Definición del valor de la Transparencia
Dentro del ámbito de los valores éticos, se conoce como Transparencia la capacidad que tiene un ser humano para que los otros entiendan claramente sus motivaciones, intenciones y objetivos. Igualmente, la Transparencia se enfoca en llevar a cabo prácticas y métodos a la disposición pública, sin tener nada que ocultar.
Estrechamente ligado a otros valores como la Honestidad, la Sinceridad, el Trabajo, la Devoción, el Respeto y el Servicio, la Transparencia se ha establecido en la sociedad como una valor indispensable en la tarea de desempeñar de la mejor manera las funciones sociales y laborales, sobre todo cuando se refiere a personas que ejercen algún tipo de cargo público, pues se espera que se maneje con honestidad, cónsono con sus responsabilidades y palabra empeñada, por lo que la accesibilidad a sus prácticas dan confianza en los otros, al tiempo que construye su reputación.
Sin embargo, el valor de la Transparencia es una cualidad inherente a todos los seres humanos, quienes aunque tengan una vida privada, se supone que esta debe estar conformada por prácticas que no perjudiquen a nadie. Así mismo, toda persona debe contar con la capacidad de poder ser leído por sus semejantes, a fin de establecer vínculos sociales basados en la confianza, primer eslabón de toda relación humana.
Importancia de la Transparencia como valor
Con respecto al impacto individual que tiene la práctica del valor de la Transparencia en una persona, disciplinas como la Psicología han señalado, que en la medida en que un individuo ejerza su vida con transparencia, será tomado por los otros como un ser sincero, confiable, honesto, solidario, trabajador, fiel y eficiente, lo que en primer lugar le generará vínculos sociales y afectivos sólidos, que se traduzcan en ganancias afectivas y en un estado de bienestar. Así mismo, se irá abriendo puertas a nivel laboral, pues las empresas e instituciones buscan además de talentos y capacidades, empleados en los cuales sientan que pueden confiar, debido a su Transparencia y Devoción.
En un sentido más amplio, la Psicología ha señalado también el impacto social que involucra el valor de la Transparencia. A este respecto, los psicólogos han señalado que una sociedad en la cual la mayoría de sus miembros tengan dentro de su esquema de valores el de la Transparencia, será un colectivo humano propenso a generar una red de relaciones interpersonales sólidas, basadas en la confianza, el respeto, la solidaridad y la eficiencia, las cuales se traducirán en una sociedad mucho más unida, que se encamine hacia la productividad y el bienestar común, alejándose así mismo de otras situaciones negativas como el engaño, la estafa, la corrupción y el crimen, lo cual implica el malestar colectivo, perjudicando a todos los involucrados.
Adquisición de la Transparencia como valor
A pesar de que la Transparencia es una virtud inherente al ser humano, la Psicología también ha destacado la importancia de cultivar y estimular este valor en los niños, desde las primeras etapas de la infancia, a fin de formar individuos que entiendan la importancia de ser claros y transparentes con sus actos, ideas y comportamientos, en su tarea de ir estableciendo relaciones basadas en la confianza, las cuales se traducirán en relaciones afectivas armoniosas, buenas oportunidades laborales y estima pública.
Sin embargo, puede que existan padres y maestros que no tengan del todo claro las estrategias educativas que les permitan enseñar y cultivar el valor de la Transparencia en los niños a su cargo, por lo que la Psicología también ha diseñado una serie de métodos y prácticas, las cuales pueden resultar de gran ayuda en esta tarea. A continuación, algunas de ellas:
1.- Como siempre que se trata del aprendizaje de una actitud o valor, la principal herramienta pedagógica será el Ejemplo. En este sentido, un niño que crezca viendo cómo sus padres se comportan de la misma forma en casa, como en la calle, practicando en ambos escenarios los mismos valores, será un individuo que entienda no sólo la importancia de la honestidad y la integridad, sino que aprenderá que una persona honesta a la vez debe ser transparente, y mostrarse siempre tal cual es.
2.- Igualmente, en este camino de aprendizaje, es crucial reforzarle al niño la importancia de no mentir, expresando con tacto e inteligencia aquello que piensa realmente, por lo que la crianza en ambientes de sinceridad, respeto, receptividad y democracia es vital para que el niño aprenda que demostrar sus afectos, pensamiento, dudas y decisiones en ningún caso es algo de temer o negativo.
3.- En relación con las actividades que puede ejercer el maestro en pro de la enseñanza del valor de la Transparencia, los psicólogos indican que estos pueden hacer uso de la lectura colectiva de historias o fábulas que refieran la importancia de ser seres transparentes, a fin de transmitirle esta información al niño de una forma lúdica y en un lenguaje sencillo.
Fuente de imagen: elpensante.com
Practicar el valor de la transparencia es permitir que los demás entiendan claramente el mensaje que les estamos enviando con nuestros planteamientos, con nuestras acciones, y que además perciban un mensaje que exprese lo que realmente deseamos o sentimos. Una persona transparente siempre está actuando y hablando claro. Ese tipo de personas genera la menor confusión posible, pero si mucha confianza.