Historia del violín

De acuerdo a lo indicado en las distintas fuentes de Historia de la Música, los primeros antecedentes del violín, como instrumento de cuerdas al fin, pueden rastrearse en el remoto laúd, así también como en el rebab, instrumentos musicales de la Edad Media, los cuales aun cuando eran originarios de la cultura Árabe, se extendieron por la Europa Mediterránea, a través de los distintos procesos de invasiones y conquistas protagonizados por estos pueblos.

En este sentido, Italia es el país europeo que ve nacer los ancestros más notorios de este instrumento de cuerda clásico, viéndose entonces materializa en la fídula, entre otras violas medievales con arco. Así mismo, nace la Viola da Braccio, el cual se puede considerar técnicamente una especie de violín primitivo.

Nacimiento y debut del violín

No obstante, la humanidad debería esperar al siglo XVII para conocer el primer violín, el cual fue fabricado principalmente en la ciudad de Cremona, en donde se extraía el pino y el arce, bases de  las distintas maderas con las que se construías este instrumento. De acuerdo con lo que han señalado las fuentes históricas, en ese momento, los fabricantes de violines destinaban la madera blanda de los pinos para realizar la tapa superior del instrumento, mientras que la madera de los arce, mucho más dura, se destinaba a la tapa de abajo o posterior. Conformación esta que dotaba al violín del siglo XVII de un sonido un poco distinto al que tiene el de la actualidad. Así mismo, el arco tenía una forma convexa, hecho que fue cambiado drásticamente en el siglo XIX por François Tourte, quien le dio por primera vez una curvatura de forma cóncava, cambiando en gran parte el sonido que producía este instrumento.

Así mismo, otro de los personajes más resaltantes en la historia y prestigio musical de este instrumento es Claudio Monteverdi, músico y compositor italiano, quien fue el primero en descubrir las grandes capacidades sonoras de este instrumento, incorporándolo entonces de manera exitosa en las voces corales de su célebre ópera Orfeo, compuesta en el año 1607. El violín había hecho su debut en la Música clásica, la cual no abandonaría jamás.

La era de los Luthiers

Conocidos entonces como Luthiers o luteros, pues su primera profesión fue la elaboración de laúdes, estos fabricantes de instrumentos comienzan a construir y hacer con sus manos violines, a fin de dar cumplimiento a los encargos, que empezaban a llegar de todas partes de Europa. Entre algunos de los más famosos y reconocidos nombres de fabricantes de violines pueden encontrarse el luthier vienés Jakob Steiner o Giovanni Maggiani. Sin embargo, los luthiers más reconocidos son aquellos provenientes de la ciudad de Cremona, en donde se fabricaron los violines de firma Guarnerius, Amatius y los célebres Stradivarius. Igualmente, mucho más reciente, los lutrhiers Lupot lograron alcanzar gran reconocimiento durante el siglo XIX.

Posteriormente, sucedería el Barroco, época en la que el violín terminó por conquistar su posición como la estrella de las orquestas sinfónicas y grupos de cámara, así como en las voces vocales, convirtiéndose en el protagonista de cientos de composiciones y piezas, en donde sus creadores tratan de aprovechar el imponente, dramático y dulce sonido de este instrumento que fue evolucionando desde las remotas épocas del Medioevo.

El secreto de los violines Stradivarius

Es sabido que todo elemento origina mitos y leyendas a raíz de su descubrimiento y sobre todo en su Edad de Oro. Quizás también pasa un poco de esto en referencia al violín, específicamente a los violines que fueron fabricados por los luthiers Stradivarius, los cuales son considerados por los expertos como un instrumento único, de un sonido inigualable. Esto es indiscutible, sin embargo, más allá del talento de sus fabricantes, al parecer existe una razón técnica detrás del tremendo éxito y sonido de los violines nacidos con esta firma.

Con respecto a esto, varias son las tesis que han circulado. Por ejemplo, algunos historiadores le han atribuido el magnífico sonido de estos violines a condiciones específicas de la madera usada, ocasionadas por factores ambientales precisos. En este sentido, entonces, una de las hipótesis surgidas es la que señala que tal vez los árboles de donde se extrajo la madera habían pasado un fuerte invierno, hecho que pudo originar un material mucho más fuerte y sólido. Así mismo, algunos investigadores han puesto su mirada sobre el Ph del agua en la que eran trasladados estos troncos, insinuando que este elemento también pudo favorecer a que la madera estuviese mucho más dura que las otras empleadas por otros fabricantes.

Finalmente, los expertos opinan que más allá de la dureza y homegeneidad de las maderas utilizadas en la elaboración de esta firma de violines, también pudo influir la decisión de sus fabricantes de colocar un acabado biselado en los contornos donde hacen unión las distintas partes de madera que conforman el violín, y que según han señalado los entendidos puede colaborar en beneficiar exponencialmente la acústica del instrumento, haciendo entonces que realmente los violines Stradivarius se distinguieran como los mejores del mundo.

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