Disney recreó una bella y triste historia, sobre una princesa que pinchó su dedo con una aguja, la cual contiene un veneno que la hace caer en sueño profundo, haciendo entristecer a todo su castillo. Después conoce el amor y es feliz para siempre; a este relato le llamaron: “La Bella Durmiente”.
Talía, Sol y Luna
La historia real está llena de engaño, aberración y sangre; empecemos por el nombre: el título verdadero de este cuento es “Talía, Sol y Luna” y empieza como el filme que se mostró en cine. Talía es la hija de un Rey, dueño de un gran castillo, donde en el altillo tienen un hilar el cual tiene escondida una astilla envenenada.
Talía al cumplir 15 años, llegó hasta el altillo en busca de algo interesante, encontrándose con la mala suerte de que su dedo se topó con la astilla envenenada, haciéndola caer en un sueño tan profundo que parecía sin vida.
El Rey del castillo al ver tal desdicha, decidió abandonar su casa, dejando a su bella durmiente cubierta en terciopelo. Se fue lejos para olvidar el horrible suceso; hasta aquí la historia es la misma que se vio en cine, pero de aquí en adelante se empieza a desenlazar una historia enfermiza.
No fue un beso sino sexo, lo que la despertó
Cuando se habla del príncipe que la besó y la despertó, ambos datos son incorrectos; quien la despertó fue un Rey y la despertó no solo con un beso, sino que fue más allá, tuvo sexo con ella aun estando dormida; cuando terminó, huyo de allí sin mirar atrás.
Exactamente, nueve meses después, Talía dio a luz unos mellizos: uno de ellos en busca del seno para alimentarse, se equivoca y succiona el dedo donde estaba enterrada la estilla, haciendo que la princesa se despertará y se diera cuenta de que era mamá; el Rey volvió al lugar sintiendo curiosidad por aquella chica que vio tiempo atrás. Al llegar se encontró con la sorpresa de que era papá y su supuesta amada estaba despierta. Entonces, llamaron a sus hijos Sol y Luna.
La sorpresa mayor fue para Talía, al enterarse que el Rey era casado. Pero aquella reina engañada tan pronto como se enteró de lo sucedido, se enfureció al máximo y mandó buscar a los bebés, dando la orden al cocinero de matarlos. El hombre no fue capaz y le contó al Rey, quien al darse cuenta de lo que había hecho la reina, la mandó quemar y como desenlace, fueron felices Talía, su Rey, Sol y Luna, hasta el final de sus días.
Desde una perspectiva esoterista, varios expertos en este ámbito divisan este cuento como un código de la Consciencia, misma que vendría a representar la Bella Durmiente, pues duerme profundamente. El príncipe azul, en esta mirada especial, es el guerrero que despierta a la Consciencia. Y es que varios de estos cuentos antiguos, como los de Perrault o los Hermanos Grimm, contienen un mensaje oculto que tiene representación en el mundo interior de cada individuo.
Imágenes: seresdeluzblog.com