Definición del valor de la Integridad
En el ámbito de los valores humanos, la Integridad es la cualidad que tiene una persona de actuar siempre apegado a los valores de la Rectitud, la Honestidad, la Verdad y la Justicia, tanto para su trato con los demás como para consigo mismo.
Así mismo, algunas disciplinas como la Sociología apuntan que la Integridad es un valor asociado a la Cultura, por lo que se pueden dar casos en los que en una sociedad determinados valores son bien vistos, mientras que otras no, por lo que cada individuo será una persona íntegra en la medida en que sea fiel a los valores positivos de su cultura, es decir, aquellos que recibió de sus padres desde el primer momento.
Por otro lado, algunas personas también ven incluido en el valor de la Integridad la capacidad de un ser humano de no conformarse con lo que tiene, sino aspirar día a día a muchos más conocimientos o posiciones laborales. En este sentido una persona integral será aquella que luche día a día por estar mucho más preparada tanto académica, como laboral e intelectualmente, aspirando siempre a ser cada día mejor persona y profesional.
Importancia de la Integridad como valor
En cuanto a la repercusión que tiene a nivel individual el que una persona cuente con la Integridad como uno de los valores por los que rige su estructura de pensamiento y comportamiento, algunos psicólogos han indicado que en la medida en que una persona tienda a la integridad, sus acciones se encaminarán al perfeccionamiento, la honestidad, la cooperación, y la mayoría de los valores positivos, lo que lo hará erigirse como un ser confiable en su entorno, garantizándole así vínculos afectivos y profesionales basados en la confianza. Así mismo, su empeño en ser cada día mejor, lo llevará por el sendero del éxito personal y profesional, por lo que se sentirá cada día más satisfecho y orgulloso de sí mismo, lo que generará que la persona también se sienta mucho más Feliz.
Por su parte, la repercusión social, los psicólogos han indicado que una sociedad conformada por individuos que tengan la integridad como práctica, será una comunidad humana caracterizada por miembros que traten de poner lo mejor de sí cada día, al tiempo que establezcan relaciones de cooperación y amistad, basadas en la Generosidad y la Solidaridad. Igualmente, en la medida en que luchen por ser mejores profesionales, la sociedad que conformen será una comunidad mucho más productiva y dada al éxito.
Adquisición de la Integridad como valor
A pesar de que la Integridad es una capacidad o cualidad inherente al ser humano, la mayoría de los psicólogos advierten sobre la necesidad de inculcar y estimular este valor desde las primeras etapas de la vida, a fin de formar adultos que tiendan a hacer lo correcto en todas las circunstancias y facetas de su vida, cónsonos además con sus sentimientos y emociones, y con acciones que se traduzcan en el beneficio de todos.
Sin embargo, en algunos casos, tal como han indicado expertos en el comportamiento humano, los padres y maestros pueden llegar a sentirse un poco desorientados a la hora de establecer estrategias educativas, encaminadas a inculcar este o cualquier otro valor. En cuanto al valor de la Integridad, disciplinas como la Psicología y la Psicopedagogía han establecido ciertos tips que pueden resultar de utilidad en esta tarea. A continuación, algunos de ellos:
1.- Como siempre que se trata de enseñar o cultivar un valor en los más pequeños, los psicólogos advierten la importancia que tiene el Ejemplo. En este sentido, un niño que crezca viendo cómo sus padres practican los valores que le han enseñado de forma verbal, será un individuo que entienda desde muy temprano que el ser humano debe poner en sus acciones aquellas ideas que se encuentran en sus principios e ideas.
2.- Así mismo, la Integridad es un valor que se encuentra estrechamente relacionado con la Honestidad y la Sinceridad, por lo que también es de suma importancia que el niño crezca teniendo como ejemplo la honestidad de sus padres, los cuales deben procurar no decir mentiras ni hablar mal de las personas delante del niño, a fin de que éste no tome este comportamiento como algo correcto, sino que por el contrario tenga integrado en su estructura de pensamiento lo negativo que puede resultar mentir.
3.- De igual forma, es importante que los padres hablen y reflexionen con su hijo sobre la importancia que tiene colocar el máximo esfuerzo en la actividad que realiza, asumiendo entonces el reto y la responsabilidad de ser cada día mejor deportista, mejor estudiante, mejor hijo, no desde la competencia y el perfeccionismo insano, sino desde la convicción de que cada día se puede y se tiene que ser mejor.
4.- Con referencia a las actividades que pueden realizarse en el aula en este sentido, algunos educadores indican que los maestros pueden buscar bibliografía que les permita reforzar con cuentos o historias lo que los niños han aprendido en su casa.
Fuente de imagen: elpensante.com