Definición de Danza
Se conoce como “Danza” a una de las Artes Escénicas, cuya principal característica es el movimiento corporal, el cual en compañía de la música, es usado por el artista como un medio de expresión, bien sea con intenciones artísticas, religiosas o meramente lúdicas.
De esta forma, los especialistas en Danza también han promulgado una definición un poco más técnica que involucra la idea de un cuerpo en movimiento a través de un espacio determinado, siendo guiado por un ritmo escogido, a fin de expresar corporalmente algunos símbolos propios de su cultura, por lo que para los bailarines la Danza es a un tiempo Arte que dibuja figuras armoniosas con el cuerpo, y a otro medio de comunicación, con su propio Lenguajes, el cual le permite al bailarín expresar sentimientos, conceptos o ideas.
Estrechamente ligada a la Música, la cual le da elementos fundamentales como el tiempo y el ritmo con la cual se ejecutará, la Danza puede realizarse en solitario o en grupo, los cuales pueden ir desde parejas hasta conjuntos de varias personas, las cuales por lo general decidirán previamente los movimientos que ejecutarán, siendo dirigidos por un Coreógrafo, que es el artista encargado de crear una Danza específica, la cual a su vez es conocida como Coreografía.
Breve Historia de la Danza
De acuerdo a los especialistas en Historia de la Danza, los inicios de esta Arte Escénica pueden situarse en el amanecer de la humanidad, es decir, en la lejana prehistoria, donde se presume que los humanos primitivos, como humanos al fin con deseos y necesidades expresivas, idearon movimientos rítmicos, a través de los cuales celebraban acontecimientos importantes de su cultura, como la caza, los nacimientos, la convocatoria de Deidades, la Guerra, entre otros, que son considerados como los primeros antecedentes de la Danza.
Posteriormente, se puede ubicar otro antecedente importante en la antigua Grecia, donde la Danza era parte esencial de la Mitología helénica, estando fuertemente ligada al carácter religioso, donde se realizaban ciertos bailes, a fin de recrear pasajes mitológicos, como por ejemplo Los Bailes Campestres, los cuales según los historiadores, eran danzas ejecutadas en medio de bosques, en honor al Dios Pan, a quien se le atribuía su creación.
Con el tiempo, la Danza comenzó a sobrepasar los límites religiosos y mitológicos, para convertirse poco a poco en un arte, siendo Grecia la cuna donde se consideró la Danza como un Arte, por primera vez en la humanidad, siendo específicamente la representación de las tragedias de Esquilo, donde la Danza logró desarrollarse como un Arte, colocando su acento en la técnica y la perfección de los movimientos, a fin de ejecutarlos en armonía con el coro.
No obstante, los historiadores consideran que fueron el cómico Batilo de Alejandría y el trágico Pílades los primeros en introducir la Danza como Arte Escénica, momento a partir del cual se convirtió en un arte destinada al entretenimiento, desarrollándose así cuatro tipos de danzas el Trágico, el Cómico, el Satírico y el Pantonímico. No obstante esto no significara que la perdiera también su importancia como elemento ritual, como por ejemplo la Danza Pírrica o Los Bailes Fúnebres.
De igual forma, la Danza se manifestaba en otras culturas y pueblos como el Egipcio y el Hebreo, donde sin embargo se mantuvo fuertemente ligada al hecho religioso. Más adelante, Roma también se desarrolló con este sentido ritual, resaltando algunos ejemplos como la Danza Nupcial o el Baile de los Salios. Posteriormente, otras culturas como los pueblos germánicos, galos y anglosajones también encontraron en la Danza la forma de representar sus pasajes religiosos o conectarse con sus deidades.
Siguiendo con su evolución, los historiadores coinciden en señalar que durante la Edad Media, la Danza en general no sufrió grandes desarrollos, pues la persecución de la Iglesia hizo que esta se ocultara y hasta dejara de practicar en algunos sectores, pues era identificada como un rito pagano. No obstante, las danzas de origen folklórico vivieron un momento de vitalidad. Por su parte el Renacimiento se caracterizó por un renacer bastante vigorizador de la danza, hecho que algunos analistas relacionan ligado al hecho del redescubrimiento del cuerpo y la noción del ser humano como centro del universo. Durante esta época se desarrolla, en 1851, el Ballet en Francia, cuyo primer nombre fue Ballet-comique, en el cual se narraban a través del baile pasajes de la Mitología clásica. Igualmente la Teorización de la Danza tuvo importantes momentos durante el Renacimiento, surgiendo en esta época los primeros tratados sobre este Arte, de los cuales resalta la obra De arte saltandi et choreas ducendi, escrito por Domenico da Piaceza, quien es identificado por los historiadores también como el primer coreógrafo.
Por su parte, el Barroco se distinguió sobre todo por el desarrollo en Francia del ballet, el cual contó en su momento con el entusiasmo e impulso de Luis XIV, el Rey Sol, el cual incluso promovió la creación de la Primer Academia Real de Danza, la cual abrió sus puertas por primera vez en el año 1661. Posteriormente, casi cincuenta años después, en la época del Rococó, Francia volvería ser escenario de otro importante acontecimiento en la historia de la danza, al ver la inauguración de la Escuela de Ballet de la Ópera de París. No obstante, los estudiosos identifican esta época histórica como el momento en el que la Danza comenzó a surgir como un Arte independiente y autónoma, desligándose un poco de la Poesía y la Ópera. Por su parte, dentro del vulgo, surgieron danzas importantes como el Flamenco en España o el Vals.
Así mismo, el Romanticismo se caracterizó por ser una época donde el ballet gozó de gran vigorosidad, viviendo además momentos importante como la creación de un vestuario específico para los bailarines, así como los primeros atisbos de teorización sobre la técnica, igualmente destacaron importantes obras, escritas específicamente para la danza, escribiéndose también música exclusiva para la danza. Durante esta época también se introdujeron técnicas que marcarían un antes y un después en la técnica del ballet, como lo es la punta de pie. Igualmente, aunque ya ocurría desde el Rococó, comenzaron a distinguirse figuras importantes de la Danza, como por ejemplo Fanny Elssler.
Más adelante, el siglo XIX es identificado por diversos autores como el momento en el que el ballet surge por primera vez como un gran espectáculo escénico, gracias a la iniciativa del coreógrafo ruso Marius Petila, quien ideo una técnica a través de la cual se podían contar historias completas a través de la danza. En ese momento nacen obras clásicas del ballet como El Cascanueces, que nació en 1893, o El Lago de los Cisnes, que llegó al mundo en 1895, constituyéndose en obras de hasta cinco actos, cuya narrativa era hecha en base a los movimientos corporales, así como la música fue escrita para ellas.
Igualmente, el siglo XIX también se caracterizó por marcar el inicio de la Danza Contemporánea, surgida en los últimos momentos de este siglo, cuando una corriente de bailarines, liderados por Mihail Fokin comenzó a interesarse más por la expresión que por el seguimiento rígido de la técnica. No obstante, esto no debilitó para nada al ballet, conviviendo así estos dos métodos de expresión corporal, los cuales siguieron caminos paralelos. En cuanto al segundo, destaca el nacimiento de la clásica obra Romeo y Julieta, que nació en 1935, de mano de Serguéi ProKófiev, basado en la clásica obra de William Shakespeare. En cuanto a la Danza contemporánea, llamada también expresionista, esta contó también con un gran crecimiento y fortaleza, surgiendo destacadas figuras como Rudolf von Laba, Mary Wigman e incluso Isadora Duncan, a quien se le atribuye la introducción de una nueva forma de baile, regida sobre todo por la importancia de la expresión y la improvisación.
Más recientemente, a raíz de la posguerra, la Danza clásica, representada por el Ballet continúo con su evolución y desarrollo técnico, a la par del crecimiento de la Danza Contemporánea, la cual también crecía en pro de devolver el Baile a su carácter expresivo. Durante esta época también destacan importantes coreógrafos, como Glen Tetley, Has van Manen o Mark Morris. Así también la danzas populares contaron con una gan diversificación de estilos, surgiendo importante bailes de salón como el tango, el bolero, la salsa, el charlestón, etc, los cuales marcaron pauta en sus épocas.
Géneros de la Danza
De acuerdo a los teóricos de la Danza, a pesar de los innumerables estilos que se han desarrollado durante las diferentes épocas, se pueden distinguir básicamente tres grandes géneros:
- Clásicos: siendo el principal representante de este género el Ballet, aunque los teóricos también engloban en este parámetro, las danzas desarrolladas durante la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco, así como la Danza Contemporánea de finales del siglo XIX.
- Folclóricos: las cuales están relacionadas estrechamente con los bailes propios de una cultura particular, entre ellos destacan la Danza Árabe, el Flamenco, la Cumbia, el Joropo, el Calipso, la Samba, etc.
- Modernos: identificados como aquellas coreografías que nacen de la visión particular del bailarín, caracterizándose a su vez por la libertad de movimientos y la improvisación. Entre ellos destacan el Jazz, el Electro Dance, el Por, el Hip Hop, la salsa, etc.
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