Un sonido que no venía de ninguna parte
En marzo de 1867, los pasajeros y la tripulación del barco a vapor Danubio, perteneciente al servicio de correo real, comenzaron a escuchar una serie de sonidos extraños, desconocidos, mientras se encontraba anclado mar adentro cerca de las costas de San Juan de Nicaragua (también conocido como Greytown) en el mar Caribe. Todos aquellos que se encontraban a bordo del barco declararon haber escuchado estos sonidos incluyendo al capitán Reeks, quien se encontraba a mando del navío.
El fenómeno, que luego fue relatado por tripulantes de otros barcos (particularmente, por el capitán Charles Dennehy del navío Shannon), parecía suceder solo en las noches (aunque no todas las noches) y solo en navíos construidos de acero: quienes viajaban en veleros de madera no escucharon ningún sonido, como tampoco lo hicieron aquellos que se encontraban en tierra firme.
De acuerdo con las descripciones, se trataba de una vibración ruidosa, monótona y extremadamente aguda que viajaba a través de la estructura del barco, añadiendo un toque metálico al sonido. Normalmente era precedido por periodos de fuerte oleaje, y podía durar por varias horas hasta detenerse de improviso. Quienes, a bordo, contaban con instrumentos musicales, comenzaron a investigar la naturaleza del sonido.
¿De qué se trataba?
El Capitán Dennehy logró determinar que el sonido presentaba un tiempo de ¾, convirtiendo a los barcos en una especie de “caja musical” que recordaba el ritmo de un vals. Así mismo, este hombre (quien fue uno de los que más información brindó sobre el suceso) afirmó que el sonido no presentaba una única fuente: “parecía ante los espectadores que rodeara los navíos, y podía oírse con igual claridad en varios puntos en torno al barco en que se encontraban”.
Los reportes duraron más de 4 años, pero desaparecieron hacia mediados de 1871 y desde entonces el fenómeno jamás se ha vuelto a repetir. Miles de entusiastas, así como un grupo de científicos sinceramente interesados en el misterio, propusieron todo tipo de hipótesis, desde algunas especies de peces que “martillean” hasta manatíes o ballenas, fugas de gas submarino, terremotos, energías desconocidas, entre muchas otras. En la actualidad, es poco probable que el misterio de los sonidos de San Juan de Nicaragua se resuelva (pues el suceso no ha vuelto a repetirse), por lo que pasará a la historia como uno de los misterios más interesantes de América Central.
¿Qué hipótesis propondrías tú?
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