Descripción de Machu Picchu

Se encuentra ubicada a 2490 metros sobre el nivel del mar, altura en donde descansa sobre una formación rocosa, que sirve de enlace a las montañas Hayna Picchu y la Machu Picchu. Así mismo, este antiguo santuario se erige en la cara oriental de la Cordillera central de los Andes peruanos. Sus desarrolladas técnicas de terrazas agrícolas, así como su arquitectura, considerada como una de las más avanzadas por sus métodos de piedra pulida y el cómo se trasladaron estas hasta el punto donde se construyó, convierten a esta llaqta inca en una obra maestra.

Aunado a estas situaciones, sobre esta ciudad ha existido siempre un velo de misterio, pues por más que los científicos han investigado durante años, a la fecha no se tiene en claro cuál fue el propósito real para el cual el pueblo inca erigió en medio de las montañas esta ciudad que desafía la gravedad y el tiempo, revelándose como una maravilla de la ingeniería, la arquitectura y la capacidad creadora del ser humano.

Machu Picchu, Patrimonio y Maravilla

Todos estos factores se unieron a favor de la decisión que llevó en el año 1983 a la Unesco a declarar a este monumento precolombino como Patrimonio de la Humanidad, nombrándolo a partir de ese momento como Santuario Histórico de Machu Picchu, en sintonía a la montaña en donde se despliega, aunque se cree que su nombre original era Picchu a secas, o incluso Piccho.

De igual forma, sus atributos únicos en el mundo entero, así como sus majestuosa vista, hicieron que el 7 de julio de 2007, luego de una votación mundial que convocó a millones de electores, el público afirmara por gran mayoría declararla igualmente como una de las 7 maravillas del mundo moderno, hecho que se formalizó a través de una ceremonia que se llevó a cabo en Portugal.

Hechos controversiales sobre Machu Picchu

A partir de entonces, esta construcción antigua ha estado en protección, más allá de las leyes internas que la consideran parte de sus áreas protegidas, a fin de resguardarla de cualquier peligro externo, así como de procurar sus mantenimiento, puesto que aun cuando ha resistido muy bien al paso del tiempo, la constante visita de cientos de miles de turistas puede desencadenar un tipo de deterioro sobre el cual es necesario tomar previsiones.

En cuanto a la importancia de contar con estas legislaciones sobre su resguardo, como responsabilidad de la nación a la que pertenece, como por parte de las demás naciones, parece tomar verdadera dimensión, cuando se revisan algunos hechos de su historia inmediata. Un ejemplo de ello lo constituyen por ejemplo los eventos suscitados a raíz del día 8 de septiembre de 2000, cuando en medio de la grabación de una reconocida marca de cerveza peruana, una de las grúas del rodaje cayó sobre el célebre reloj solar, hecho en piedra y conocido con el nombre de Intihuatana, logrando resquebrajar al menos ocho centímetros de su punta de piedra.

No obstante, el que Machu Picchu contara con la denominación de Patrimonio Mundial de la Humanidad, además del atributo que tenía el reloj solar como Patrimonio Cultural de la Nación y Patrimonio Cultural de la Humanidad hizo posible que el caso fuese denunciado en instancias internacionales, conduciendo a la introducción de una demanda por daño a este monumento contra la productora y los funcionarios involucrados, así como a la compañía de cerveza, por un monto de doce millones de dólares, con el propósito de usarlos en la reparación de tan importante baluarte.

Así mismo, el Gobierno peruano ha ejercido cabalmente sus funciones de guarda de este patrimonio, tanto nacional como mundial, hechos que se evidencia por ejemplo en la promulgación de la ley 28778, del 12 de julio del 2006, la cual fue dictada por el Congreso peruano, y que sancionaba sobre la obligación de la Universidad de Yale, ubicada en los Estados Unidos, de devolver piezas arqueológicas que habían sido tomadas de este monumento en 1912 y 1916, y llevadas al Museo Peabody.  Un año después esta Universidad manifestó que en efecto devolvería las cuatro mil piezas que el investigador Hiram Bringham había recolectado en su momento.

De esta forma, las denominaciones y proclamaciones como Patrimonio de la Humanidad, así como las respectivos reconocimientos a nivel local van mucho más allá de pomposos nombres, sino que confieren sobre el monumento mecanismos de defensa legal, que resguarda su integridad, bajo el interés de que dicha construcción siga en pie, ofreciéndole sus maravillas arquitectónicas e histórica a las próximas generaciones, reconociendo por demás el derechos de todos los ciudadanos del mundo a poder aproximarse a él, sin que un ente privado puede sustraerlo para su único beneficio y explotación.

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