La Veterinaria puede ser definida como la rama de la Medicina que aborda la salud de los animales, no humanos, a fin de tomar control sobre el estudio, diagnóstico, tratamiento, e incluso formas de prevención de las distintas enfermedades que pueden afectar el buen estado de las distintas especies, sin importar que su hábitat sea el doméstico o el salvaje.
En este sentido, así como la Medicina humana tiene al médico como al máximo profesional de esta disciplina, en la Medicina Veterinaria este rol lo desempeña el médico veterinario, quien es el principal encargado de velar porque los distintos especímenes a su cargo se mantengan en las mejores condiciones de salud, y en caso de presentar alguna herida, enfermedad o afección, poder identificar el origen y solucionarlo eficientemente.
Etimología del término “veterinaria”
De acuerdo a los especialistas, el término “veterinaria” no tiene en sí un origen etimológico claro, encontrándose por el contrario varios distintos tipos de hipótesis con el origen de esta voz. En este sentido, una de las teorías refiere a que la palabra puede provenir del latín veterinarius, con el que los hablantes cultos de esta lengua signaban a aquellos que ejercían el arte de sanar las veterina, es decir las bestias de carga, usadas para las distintas actividades económicas. No obstante, otras corrientes afirman que el vocablo “veterinaria” puede estar relacionado con el árabe albéitar, con el cual esta cultura designaba a aquellos que cumplían con el oficio de cuidar la salud de los caballos. Más allá de la veracidad sobre el origen del término, estas teorías parecen dejar en evidencia la antigüedad de esta profesión.
Breve historia de la veterinaria
En sintonía con esto, algunos historiadores refieren que los primeros vestigios de documentos médicos orientados a la salud de los animales parecen provenir de hace miles de años. Ejemplos de ellos lo constituyen algunos hallazgos históricos, como el ocurrido durante el mandato Aśoka (emperador budista que vivió entre 304-232 a. C.) que entre muchas de las reformas que instauró en sus dominios, decretó que en todo el reino se fabricaran medicamentos, tanto para personas como para animales.
No obstante, el vestigio más antiguo parece datar de 1900 años antes de Cristo, según hallazgos arqueológicos conocidos como los papiros egipcios de Lahum, encontrados en el pueblo de este nombre, en 1889 por Flinders Petrie, y que constituyen un compendio de conocimientos científicos, redactados en escritura hierática, en donde además de matemáticas y medicina obstétrica, también se pueden encontrar algunos conocimientos en el tratamiento y salud de animales, constituyéndose así en la referencia histórica más antigua que puede señalarse en el término de la veterinaria.
Sin embargo, los primeros intentos de convertir estos conocimientos en una disciplina más formal surgen durante la Edad Media, cuando la Economía general tenía como centro al caballo, animal usado como principal medio de transporte, pero también como uno de los principales elementos bélicos, de los ejércitos conquistadores y defensores. De esta forma, los anales de la Historia refieren que hacia el año 1356, Henry Picard, quien en ese momento ejercía como alcalde de Londres, y viendo un problema en la poca atención de salud que tenían los caballos, convocó a los herradores que se organizaran, a fin de establecer y profundizar en la disciplina del cuidado a estos animales, lo que llevó a la conformación, unos años después del Gremio de Herradores.
Constitución de la veterinaria como disciplina
Aun cuando el primer manual de anatomía animal data del año 1598, de mano del italiano Carlo Ruini, no fue hasta el año 1761 cuando el mundo contara por primera vez en su historia con una Facultad de Veterinaria, la cual fue establecida en la Universidad de Lyon, por obra del reconocido veterinario Claude Bourgelat, quien inauguró la Escuela Nacional Veterinaria de la Universidad de Lyon, y posteriormente en Maisons-Alfort. Sin embargo, esta disciplina médica se basaba esencialmente en la salud de los caballos, por lo que algunos prefieren identificarla como el establecimiento formal de la Hipiátrica, medicina especializada en los caballos.
Por su parte, en Inglaterra, los primeros antecedentes formales de la constitución de la veterinaria como disciplina parecen datar de 1783, cuando la Sociedad Agrícola Odiham, de mano de su fundador Thomas Burgess comenzó por abogar hacia un trato mucho más piadoso y humanitario hacia la salud de los animales enfermos, así como de cuidados preventivos hacia los animales de granja en general, sentando las bases del estudio y formalización del estudio científico en este sentido.
Sin embargo, los historiadores también reconocen estos hechos como aproximaciones a lo que pasaría formalmente a finales del siglo XIX, cuando el célebre veterinario sir John McFadyean enfocó el ámbito médico animal hacia una investigación científica mucho más formal, razón por la cual es considerado también el padre de la Investigación Veterinaria Moderna. En cuanto a América, las primeras escuelas de veterinaria abrirían sus puertas también en ese siglo, principalmente en Nueva York, Filadelfia y Boston.
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