Definición de Eutanasia
En su definición más básica, la Eutanasia es considerada como la acción –o ausencia de ella- que conlleva la muerte sin sufrimiento del paciente, que por debidas circunstancias no tiene esperanzas de vida, es decir que ha sido desahuciado.
Proveniente etimológicamente de las voces griegas eu y thanatos, las cuales pueden traducirse como “buena muerte”, la eutanasia puede ser llevada a cabo con el conocimiento o no del paciente, como se da en casos donde este último se encuentra en estado de coma. De esta manera, los familiares y médicos –y en muchas ocasiones también el paciente- toman los mecanismos necesarios para facilitar el deceso, a fin de evitar más sufrimiento, no sin que esto siga siendo un tema bastante polémico en la sociedad actual, donde se confronta con concepciones religiosas y éticas.
La eutanasia para la Organización Mundial de la Salud
Por su parte, para este organismo internacional la Eutanasia no existe una definición exacta que pueda asignársele al término “eutanasia”, a pesar de existir menciones e incluso debates médicos al respecto. En este sentido, los distintos trabajos o la definición global se limita a hablar de eutanasia activa, es decir, a las acciones dirigidas a terminar con la vida de un paciente en específico. Además determina tres casos precisos donde esta eutanasia activa llega a aplicarse:
1.- Cuando se realiza el homicidio intencional, por medios químicos casi siempre, del paciente que ha expresado que llegado determinado momento o situación desearía que lo ayudaran a morir, y a hacer lo más breve posible el sufrimiento.
2.- Cuando los pasos para poner fin al sufrimiento no son proporcionados por un tercero, sino practicados directamente por el mismo paciente, en cuyo caso se habla de “suicidio asistido”.
3.- Cuando se practican procedimientos específicos que llevan al fallecimiento de bebés recién nacidos, con el consentimiento de los padres, cuando estos niños han venido al mundo con alguna alteración genética, comprometa esta situación su vida y desarrollo, o sea totalmente viable.
No obstante, a pesar de estas definiciones y puntualidad en los distintos casos, la Organización Mundial de la Salud no parece tomar posición en un tema que aún es debate en los círculos médicos y sociales, siendo ilegal en la mayoría de los países, aun cuando se practique.
Eutanasia para la Asociación Médica Mundial
Así mismo, la Asociación Médica Mundial también cuenta con su opinión al respecto a esta práctica. En este sentido, esta institución ha declarado en su oportunidad que toda acción, u omisión, destinada a propiciar el fallecimiento de un paciente, en miras de atenuar o interrumpir su sufrimiento es básicamente una acción antiética, yendo incluso en contra del juramento hipocrático que todo médico hace, en el cual se compromete a salvar la vida del paciente a toda costa. Sin embargo, también hace hincapié en que todo médico debe respetar la decisión del paciente que desee no continuar con tratamiento alguno, sino permitirle a la enfermedad que pone en riesgo su vida, continuar hasta su etapa terminal, como sucede en muchos casos de pacientes con cáncer.
Breve historia de la Eutanasia
La noción de Eutanasia, como práctica orientada a acelerar la muerte de una persona enferma, a fin de evitarle más sufrimientos, no es una idea propia o única de las sociedades modernas. Por el contrario ya la antigua Grecia tenía sus opiniones muy firmes a este respecto, considerando que una vida que fuese sometida a grandes limitaciones producto de la enfermedad o de una discapacidad simplemente no era una vida digna de ser vivida por las personas, por lo que el suicidio o el homicidio eutanásico era totalmente aceptado, sin que esto significara un conflicto como tal. Paradójicamente, esta civilización es la cuna también de Hipócrates, el gran médico histórico, cuyo juramento hecho por los médicos actuales, lleva su nombre, y que en su momento prohibió a la práctica médica llevar a cabo cualquier acción que terminara con la vida del paciente, puesto que la labor de un médico era proteger y salvar la vida humana a cualquier costa.
Otro momento importante en el desarrollo de esta concepto en la humanidad lo conforma la Edad Media, donde las concepciones religiosas, específicamente las cristianas alzaron la voz para pronunciarse en contra de la eutanasia, el suicido y el aborto, considerándolos pecados mortales, por tomar decisiones sobre la vida, la cual pertenecía solo a Dios. Siglos más adelante, las sociedades europeas del siglo XX, retoman nuevamente el tema sobre la eutanasia y la eugenesia, basando sus discusiones en las nociones darwinistas de la adaptación natural y el sobrevivir del individuo más apto.
Seguidamente, estas ideas cobrarían fuerza durante el momento posterior a la Primera Guerra Mundial y la gran hambruna, donde se originaron políticas y propuestas para erradicar la población enferma, con discapacidad y problemas psiquiátricos, en nombre de la necesidad de alimentar a los más fuertes. Así mismo, la próxima Guerra Mundial traería la máxima magnitud de este concepto de mano del nazismo, por lo que una vez terminado los horrores del holocausto la ciencia y las distintas instituciones inherentes decidieron poner punto final y prohibir cualquier tipo de práctica relacionada con el concepto de Eutanasia.
En la actualidad, se continúa dando el debate en casos de enfermos terminales o en coma. De hecho en varias ocasiones algunas peticiones son elevadas a tribunales, buscando su aprobación para casos particulares por parte de las autoridades de cada país. Sin embargo, en la mayoría de los países continúa siendo una práctica ilegal, considerada incluso antiética, dividiéndose las opiniones entre aquellos que piensan que no es necesario alargar el sufrimiento de un individuo, cuando se le puede ayudar a evitárselo, y aquellos que opinan que ese sufrimiento es parte del ciclo vital de un individuo y no debe ser interrumpido por decisión humana, correspondiéndole poner fin a este a las distintas deidades de las diversas fe en las que se apoyan esta última postura.
Fuente de imagen: elpensante.com