Así mismo, la Voluntad no es solo vista como una cualidad o una capacidad, algunas disciplinas como la Psicología la ven incluso como un valor humano y ético, por medio del cual la persona cobra conciencia de la fuerza y empeño que se debe imprimir en los proyectos, ideales o metas, a la hora de desempeñarlos, a fin de no abandonarlos a medio camino, sino por el contrario salir siempre adelante, tanto para conseguir un fin, como para alejarse o dejar alguna circunstancia que pueda resultarle negativa.

Voluntad como motor

Por otra parte, algunas corrientes resaltan que la voluntad no es un hecho netamente personal o individual, sino que también puede ejercerse de forma colectiva e institucional. Un ejemplo de ello puede ser la voluntad que tenga un gobierno determinado, en un momento específico, para solucionar un problema, en cuyo caso se habla de voluntad política.

En este sentido, algunas corrientes han indicado que para que una gestión gubernamental se traduzca en el máximo bienestar de los ciudadanos, el gobierno electo debe tener la voluntad política de proyectar su gestión hacia el aumento en la calidad de vida de aquellos a quienes representan. No obstante, esta mismas corrientes advierten que muchas veces el goce de los derechos no puede estar a merced de dicha voluntad, por lo que lo más conveniente es llevar los beneficios a un plano legislativo, a fin de que al ser gravado en las Leyes no dependa de las voluntades partidistas de cada gestión.

Así mismo, no sólo son las instituciones gubernamentales y públicas las que pueden operar en base a la voluntad, pues las empresas privadas también pueden moverse en cuanto a esos cánones. En referencia a esto, la Voluntad de una empresa podría manifestarse en la movilización y activación de procesos en pro de aumentar su productividad, así como en los ajustes necesarios para aumentar el nivel de vida de sus trabajadores, a través del ofrecimiento de paquetes salariales de alta rentabilidad.

Voluntad como salvación

Otro de los aspectos en donde es más nombrada la palabra voluntad tiene que ver con el concepto que la une con la noción de fortaleza: fuerza de voluntad, y que está ligada constantemente a la capacidad que tiene una persona bien para dedicarse a cumplir con un objetivo, bien para alejarse de algo que puede comprometer su beneficio.

De esta forma, en primer lugar, la fuerza de voluntad está relacionada, para el grueso de la población, con el esforzarse día a día en cumplir con las obligaciones y retos surgidos en base a alcanzar un propósito. Un ejemplo de ello puede ser, por tomar alguna referencia, el estudiante que aun viviendo muy lejos de la universidad y debiendo pagar mucho dinero por el semestre, busca la forma de trabajar medio tiempo, costearse sus estudios y salir con buenas calificaciones. Dicho proceso puede alcanzarlo gracias a su tenacidad, su constancia, esfuerzo, integridad y efectividad, pero el impulso que lo lleva día a día a levantarse, luchar y no desfallecer hasta lograr su éxito es la Fuerza de Voluntad.

Por otro lado, puede darse el caso también de la persona que por diferentes razones haya sufrido el revés de verse involucrado en un vicio o en una relación sentimental destructiva o incluso con amistades negativas, y que en un momento de lucidez haya tomado la decisión de salir adelante y resolver su vida. Igualmente, el sentimiento que guiará a este individuo a alejarse de los elementos que pueden traerle graves consecuencias a su salud y estabilidad se llama fuerza de voluntad.

Este caso puede ocurrir también por ejemplo en el caso de una persona con sobrepeso, que decida comenzar un régimen alimenticio o de ejercicios, en pro de su salud y de obtener una figura corporal con la que puede sentirse más cómoda. Motivada por estas razones, esta persona también hará acopio de su fuerza de voluntad a la hora de resistir tentaciones alimenticias, o levantarse efectivamente media hora antes para dedicarse a la jornada de ejercicios que se ha trazado como meta. Con el tiempo, su fuerza de voluntad mostrará sus resultados.

Cómo ejercitar la voluntad

A pesar de que hay estudios que afirman que la voluntad es una cualidad que se encuentra en menor o mayor grado, de un individuo a otro, es innegable que es un sentimiento, una capacidad y una fortaleza que es inherente a todos los seres humanos, aun cuando algunos, en momentos determinados la abandonen o la olviden. No obstante, siempre se puede recuperar y utilizar para mejorar los aspectos de vida necesarios para salir adelante o mantenerse en el camino de la integridad y el bienestar.

Sin embargo, la voluntad debe ser una capacidad ejercitada desde siempre. Es por esto que los padres y maestros tienen gran responsabilidad de enseñarles a los niños que todo merece y se encuentra ligado al esfuerzo, a fin de que el individuo aprenda que los triunfos hay que cosecharlos, ya que por ellos solos no surgen. De esta forma, se estará levantando una generación con sentido de la voluntad. Lo segundo a trabajar es enseñarle al niño a trazarse objetivos razonables, que no atenten contra la integridad de nadie, incluyendo la propia, y que por el contrario traigan mejoras en el nivel de vida, así se le estará enseñando a los pequeños a tomar decisiones y elegir metas adecuadas.

Imagen: elpensante.com