Definición de Libertad
Básicamente, según la definición aportada por la Real Academia Española de la Lengua, la Libertad es la capacidad de decisión sobre su pensamiento, sentimientos, actitudes y decisiones, ejercida por un individuo, que a su vez sería tomado como un sujeto libre.
En este sentido, entonces, la Libertad de una persona es inversamente proporcional a su esclavitud u opresión por parte de otro, o de una Institución o Estado. Así mismo, desde siempre se ha considerado la noción de Libertad ligada a conceptos como responsabilidad, pues quien es libre de sus actos, también debe asumir las consecuencias de estos, por lo que en ámbitos religiosos la noción de Libertad apunta hacia el albedrío que tiene un sujeto para decidir aspectos positivos o negativos, de acuerdo a su conciencia.
En cuanto a su origen etimológico, los estudiosos del lenguaje han señalado que la palabra “Libertad” se origina directamente del latín libertatem, que puede traducirse como liberar, por lo que se ha tomado como sinónimo también de aquel que sale de la opresión para obtener el estado de Libre, es decir, la capacidad de decidir por él mismo sus modos y el cómo llegar a su destino.
Visión de la Filosofía sobre la Libertad
En cuanto a la visión de la Filosofía, la mayoría de los profesionales de esta disciplina coinciden en señalar que la Ética concibe que el estado original del hombre es la Libertad, siendo además una cualidad inherente a éste, señalando además que por esta razón es un derecho irrenunciable, al cual también debe acogerse a sus principios y responsabilidades al ejercerlo. Así mismo, la Filosofía ve a la Libertad como una capacidad ejercida de acuerdo a la interioridad del individuo, de allí que esta lo lleve a cometer actos virtuosos o sus contrarios, por lo que el individuo debe tener responsabilidad en cuanto a su ejercicio.
En este sentido, algunos filósofos a lo largo de la historia, también han visto a la Libertad como la supremacía que ejerce un individuo sobre los vicios o sentimientos moralmente reprochables, por lo que la Libertad no sería propiamente una cualidad proveniente de la Soberanía que da el poder, como en el caso de los Reyes, sino por la fuerza ética e incluso moral que conlleve al hombre a liberarse de los sentimientos o acciones que lo atan a la ignominia.
Visión Política de la Libertad
Otra visión sumamente importante en el curso de la historia sobre la noción de Libertad lo constituye la Política, donde es tomada como la capacidad que tiene un colectivo o pueblo de decidir sus destinos. Visto de esta manera, la Libertad sería la raíz de la Soberanía popular. Este tipo de concepción tiene sus orígenes en pensadores como Jean-Jeacques Rousseau, para quien la Libertad también es un hecho inherente a la condición del ser humano, la lo acompaña desde el momento del nacimiento, la cual sin embargo se va cuartando a medida de que el individuo entra en interacción con su entorno la va perdiendo inevitablemente, pues para este pensador, los códigos sociales y políticos son cadenas que oprimen en todos los aspectos la Libertad innata de cada individuo.
Así mismo, basado en el pensamiento de Rousseau, los movimientos independentistas de América, primero en Estados Unidos y posteriormente el Latinoamérica, emprendieron luchas armadas por lograr la Libertad, la cual era concebida en ese momento como el hecho de liberarse de las influencias de países foráneos, para así contar con la autonomía necesaria que les permitiera marcar sus leyes, modos y destinos. Igualmente, la palabra Libertad fue el estandarte de las luchas modernas, emprendidas durante el siglo XX por célebres personajes como Nelson Mandela o Mahatma Gandhi, quienes invocaban el derecho que tiene un pueblo a la autodeterminación, es decir, a escoger por sí sólo, y sin influencia de un tercero, las leyes y modelos por los cuales se regirá.
Debate sobre Libertad
De esta manera la Libertad es vista en tres aspectos básicos. El primero de ellos situaría al hombre frente a las fuerzas naturales y sociales que coartan su poder de decisión o Libertad frente a las distintas consecuencias de sus actos. En segundo lugar, situaría igualmente al individuo frente a las leyes que marca un Estado, y la forma de mediar con ellas en función de preservar su cualidad de Libertad, o autonomía. En tercer punto, la noción de Libertad contaría con un concepto mucho más colectivo, y englobaría el poder de autodeterminación con el que cuenta un pueblo, frente a algún factor interno o externo.
Con referencia a este último tópico, en las últimas décadas se ha retomado el debate sobre lo que realmente significa Libertad para un Estado, pues de acuerdo a lo que afirman algunos pensadores de izquierda, sobre todo el Latinoamérica, la Libertad no quedó sellada con el triunfo de los movimientos independentistas del siglo XXI, sino que debe ser ejercida actualmente, ante la influencia de las grandes trasnacionales, las cuales –para estos pensadores- pueden pretender determinar el destino económico de una nación, lo cual incide de forma dramática en el ejercicio de la Libertad, vista entonces como la capacidad de un pueblo de decidir por él solo sus rumbos económicos e históricos.
En este sentido, entonces, en la era de la globalización, la Libertad de una nación pareciera ver más con un tema económico y político, siendo tomada como la autonomía que tiene un Estado, sin que otro quiera, pretenda o logre llevar a cabo injerencia en los asuntos internos de una nación, así como en las decisiones sobre sus rumbos. De esta forma, al día de hoy, existe una tendencia política que sigue levantando como estandarte la Libertad de los pueblos, al igual que lo hicieron sus antecesores, sólo que ahora no se trata de imperios que expulsar, sino de otras naciones a las cuales coartarles su poder de injerencia o interferencia en los asuntos económicos internos.
Fuente de imagen: minutodedios.fm