos apenas habrían tenido dos décadas para visitar la región.
En este tiempo podían haber descubierto mucho, pero indudablemente no habían descubierto algunas cosas. El mapa de Piri Reis parece hacer referencia a regiones de América del Norte que oficialmente no habían sido exploradas, indicando quizás visitas anteriores de otros pueblos o, al menos, la existencia de avanzadas desconocidas.
Esto ha sido debatido principalmente por la poca precisión de esta parte del Mapa, en la que los principales argumentos se basan no en la certeza sino en la semejanza de la forma de una isla con la Nueva Escocia. Siendo una fuente tan antigua, es natural que este tipo de coincidencias generen suspicacias.
Pero las coincidencias que veremos en el siguiente episodio son mucho más claras e impresionantes y, ante todo, parecen apuntarle a la visita de exploradores mucho antes de la llegada de los europeos. Hasta entonces.
Parte 2
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