El Pensante

El uso de las mayúsculas

Idiomas y lenguaje - octubre 22, 2017

Quizás lo más conveniente, antes de revisar las distintas normas ortotipográficas que existen en el Español, respecto al adecuado uso de las letras Mayúsculas, sea revisar brevemente la propia definición de este elemento, a fin de poder entender cada una de estas normas, dentro de su contexto preciso.

Imagen 1. El uso de las mayúsculas

Definición de mayúsculas

En consecuencia, se puede comenzar a decir que la Real Academia Española de la Lengua (RAE) define a la Mayúscula como aquel tipo de letra, distinta a la minúscula, que se diferencia de esta, usada normalmente en la comunicación escrita, a través de “un mayor tamaño, y por regla general, con forma distinta”.

Así mismo, las letras mayúsculas son usadas regularmente como letra inicial de oraciones y párrafos, al igual que en los nombres propios, entre otros usos específicos que le asigna la Academia. Entre algunos de los ejemplos de este tipo de letras se encontrarán los siguientes: A, B, C, D, E, F, G…

Usos de las mayúsculas

Teniendo presente esta definición, puede entonces que sea mucho más sencillo aproximarse a las distintas normas de uso que ha establecido la Real Academia Española de la Lengua sobre el correcto empleo de las mayúsculas, y que serán abordadas de acuerdo a su generalidad, su posición, su condición y por las circunstancias. A continuación, entonces las distintas normas sobre el uso de las mayúsculas:

Reglas generales del uso de mayúsculas

Dentro de las normas generales sobre el uso de las mayúsculas, se pueden distinguir básicamente dos, por las que deben regirse, independientemente de su posición o contexto:

  1. En primer lugar, la norma indicará que las letras mayúsculas no se encuentran eximidas de llevar acento cuando así lo dicten las reglas de acentuación. Por ejemplo: Álvaro, Ángel, QUÍMICA.
  2. Así mismo, en todo diágrafo, por ejemplo “ch”, “ll” o “qu”, solo se escribirá con mayúscula la letra inicial. Por ejemplo: Lluvia, Chile, Quito.

Reglas del uso de las mayúsculas en función de la puntuación

Por su parte, la RAE señala igualmente cuáles son los usos o normas que proceden a toda Mayúscula inicial, de acuerdo a su puntuación, es decir, cuándo debe escribirse mayúscula según los signos de puntuación que precedan a la palabra. Entre las distintas normas en ese sentido, se encuentran las siguientes:

  1. Se escribirán siempre con mayúsculas toda letra inicial de las primeras palabras de una oración o párrafo, así como las que vayan después de punto (excepto después del punto utilizado en las abreviaturas). Por ejemplo: Hoy no iré. Mañana puede que sí.
  2. Igualmente, se escribirá con mayúscula la primera letra de toda palabra que siga a los puntos suspensivos, cuando estos cierran un enunciado. Por ejemplo: No sé si… Sí, iré.
  3. Así mismo, se anotará con mayúscula inicial la palabra que sigue a un signo de cierre de interrogación (?) o de exclamación (!) si no se interpone coma, punto y coma o dos puntos. Por ejemplo: ¿Dónde? En la estantería.
  4. Por último, se escribirá igualmente con mayúscula inicial toda palabra que siga a los dos puntos, siempre que siga la fórmula de encabezamiento de una carta o documento jurídico-administrativo. Por ejemplo: Muy señor mío: Le agradeceré… Así mismo, se anotará la mayúscula inicial cuando la oración reproduzca palabras textuales. Por ejemplo: Pedro dijo: “No volveré hasta las nueve”.

Reglas del uso de las mayúsculas en función de su categoría

De igual forma, al momento de decidir si una palabra debe o no poseer mayúscula inicial, por consejo de la Academia deberá tomarse en cuenta también la categoría a la que pertenece la palabra. En este orden de ideas, las distintas normas de uso sobre mayúsculas en función de la categoría serían las siguientes:

  1. Llevará mayúscula inicial todos los nombres de persona, animal o cosa, que se haya singularizado. Por ejemplo: Armando, Camilo, Mila, Rocinante, Platero.
  2. Así mismo, contarán con mayúscula inicial todos los apellidos. Por ejemplo: Miguez, Rodríguez, Chandía. En el caso de que un apellido comience por preposición, por artículo o por ambos, estos se escribirán con mayúscula solo cuando encabecen la denominación. Por ejemplo: “señor De La Sierra” frente a “Manuel de la Sierra”.
  3. Por su lado, también contarán con mayúscula inicial todos los nombres de las dinastías, derivados de un apellido. Además, estos deben ir en singular. Por ejemplo: los Caribe, los Borbón, los Sabogal.
  4. Igualmente, se escribirán con mayúscula inicial todos los nombres geográficos. Por ejemplo: América, España, Venezuela. Cuando el artículo forma, oficialmente, parte del nombre propio, ambas palabras comenzarán por mayúscula. Por ejemplo: El Salvador, El Uruguay, La Habana.
  5. Así también, se escribe con mayúscula inicial el nombre que acompaña a los nombres propios de lugar, cuando forma parte del topónimo. Por ejemplo: Ciudad de México, Sierra Nevada, Puerto la Cruz. Por el contrario, no llevarán mayúsculas los caracteres iniciales que hagan referencia a accidentes geográficos: cordillera, valle, camino; entidades políticas: estados, municipios; o cuando no conformen el nombre propio, por ejemplo: La cordillera de los Andes, la ciudad de Caracas, valle de Caracas, Cueva del Guácharo, estado Carabobo, municipio Salias, parroquia La Pastora, la ciudad de Bogotá, la sierra de Madrid, el puerto de Cartagena, Puerto Cabello.
  6. Se escribirán igualmente con mayúscula inicial todos los nombres de divinidades. Por ejemplo: Dios, Jehová, Alá, Apolo, Krishna. En cambio, cuando el nombre propio deje de funcionar como tal y pase a designar un género o una clase de objetos o personas, deberá escribirse con minúscula. Por ejemplo: Pablo es un herodes; María es una venus.
  7. Otro de los casos en donde procederá la mayúscula inicial será en aquellas palabras que señalen atributos divinos o apelativos referidos a Dios, Jesucristo o la Virgen María. Por ejemplo: Cristo, Todopoderoso, Inmaculada, Purísima.
  8. De igual forma, la Academia indica que se deberán anotar con mayúscula todos los nombres de órdenes religiosas. Por ejemplo: Cartuja, Temple, Católica.
  9. Llevan también mayúscula inicial todos los nombres de fiestas religiosas o civiles. Por ejemplo: Pentecostés. Día de la Independencia, Navidad.
  10. Se anotarán de la misma manera con mayúscula inicial los nombres de los libros sagrados de las distintas culturas o civilizaciones: Biblia, Corán, Avesta, Talmud.
  11. Deberá poseer mayúscula inicial todos los nombres de los signos del Zodiaco. Por ejemplo: Acuario, Libra, Sagitario. De igual modo, los nombres que aluden a la característica principal de estos signos, como Balanza (por Libra), Gemelos (por Géminis). En cambio cuando el nombre propio deja de serlo porque designa a las personas nacidas bajo ese signo, se escribirá con minúscula: Paola es libra; Sol es capricornio.
  12. También deberán escribirse con mayúscula inicial todos los nombres de constelaciones, estrellas, planetas o astros, entre otros cuerpos celestes. Por ejemplo: El Sistema Solar está conformado por siete planetas; La Tierra es el tercer planeta del Sistema Solar. Por el contrario, si el nombre se refiriese, en el caso del Sol y la Luna a los fenómenos sensibles derivados de ellos, se escribirán con minúscula. Por ejemplo: Tomar el sol; Noches de luna llena. En el caso de la palabra Tierra todo uso que no se refiera a ella como planeta, deberá anotarse con minúscula: El avión tocó tierra; Hecho de menos mi tierra.
  13. Se escribirán siempre con mayúscula inicial los nombres de los puntos cardinales, cuando nos referimos a ellos explícitamente. Por ejemplo: La brújula señala el Norte. Sin embargo, si el nombre del punto cardinal hace referencia a la orientación o dirección, ubicada hacia este punto, se optará por escribirlo con minúscula inicial. Por ejemplo: Arrendé un apartamento en el norte de la ciudad.
  14. Poseerán también mayúscula inicial todos los nombres de marcas comerciales. Por ejemplo: Club Colombia, Colombina, Nesttle. Por el contrario, se optará por usar la minúscula inicial, cuando se designe algo con el nombre del lugar del que procede, o con el de su inventor, fabricante, marca o persona que lo popularizó. Por ejemplo: un jerez, un oporto, una aspirina, unos quevedos, una polarcita. Sin embargo si se quiere mantener viva la referencia al autor, creador o fabricante de la obra, se utilizará la mayúscula inicial. Por ejemplo: un Picasso, dos Casares.
  15. Así mismo, se anotará mayúscula inicial en el artículo, cuando este sea parte del nombre. Por ejemplo: El Universal, El Tiempo. Cuando el artículo o sustantivo no forman parte del nombre entonces debe ir en minúscula. Por ejemplo: periódico Últimas Noticias.

Reglas del uso de mayúsculas en función de las circunstancias

Finalmente, la Academia también tomará en cuenta el contexto o función que presenta una palabra, a la hora de decidir si esta deberá poseer o no mayúscula inicial. En este sentido, la RAE dicta que se deberán escribir con mayúscula las siguientes palabras:

  1. Los títulos o sobrenombres con que se designan personas. Por ejemplo: el Libertador, el Sabio. Si este título fuese de tipo simbólico, siempre deberá ir en mayúscula porque se comporta como parte del nombre más que como título. Además por ser un sobrenombre tiene que ir entre comillas. Por ejemplo: Simón Bolívar “Libertador de Naciones”; Antonio José de Sucre “Gran Mariscal de Ayacucho”
  2. Cuando, en lugar del nombre, se emplean sobrenombres por antonomasia. Por ejemplo:“el Sabio” (por Salomón).
  3. Así mismo, siempre que se haga uso de palabras que funjan como títulos o advocaciones propias de la Virgen María. Por ejemplo: Carmen, Guadalupe. De igual forma, todas las celebraciones que sean dedicadas a esta figura católica poseerán también mayúscula inicial: el Pilar, el Carmen.
  4. De igual forma, la academia dicta que siempre que se utilicen pronombres personales, a fin de hacer alusiones a Dios, o incluso a la propia figura de la Virgen María, estos deberán escribirse con Mayúsculas iniciales: Tú, Ti, Vos, Él, Ella.
  5. También contarán con mayúscula inicial todos los hechos religiosos, así también como los conceptos de este tipo. Por ejemplo: la Resurrección, la Anunciación.
  6. Igualmente se anotarán con mayúsculas iniciales todos los conceptos religiosos, siempre que se estén usando para referir a ellos. Por ejemplo: el Purgatorio, el Infierno. Sin embargo, si se usa de forma figurativa, no serán anotados con mayúscula inicial. Por ejemplo: Mi vida está hecha un paraíso.
  7. Hay casos donde las acuñaciones funcionan como nombres propios. Por ejemplo: Sor Juana (por Sor Juana Inés de la Cruz), Fray Luis (por Fray Luis de León).
  8. Se anotarán también con mayúscula inicial todos los nombres, que aun no siendo propios, sean usados para hacer referencia a la colectividad de algunos organismos específicos. Por ejemplo: el Ejército, la Marina, la Universidad. Sin embargo, cuando estos nombres no refieran a la institución, se anotarán con minúscula: Ayer fui a la universidad, y no te vi.
  9. Por otra parte, la norma indica que también deberán poseer mayúscula inicial aquellos tratamientos especiales, siempre que estén abreviados. Por ejemplo: Ud. (usted). Cuando “usted” se escribe con todas sus letras no debe llevar  mayúscula.
  10. Así también poseerán mayúscula inicial todos los nombres latinos que designan especies de animales y plantas. Por ejemplo: Drosophila melanogaster, Canis familiaris. Además por ser palabras perteneciente a otras lenguas debe ir en cursivas.
  11. Se escribirán de igual forma con mayúscula inicial todos los nombres, bien si son escritos en latín o en español, que hagan referencia a los grupos zoológicos y botánicos, reconocidos por la Taxonomía como grupos superiores. Por ejemplo: orden Roedores. En cambio, cuando la palabra sea usada como adjetivo, no se podrá escribir con mayúscula inicial: había un animal roedor atascado en la tubería.
  12. Igualmente deberán escribirse con mayúscula inicial todos los nombres de las disciplinas científicas, siempre que la palabra se refiera a la disciplina como tal. Por ejemplo: Jaime estudió Filosofía y Letras. En cambio, se escribirá con minúscula cuando sea usada como sustantivo: No me gustaba su filosofía de vida; escribía unas letras preciosas.
  13. Se estilará igualmente escribir con mayúscula inicial los nombres de las distintas épocas históricas, así como de los diferentes movimientos que han surgido a lo largo de la Historia, bien sea en el ámbito político, religioso o cultural. Por ejemplo: el Renacimiento, el Capitalismo, la Pascua.
  14.  Suelen escribirse con mayúscula los nombres de determinadas entidades, cuando se consideran conceptos absolutos. Por ejemplo: la Libertad, la Ley. Pero se escribe con minúscula: La libertad de expresión, la ley de gravedad.
  15. Deberá escribirse también con mayúscula inicial la primera palabra del título de toda obra artística. Por ejemplo: Cien años de soledad; La odisea; El principito. Empero, si se tratase de una publicación periódica, o que se entregara en colecciones, se deberán escribir con mayúsculas iniciales tanto los sustantivos como adjetivos que conforma el título: Nueva Revista de Filología.
  16. En los apartados bibliográficos, referencias o incluso, pies de páginas, según los criterios actuales, académicos y editoriales comunes se colocan en mayúscula solamente la primera letra del título de un libro y las restantes en minúsculas.
  17. Se escribirán con mayúscula inicial todos los sustantivos y adjetivos que componen el nombre de instituciones, entidades, organismos, partidos políticos, etc. Por ejemplo: la Biblioteca Nacional, la Inquisición, el Tribunal Supremo, el Museo de Bellas Artes, la Universidad Central de Venezuela.
  18. Finalmente, se optará por escribir con mayúscula inicial todos los nombres de las distintas áreas administrativas de una empresa o compañía. Por ejemplo: Dirección General; Departamento de Contrataciones.

Recomendación última

En cuanto al uso y frecuencia en el que debe hacerse empleo de letras mayúsculas en un texto, la Real Academia Española de la Lengua recomienda evitar el uso excesivo de estas letras, pues más allá de las intenciones ornamentales, en realidad un uso indebido, constante e innecesario de mayúsculas puede, incluso, traer ambigüedades semánticas, al tiempo que en términos editoriales también crea manchas en el texto al momento de ser impreso este.

Imagen: pixabay.com