Definición de Dignidad
En el ámbito de los Derechos y Valores Humanos, la Dignidad es conocida como la cualidad de valioso, digno, respetable y merecedor de derechos que tiene cualquier ser humano, por el simple hecho de pertenecer al género humano.
De esta forma, la Dignidad se traduce en los Derechos Humanos que tiene toda persona a la identidad, a un trabajo respetable, a una vivienda adecuada, a una educación efectiva, así como a ser tratado de una buena manera, tanto por sus semejantes como por las distintas instituciones de la sociedad. Igualmente, la Dignidad viene a ser un valor humano, que hace que la persona sea consciente del valor que tiene como sujeto, dentro de una sociedad, haciéndose respetar como tal, al tiempo en que también entiende que sus pares cuentan con los mismos derechos y valor, por lo que también deben ser tratados dignamente.
Importancia de la Dignidad como valor
Con respecto a la importancia que puede ejercer la Dignidad como valor humano, dentro de una sociedad, algunas disciplinas como la Psicología han establecido que éste es uno de los valores básicos de la convivencia, pues la Dignidad es la noción que le indica a una persona el buen trato que debe darle a otra, por lo que se encuentra también estrechamente ligada a otros valores como el Respeto, la Tolerancia, la Equidad, la Justicia, la Prudencia, entre otros que hacen que las relaciones interpersonales se lleven a cabo desde la empatía y la asertividad.
Por otro lado, la noción de Dignidad en una sociedad hará que sus instituciones e individuos trabajen por velar que los derechos humanos de todos sus miembros sean respetados y garantizados, a fin de que todos tengan acceso a vidas, compuestas por diferentes factores que dignifiquen su naturaleza como humanos, es decir, que cuenten con salud, alimentación, empleo, viviendas, ambientes, educación y acceso a los recursos naturales de una forma acorde a su valor y requerimientos como humanos.
Adquisición de la Dignidad como valor
En cuanto al momento adecuado y la forma de inculcar la Dignidad como valor humano en una persona, la Psicología ha detallado que éste debe ser sembrado y estimulado desde las primeras etapas de la infancia, a fin de formar niños y adultos conscientes de sus Derechos y Deberes, como miembros activos de la sociedad a la que pertenecen, a fin de que aprendan a convivir con otros desde el Respeto, la Empatía y la Valoración.
Sin embargo, puede que algunos padres y maestros se sientan un poco desorientados sobre las estrategias educativas que pueden establecer para procurar la enseñanza y práctica de este valor entre los más pequeños, por lo que la Psicología también ha diseñado algunos tips y mecanismos que pueden facilitar y guiar este proceso de aprendizaje. A continuación, algunos de ellos:
1.- Como siempre que se trata de enseñar una actitud o un valor humano, la Psicología indica que la mejor herramienta seré el ejemplo. De esta forma, un niño que se forme viendo cómo sus padres respetan a sus semejantes, a ellos y a sus hijos, incluyéndolo a él, tratándolos por demás de una forma digna, que los reconozca y valores como personas, será un niño que se levante consciente de que cada individuo, independientemente de la posición o rol que desempeñe en la sociedad, merece respeto.
2.- Así mismo, un niño que se levante dentro de una sociedad, donde sus instituciones garanticen los Derechos Humanos básicos y necesarios, para el desenvolvimiento saludable de cada uno de sus miembros, será un individuo que en el futuro se incorpore a esta sociedad, consciente de que en colectivo debe trabajarse por el bienestar de cada uno de sus miembros, lo que a la larga se traduce en el beneficio de la sociedad como conjunto.
3.- Igualmente, en el plano educativo, la enseñanza de la Dignidad como valor dependerá intrínsecamente de la experiencia que vivan los niños en su relación con sus maestros, pues estos también deben tener un trato digno con el niño, a fin de que este adquiera la noción del valor Dignidad a través de la propia experiencia, viendo cómo sus semejantes, así como él, experimentan un buen trato, respetuoso y empático, de parte de las autoridades de la institución educativa donde estudia. Así mismo es importante que esta posea una estructura adecuada, así como personal preparado, pues una educación requiere de dichos componentes para poder calificarse como una educación digna.
4.- Finalmente, más allá de que el niño reciba un trato digno de parte de sus padres, maestros y semejantes, al tiempo en que disfruta de condiciones de vida digna, que le permiten acceder a todos los derechos que como humano merece, es importante que tanto en casa como en la escuela, se le refuerce también verbalmente la necesidad de tratar respetuosa y dignamente a los otros, independientemente del grado de instrucción, posición social o incluso afinidades particulares, pues el niño debe aprender que los Derechos Humanos son inherentes al hombre y a la mujer, independientemente de sus rasgos particulares.
Imagen: elpensante.com