La historia del trágico desenlace de uno de los dictadores más populares del siglo XX, podría cambiar rotundamente debido a un supuesto descubrimiento que ha dado la vuelta al mundo. La historia oficial indicaba que Adolf Hitler murió en su bunker a causa de un disparo, que él mismo se dio en la cabeza, pero hallaron un secreto en el cráneo que dejó sorprendidos a todos. Veamos:
Las primeras deducciones del cráneo
Adolf Hitler llevó al partido “Nacional Socialista Obrero Alemán”, a la cabeza del tercer Reich, pero antes de esto, libró una fuerte batalla contra la oposición política de ese país. Comenzó sus labores en política cerca del año 1919 y estuvo preso durante algún tiempo, por intentar hacer un golpe de estado. En prisión escribió el libro conocido como “Mi lucha”, donde narra la dura situación de su país y por ende, del mundo entero.
En 1933, fue nombrado como canciller imperial y posteriormente, se autoproclamó líder y canciller imperial, implementando el partido Nazi como único movimiento político válido en el país germano. En 1939, Hitler ordenó la ocupación de gran parte de Europa y África. Debido a la invasión de Polonia, el 1 de septiembre de ese año, se dio inicio a la Segunda Guerra Mundial.
Algunas fuentes indican que Hitler quedó atrapado en medio del fuego de los aliados, en su bunker en Berlín y al no ver más escapatoria, decidió suicidarse junto con su amante Eva Braun, el 30 de abril de 1945. Pero esta teoría quedaría desmentida, luego de que un supuesto fragmento de su cráneo fuera encontrado y analizado. Algunos estudios demostraron que el cráneo tenía un impacto de bala, pero contrario a la historia popular de su auto-disparo, según esta nueva teoría aparentemente, Hitler había sido sacado del bunker por el ejército rojo, quienes le propinaron el disparo que le dio muerte.
¿Era el cráneo de una mujer?
El fragmento del cráneo fue celosamente conservado por la inteligencia soviética durante mucho tiempo, pero en el año 2000, algunos científicos norteamericanos realizaron pruebas del cráneo, que supuestamente le daba la gloria de vencedores al ejército rojo y se pudo confirmar que realmente, se trataba del cráneo de una mujer de aproximadamente 40 años.
Nick Bellantoni, el arqueólogo que llevó a cabo los estudios, afirmó que el cráneo presentaba una estructura muy fina, ya que el cráneo de un varón tiende a ser más robusto y los huesos mostraron una edad menor de 40 años. La conclusión fue que no se trataba del cráneo de Hitler, teniendo en cuenta que Adolf contaba con 56 años en esa época.
Supuestamente, el ejército rojo conservó los restos del Führer en perfecto estado, pero en 1970, la KGB incendió todas las pruebas y las arrojaron a un río. De este hecho sólo pudo salvarse la mandíbula y el fragmento del cráneo, que se mantuvieron hasta nuestros días. Algunos analistas califican el hallazgo viral, como una historia de conspiración, pues la verdadera causa de la muerte de este personaje, aún sigue siendo un misterio y otros tantos afirman que todo concuerda, pues según ellos, Hitler posiblemente murió en Argentina, donde vivió el resto de sus días hasta la vejez.
Imagen: wikipedia.org