La Luna: un cuerpo celeste de color blanco, que apreciamos en muchas noches cuando miramos el cielo. Ha servido de inspiración tanto para la música, la pintura, la poesía y también, para innumerables cuentos, películas, creencias y teorías científicas que intentan explicar su origen. Sin embargo, hasta le fecha no se sabe mayor cosa, de manera oficial. Lo que sí se sabe, es que ningún otro planeta tiene una luna tan grande, en este sistema solar.
Supuestamente, en julio de 1969, el hombre pisó tierra lunar. Además, se han enviado varias sondas espaciales y robots al considerado como satélite natural de la Tierra, con el fin de saber todo sobre el mismo. Pero las teorías están divididas y en la actualidad, no se tiene certeza de cuál fue el origen de la luna. Durante décadas, se plantearon algunas posibilidades:
La fisión
Este planteamiento consiste en que el planeta Tierra en sus comienzos, era una especie de “masa líquida”, que contaba con un movimiento de rotación rápido. De tal modo, a causa de la gran fuerza centrífuga, la Tierra posiblemente haya sufrido una eyección de una parte de su masa, que con el tiempo se habría ido aglomerando para finalmente, crear la Luna.
Creación al mismo tiempo
La segunda posibilidad que durante años se plantearon los científicos, es que la misma fuente de polvo cósmico que creó el planeta Tierra, también habría formado al mismo tiempo, la Luna. Pero varios estudiosos de este respecto, se han manifestado en contra, pues según algunos análisis del terreno, han llegado a afirmar que la luna es mucho más antigua que nuestro planeta.
La captura
Esta era la tercera opción que la comunidad científica proponía y consiste en que la Luna se habría formado en algún remoto espacio del Sistema Solar, pero un día, al pasar la Tierra muy cerca de ella, la atrajo con gran fuerza, debido al campo gravitatorio terrestre.
La colisión con Theia
Algunos científicos planetólogos, propusieron que lo más seguro, es que se haya presentado un fuerte choque entre la Tierra y un astro parecido a Marte, de nombre Theia. Debido a esto, salieron expulsados hacia el espacio exterior, grandes cantidades de materia que resultó creando la Luna y de hecho, es la teoría que más acogida ha obtenido.
Pero en el año 2016, profesionales de la Universidad de California, Estados Unidos, desmintieron esta teoría, argumentando que de ser cierto ese choque, obviamente la composición química del satélite natural sería igual a la de Teia, pero no es así. No descartan que se haya presentado un terrible choque entre masas planetarias con ese protoplaneta de nombre griego, pero según ellos, la Luna ya existía para ese entonces y de la tremenda colisión, Teia se resultó fusionando con la Tierra y con la Luna a la vez, razón por la que “los isótopos de oxígeno de la Tierra y los de la Luna, son indistinguibles”, según afirman.
La abuela Luna
Por su parte, existen otros investigadores que señalan que la Luna, hace millones de años, era un planeta como la Tierra y mucho más antiguo que éste, mismo que fue habitado por varias razas humanas, pero que cumplió su ciclo de vida y como todo en este universo, llego a su fin, convirtiéndose en una gigantesca roca sin vida, pero que fue la madre de nuestro planeta. Así también lo postula la sabiduría oriental milenaria.
Lo único que podemos saber a ciencia cierta, es que la Luna ejerce importantes influencias sobre la vida terrestre y sus fases determinan desde las mareas, hasta la misma psicología y procesos naturales del ser humano, así como a los otros seres.
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