Recordando 2001, Una Odisea en el Espacio
Para quienes no han leído el libro (o visto la película), 2001, una Odisea en el Espacio es una novela de Arthur C. Clarke en la que se describe el surgimiento de la inteligencia y el “salto” que realiza el hombre al convertirse en un animal capaz de usar los objetos en su medio para sobreponerse a los demás.
En el libro es un componente fundamental el Monolito. Manufacturado por entes desconocidos, procedente de lugares misteriosos, el monolito apareció un día, hace 3 millones de años, frente a algunos primates antropoides, antecesores directos de los seres humanos. Los monos, al tocarlo, se convirtieron en otra cosa.
El monolito les había dado la inteligencia, la sabiduría para obrar de acuerdo con nuevos móviles. Ahora podían construir armas, derrotar a sus enemigos y superar la crítica escasez de comida. Eran los dueños del mundo.
Alerta de Spoiler
A partir de este momento surgió la humanidad moderna. Miles de años después, específicamente en el año 2001, nos encontramos con un monolito semejante ubicado en la luna.
Este monolito había sido colocado allí por los mismos que habían enviado su predecesor a la tierra y de hecho indicaba otro ubicado en Jápeto, la luna de Saturno. Una misión enviada allí llegaría apenas con un superviviente, que al final, como sus antepasados 3 millones de años atrás, tocaría el monolito.
Como los monos, él se convertiría en algo más. Algo semejante a un dios celeste, incomprensible para el resto de los mortales. A partir de aquí, una nueva historia comienza… y el libro termina.
El monolito de Phobos
La figura del monolito, desde entonces, se convirtió en una insignia de la Ciencia Ficción y en un elemento fundamental en el imaginario de una inteligencia alienígena que resulte verdaderamente fuera del alcance de la mente de los seres humanos.
Por esta razón, el hallazgo de un claro monolito en Phobos (por lo demás, muy semejante al de la historia ficticia de Arthur C. Clarke) se convirtió en una verdadera tormenta de comentarios con respecto a los secretos que oculta la luna marciana.
Phobos es de por sí bastante peculiar. Se trata de una luna diminuta, con apenas 11 kilómetros de diámetro y una forma nada regular. El monolito fue descubierto por Efraín Palermo, astrónomo aficionado, y su existencia fu confirmada por Lan Fleming, de la NASA, quien confirmó que no se trataba de una ilusión óptica ni de un error de cámara. Nuevas fotografías permiten verlo claramente.
A pesar de la fascinación que despertó, la mayor parte de los expertos afirma que el monolito no es artificial y que seguramente es el resultado de un impacto sobre la superficie. Las imágenes, aunque muestran claramente la sombra, no nos dan mayores detalles. El monolito es bastante grande, con unos 85 metros de ancho y una altura que las imágenes no permiten determinar con claridad.
Por ahora, está planeado que el sitio sea el lugar de aterrizaje de un vehículo de la Agencia Espacial Canadiense bautizado PRIME. En el momento, la Agencia se encuentra buscando fondos para comenzar a realizar la misión, que desde su comienzo podría tardar varios años. Por esta razón, hasta que la CSA consiga los fondos el monolito seguirá siendo un misterio.
Fuente de imágenes: 1: lamentiraestaahifuera.com, 2: montrealradioguy.files.wordpress.com