Características del Texto argumentativo

Llamado indiferentemente por la Lingüística como Texto o Discurso argumentativo, este tipo de discurso engloba ciertos patrones o rasgos, que lo distinguen de los otros, y que a la vez van dibujando su naturaleza y objetivo primordial: convencer al interlocutor o interlocutores sobre las razones por las cuales se tiene cierto pensamiento, por lo que este tipo de texto es visto como un discurso apegado a la función apelativa del Lenguaje, puesto que es accionado por el hablante, para producir un pensamiento o posición específica en quien lo escucha. En este sentido, entre sus principales características se pueden contar las siguientes:

• Puede darse tanto por medios orales o escritos, siendo incluso aceptado el discurso corporal.
• Al pretender elaborar un discurso que además de informar al interlocutor, lo convenza sobre un tema específico, el hablante que elabora un discurso argumentativo se encargará de tejer una serie de argumentos, razones y justificaciones, que vengan a darle validez a sus ideas.
• En todo momento, el hablante buscará entonces probar o justificar sus ideas u opiniones, construyendo con ellas un discurso convincente.
• Sin embargo, como el hablante no puede sólo presentar argumentos y opiniones, el discurso argumentativo se vale también del discurso expositivo, para mostrar, al interlocutor, algunos aspectos que puedan ayudar a contextualizar la explicación, de aquí que además de la función apelativa, el discurso argumentativo cuente también con la función referencial, usada por el hablante para mostrar su tesis, mientras que sus argumentos lo ayudarán a demostrarla.
• En este orden de ideas, el Texto argumentativo también se caracteriza por ser el discurso más usado en el ámbito científico y académico, siendo entonces el tipo de texto por excelencia de todo profesional que quiera explicar a su gremio y público en general el porqué de sus teorías, a través de un discurso lógico, coherente y sobre todo comprensible.

Estructura del Texto argumentativo

No obstante, la elaboración de un discurso que busque tejer exposiciones y argumentos, con el fin de convencer al interlocutor no puede quedar por fuera de una estructura apropiada, que permita al hablante elaborar dicho texto de manera coherente y cohesionada. Por ende, durante años, disciplinas como la Lingüística se han dado a la tarea de describir cuáles son las fases que conforman este tipo de discursos, así como la definición y características de cada una de ellas. A continuación, un resumen de ellas:

Tesis

Es reconocida como la parte inicial, o primera parte, de un discurso de tipo argumentativo. En ella, el hablante trata de exponer cuál es su idea o tesis principal, es decir, la opinión o teoría que tratará de demostrar durante el desarrollo de su texto. Por consiguiente, durante la tesis el hablante aún no hace uso de la función apelativa del lenguaje ni de sus argumentos, sino que se dedica a mostrar a su interlocutor la razón de su intervención o texto. En este primer estadio, o primer párrafo, el hablante muestra a su interlocutor lo que piensa sobre el tema que los reúne.

Cuerpo

Seguidamente, durante el cuerpo del discurso argumentativo, el hablante hace uso de sus argumentos, ideas y justificaciones, a fin de que el hablante no sólo conozca sus teorías y opiniones específicas, sino que entienda el porqué de ellas, e incluso termine aprobándolas y siguiéndolas. Es en esta parte del texto, en donde el hablante se encarga de tejer sus argumentos y demostrar frente al hablante las razones sobre las que se sustentan sus creencias y postulados, bien si se encuentra hablando a favor de un tema, o en contra de éste.

Conclusión

Por su parte, la conclusión constituye la parte culminante del discurso. A lo largo de ella, el hablante hace un resumen de cada uno de los argumentos principales que ha desarrollado a lo largo del cuerpo de su discurso, buscando analizarlos de forma rápida y global, a fin de exponer cómo estas razones dan veracidad a la tesis que se trazó desde el principio. De esta forma, la Conclusión es un espacio del discurso en donde se resume y reafirma lo que se ha desarrollado a lo largo del texto.

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