Quizás lo mejor, antes de avanzar sobre las distintas normas y usos, promulgados por la Real Academia Española de la Lengua, respecto a la letra “z”, sea revisar de forma breve la propia definición de esta, así como algunos aspectos sobre su pronunciación.
La letra “z”
En consecuencia, se puede comenzar a decir entonces que la letra “z” ha sido definida como una consonante del Español, la cual ocupa el puesto vigésimo sexto del alfabeto de esta lengua, al tiempo en que se constituye en la última letra de este grupo ordenado de letras, en base a las cuales se construyen las palabras del Español.
Con respecto a su nombre, las distintas fuentes coinciden en señalar que esta letra ha sido denominada como zeta, palabra que se escribe igualmente con la letra “z”, aun cuando algunas fuentes la reflejan con la letra “c”, es decir, “ceta”, por lo que se considera que ambas formas coexisten, a pesar de que la norma dictada por la Real Academia Española de la Lengua indica que la forma correcta es entonces con “z”.
Confusiones con la letra “z”
Con respecto al sonido o fonema relacionado con esta letra del alfabeto, el inventario fonológico del Español señala que este deberá ser producido en el habla como un fonema consonántico fricativo interdental sordo, el cual será escrito como “z” siempre que aparezca delante de las letras vocales A, O y U, puesto que cuando este sonido aparece antes de una E o una I, entonces corresponderá escribir la letra “c”.
Sin embargo, esta regla no es tan clara en todas las zonas lingüísticas de Hispanoamérica, siendo de hecho solo precisa en las zonas del suroeste de España, en donde la “z” y la “c” son producidos como fricativos interdentales sordos, mientras que la “s” constituye un fonema fricativo sordo, pero no interdental, perfectamente diferenciado. Para el resto de la región no ocurre así, y pueden pasar dos cosas:
- La primera de ellas, que la zona lingüística sea seseante, es decir que tanto el fonema “z” como la “c” cuando está delante de “e” o “i”, así también como la “s” sean producidos como fonemas fricativos sordos, sin ningún tipo de distinción entre ellos.
- En segundo lugar, puede ocurrir también que la zona sea ceceante, lo que implicaría de forma contraria que los fonemas “z”, “c” y “s” serían producidos como fricativos interdentales sordos, sin que tampoco exista entre ellos algún rasgo que ayude al hablante a saber con cuál letra debe representar el sonido inherente al fonema que ha pronunciado.
De esta manera, en aquellas zonas seseantes y ceceantes, será menester tomar como guía a la Ortografía de la Real Academia Española de la Lengua, a fin de aprender cuáles palabras deben ser escritas con cada una de estas letras.
Usos de la “z”
En este sentido, será necesario entonces hacer también una breve revisión sobre las distintas normas ortográficas que indica la máxima institución del Español, respecto a la letra “z”, tal como se ve a continuación:
- En primer lugar, la Academia señalará que en el Español, sin excepción alguna, se escribirán con “z” todas las palabras que cuenten con la terminación –azo o –aza, bien si esta se usa como sufijo aumentativo, o cuando se usa para crear un sustantivo con el cual dar cuenta de un golpe fuerte. Por ejemplo: Bazo, lazo, golpazo, golazo, buenazo, cobranza, caza, amenaza, buenaza.
- Así mismo, la Real Academia de la Lengua Española señala que en el Español deberán escribirse con la letra “z”, sin que exista ningún tipo de excepción, aquellas palabras que representan adjetivos, clasificados a su vez como palabras agudas, y que terminan en –az. Por ejemplo: audaz, voraz, sagaz, vivaz, voraz, capaz, eficaz, rapaz.
- Por otro lado, para la máxima autoridad de la Lengua española, será necesario escribir con la letra “z” todos aquellos sustantivos abstractos, que han sido formados en base a un adjetivo al que se le ha añadido la terminación –ez o –eza. Por ejemplo: lividez, lucidez, pezadez, agudeza, pobreza, pureza, tristeza.
- Así también, cuando se forman su sustantivos, a raíz de la unión de un verbo y la terminación –anza, estos deberán ser escritos con la letra “z”. Por ejemplo: matanza, cobranza, usanza, mudanza, crianza, alianza.
- De igual forma, aquellos sustantivos, que se hayan formado en base a un verbo y la unión de este a la terminación –zón, deberán ser escritos con la letra “z”. Por ejemplo: ligazón, chuzón, virazón, retozón, raspazón.
- La Real Academia Española de la Lengua señalará también que es necesario escribir con “zc” algunas conjugaciones de los verbos irregulares que terminen en –acer, específicamente la primera persona del singular, del presente de indicativo, así como el todas las conjugaciones del presente subjuntivo. Esta norma tendrá como excepción el verbo hacer y sus conjugaciones pertinentes. Por ejemplo: nazco.
- En el mismo orden de ideas, sucederá lo mismo con la primera persona del presente indicativo y todo el presente subjuntivo de los verbos irregulares terminados en –ecer, contarán con la forma “zc”, a excepción del verbo cocer y sus derivados. Por ejemplo: crezco,
- Por último, esta regla también aplicará para la primera persona del presente indicativo, y el presente del subjuntivo, de aquellos verbos irregulares que terminen en –ucir, los cuales llevarán la forma “zc”. Por ejemplo: luzco.
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