Para la Medicina, la Osteoporosis es considerada una enfermedad degenerativa, cuya principal característica es la pérdida del tejido que conforman las estructuras óseas del individuo, tanto de las proteínas que constituyen su estructura, así como de minerales como el calcio, lo cual se traduce en la fragilidad de los huesos del individuo, lo que puede ocasionar a su vez fracturas.
De acuerdo a la máxima autoridad mundial en salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS), técnicamente la Osteoporosis puede ser señalada como la condición de salud degenerativa donde la densidad ósea, medida a través de un estudio médico denominado desintometría ósea, es igual o menor a 2,5. Así mismo, este nivel irá disminuyendo progresivamente debido a la condición como tal.
¿A quiénes afecta la osteoporosis?
Aun cuando en teoría todos los seres humanos están propensos a sufrir esta enfermedad, las estadísticas revelan que afecta a más número de mujeres que de hombres. En este sentido, mientras en la población masculina se pueden apreciar tan solo un caso cada doce hombres, con las mujeres se muestra una mayor incidencia, estimándose que en el mundo al menos una de cada tres mujeres sufren o sufrirán de osteoporosis.
La razón de que la Osteoporosis sea mucho más común en las mujeres que en los hombres, al parecer –de acuerdo a lo señalado por algunas fuentes médicas- reside directamente en el ciclo hormonal relacionado con el proceso menopáusico, puesto que el cese de la producción de estrógenos por parte de los ovarios, como consecuencia del fin de la vida reproductiva ocasiona directamente una reducción en la densidad del hueso. Sin embargo, esta no es la única causa de Osteoporosis, existiendo otras razones médica, como por ejemplo alteraciones endocrinas, diabetes mellitus, enfermedades renales, desnutrición, deficiencia de Calcio, exceso de tabaco, consumo alto de alcohol, entre otras.
¿Cuáles son los síntomas de la Osteoporosis?
Igualmente, esta enfermedad ósea de carácter degenerativo cuenta con la negativa cualidad de no presentar síntomas, pasando inadvertida hasta el momento en que comienza a materializarse en fracturas y microfracturas, siendo las más comunes la de las vértebras lumbares, la unión del fémur, la cadera, los dedos de la mano y la muñeca. En este sentido, es un error la creencia popular de que los dolores presentes en el aparato muscoloesquelético pueden representar algún tipo de relación con la osteoporosis, cuando precisamente su carácter asintomático es la que le confiere el nombre de “epidemia silenciosa”.
Tipos de Osteoporosis
Igualmente, la Ciencia médica ha concluido diferenciar entre tres tipos de osteoporosis, basándose en criterios que apuntan específicamente a las causas que la producen, distinguiéndose entonces los siguientes tipos:
Osteoporosis primaria
Conocida también como osteoporosis primitiva, es considerada el tipo más común de osteoporosis. Se caracteriza básicamente por poder ser diagnosticada, aunque el médico no pueda precisar cuál es la causa específica de su aparición. En este sentido, suele aparecer indiferentemente en cualquier edad.
Osteoporosis secundaria
Por su parte, la Osteoporosis Secundaria es aquella enfermedad ósea degenerativa que se cree es causa directa de una enfermedad precisa, o también por la incidencia de determinados medicamentos o sustancias químicas. Es decir, es una consecuencia.
Según la pérdida de densidad ósea
Así también, la Medicina tiende a distinguir por lo menos cuatro distintos de osteoporosis según la cantidad de masa ósea que al paciente se le haya detectado, a través de una densitometría ósea. De esta forma, se clasifican en las siguientes:
- Osteoporosis normal: el paciente presenta en el hueso una densidad mineral superior a -1 (en base a la desviación estándar de la escala T, la cual se basa específicamente en las medidas que arroja el hueso a los veinte años de edad, independientemente del sexo).
- Osteopenia: en esta condición, la densidad ósea se encuentra ubicada entre -1 y -2.5 según la desviación estándar de escala T.
- Osteoporosis: el paciente (según la OMS) presenta una densidad mineral en sus huesos igual o inferior a -2.5.
- Osteoporosis establecida: se trata del paciente que se encuentra diagnosticado con osteoporosis, y en el cual ya han tenido lugar alguna fractura.
¿Calcio para los huesos?
Desde hace décadas, las distintas escuelas de Medicina, así como los diferentes laboratorios farmacéuticos alrededor del mundo han instaurado y establecido la idea de que el mejor aliado en contra de la aparición de la osteoporosis es la toma de suplementos de Calcio, así como la ingesta diaria de alimentos que así lo contengan. Sin embargo –aun cuando es cierto y saludable consumir de forma balanceada alimentos contentivos de Calcio- en la actualidad se ha descubierto y recordado que lo que provoca la liberación del Calcio por parte de los huesos, haciendo que éste migre a las arterias, tapándolas, o al riñón, provocando cálculos y siendo expulsado en la orina, es la deficiencia de Magnesio.
En este sentido, profesionales de la Medicina, como por ejemplo el médico venezolano Ludwig Jhonson, han señalado el binomio mineral que se establece entre Calcio y Magnesio, siendo este segundo elemento el que permite que el Calcio permanezca en los huesos y no sea expulsado del cuerpo, causando además graves riesgos y enfermedades como la osteoporosis, pero también infartos y problemas renales. Por el contrario, tal como puede leerse en los artículos del doctor Jhonson, la ingesta de complementos de Calcio producen que el problema se agrave, puesto que el Calcio tomado vendrá a sumarse al que ha migrado del hueso, mientras que el consumo de alimentos ricos en Calcio nada podrán evitar si el cuerpo sigue liberando este mineral.
Así, ciertas corrientes médicas aconsejan –mientras no se padezcan enfermedades renales y se cuente con total aprobación por parte del médico de confianza- que en lugar de suministrarle al paciente complementos de Calcio, sean de Magnesio, a fin de ingresar al cuerpo una sustancia vital para cientos de funciones orgánicas, como la orientada precisamente a mantener los niveles adecuados de Calcio en el cuerpo, deteniendo la migración de este mineral desde el hueso hacia otros órganos.
Al parecer, el mito del vaso de leche diario, así como la pastilla de Calcio después de cierta edad están quedando un poco atrás, al tiempo que se imponen nuevas teorías, basadas en los descubrimientos y adelantos que la Ciencia hace cada día hacia la química del cuerpo. En este caso, un importante avance que al parecer no sólo puede evitar sino detener el avance de la osteoporosis, así como otras enfermedades graves, puesto que algo de lo que no se habla es a dónde va el Calcio liberado por el hueso en su proceso de reducción.
Imagen: prensalibre.com